| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECISIETE| .✦. Una esposa para el vampiro—Estás hablando de... Espera. ¿Yo? ¿Casarme contigo? —tartamudea anonadada, alternando su mirada entre el Príncipe Blacklane y la cajita dorada—. ¿Cómo que casarte conmigo? ¿De qué estás hablando?Lucian se encoge de hombros y se bebe la última gota de sangre antes de llamar a Ryland para que le rellene la copa. Ella lo hace muy gustosa, siempre muy servicial, retirándose en cuanto termina.—Escuchaste muy bien, dulce criatura. —Levanta la copa como si estuviera haciendo un brindis por su futura boda, lo cual es discordante, porque ni siquiera es una propuesta; suena a que es una afirmación—. Serás mi esposa. Acostúmbrate a la idea. Será más fácil para los dos.Oh, sí, tan fácil como odiarlo. Sin embargo, Aurora no encuentra nada qué decir al respecto. Simplemente se queda callada, sosteniendo la cajita dorada. El anillo es exquisito, para qué negar lo que es verdad. Es de oro, con una banda gruesa y ramificada en tres,
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECIOCHO| .✦. Sin escape—Lo odio —gruñe Aurora, arrancándose los aretes de las orejas. También se quita el collar, el brazalete y luego arroja el vestido al suelo, sin importarle la modestia.Se detiene al ver su mano izquierda, donde tiene el anillo. Es casi dolorosamente perfecto. Pero no encuentra la fuerza para quitárselo al igual que el resto de las cosas que la marcan como su propiedad. La cena termina más rápido de lo que habría imaginado. Lucian le permitió devorar el banquete y se retiró después de entregarle el anillo de su abuelo. Cuando volvió a preguntarle si la dejaría ir al pueblo, él la analizó antes de desaparecer. ¿Fue un sí? ¿Fue un no?—El amo Lucian solo está enfadado y estresado por todo el lío que se armó en el pueblo. Deja que se le baje la ira, y verás que vale la pena ignorar su mal genio —alega Ryland, acompañándola. La ha escoltado todo el santo tiempo. Supone que lo hace para vigilarla, aunque es imposible que logre cometer una loc
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECINUEVE| .✦. La mansión Blacklane—¿Cómo es que Lucian conoce todas mis tallas? —susurra atónita, la mañana siguiente, de nuevo perdida en el enorme armario.Oye una risita burbujeante detrás de ella.—Hombre detallista —ronronea Ryland—. Algunos rasgos se intensifican cuando te transformas.—¿En un vampiro? —Frunce el ceño, dubitativa—. Me sigue dando escalofríos. No es normal que alguien sepa tanto de ti en poco tiempo. Es... obsesivo.Se abraza a sí misma, tragando saliva. Lucian debe estar obsesionado con ella, ¿verdad? Esa es la única explicación.Ryland rueda los ojos.—Cambiemos de tema, Aurora. Hay que arreglarte.Nuevamente custodiada por una revoltosa Ryland, Aurora baja al salón con un vestido azul marino de falta suelta, sin escote ni mangas. Allí Lucian la espera en la misma mesa decorada, rebosante de un banquete que pone a rugir su traicionero estómago, y él le sonríe dándole los buenos días, a sabiendas de que ella tiene mucha hambre. Es tan d
| | |CAPÍTULO| | .✧. VEINTE| .✦. Black Brick PassSube al vehículo negro, fingiendo que no ve los ojos traviesos de Ryland por el espejo retrovisor. Lucian entra detrás de ella y le da permiso a la chica revoltosa de conducir.El jardín frontal de la mansión está perfectamente cortado y florecido. Hay rosales, arbustos y céspedes de intensos verdes. El auto rodea la fuente y avanza hacia unas rejas cubiertas de rosas rojas y enredaderas; estas se abren y se cierran —¿Qué es? —pregunta Aurora, inclinándose. Después de las rejas de acero negro, empieza un camino de piedra negra, bordeado y encapotado por el frondoso bosque.—Poco después de construir la mansión, mi abuelo se encargó de de hacer este pasaje directo hacia Rayrane Hills —explica Lucian, señalando hacia adelante con un dedo largo de su mano enguantada—. Lo llamaron Black Brick Pass.Aurora se impresiona por esto, como lo hace con todo lo que ha visto de los Blacklane hasta ahora. Ryland se toma su tiempo mientras recorre
| | |CAPÍTULO| | .✧. VEINTIUNO| .✦. El alcalde Atherton sin hermanoLlegan a Rayrane Hills a primera hora de la mañana y Lucian todavía es reacio a la idea de reunirse con Edgar Atherton, porque dice que es innecesario.—¿Cuál es la insistencia? —pregunta Aurora suspicaz, arrinconada en el auto, porque debe mantener la distancia con Lucian hoy y siempre. Su aroma a gardenias y canela no va a romper su voluntad. No lo hará.—Tu protección. ¿No es obvio? —se burla Lucian, apretando la mandíbula—. Ryland, llévanos de una vez a la casa de Atherton.—Enseguida, amo Lucian. —La chica asiente y, de pronto, realiza una maniobra girando el auto en ciento ochenta grados.Aurora chilla, se aferra a los cojines y trata de apaciguar su pobre corazón mientras el auto recupera su dirección normal. Contiene el aliento al sentir el aliento cálido de Lucian en su oreja. Él está allí encima de ella, y entonces hace calor, porque él está caliente.—Mantente a una distancia prudente de Atherton —murmura
| | |CAPÍTULO| | .✧. VEINTIDÓS| .✦. Atrapada entre el héroe y el villano—¡No eres el bueno! ¡Eres malo! ¡Me arruinaste! —protesta Aurora golpeándolo en el pecho con sus puños, pero Lucian es una roca inamovible y recibe todos sus ataques sin siquiera parpadear.—Ya basta de eso, Aurora —gruñe el príncipe, atrapándola por las muñecas con sus manos grandes y fuertes como grilletes. La humana lloriquea y él la silencia bruscamente, recordándole dónde se encuentran. No hay nadie cerca para verla colapsar, y debe ser un desafortunado milagro.—Eres un monstruo, eres el peor de todos, Lucian —espeta la joven Corbet resentida.—Tienes toda la razón del puto mundo, dulce criatura. —Resopla—. Vamos, ahora, hay que entrar.Sin mucho esfuerzo, el vampiro la arrastra de nuevo hasta la puerta principal y a la pequeña humana no le funciona clavar las uñas en la mano del príncipe, él simplemente la obliga a caminar a su lado, sumisa y calmada. Una criada de avanzada de edad los recibe en el vestí
| | |CAPÍTULO| | .✧. VEINTITRÉS| .✦. Un caballero bueno y un vampiro malévoloSabe que acaba de cometer un error irreparable, cuando siente una fuerza magnética arrastrándola hacia él, acelerando su corazón. Intenta escapar de esta sensación abrumadora. Sin embargo, Lucian enjaula su frágil cuello con ambas manos, y se acerca, y la besa en serio, robándole el aliento.Aurora tiene que apretarle la chaqueta para no caer de culo mientras él prácticamente la devora boca a boca, como si deseara todo su oxígeno, y necesita derramar en su lengua hasta la última gota de su vida. Lucian nunca ha hecho un movimiento para besarla; en este momento, Aurora, entiende a las malas por qué. La manera en que Lucian gruñe y se tensa poseyendo sus labios es animal, el hambre insaciable de un depredador; y la pequeña humana está atrapada entre las ganas de huir y las ganas de dejarse comer completa por el malvado príncipe.No obstante, Lucian se aparta bruscamente y se da la vuelta. Aurora se tambalea,
| | |CAPÍTULO| | .✧. VEINTICUATRO| .✦. La familia que nunca tuvo y la amiga que siempre necesitóLa pequeña humana entra en pánico, porque el alcalde saca rápidas conclusiones y voltea a verla con el ceño fruncido.—¿Qué es esto? ¿Llevas un anillo de compromiso, Aurora? —pregunta sorprendido, evitando que la joven Corbet retire la mano.—Sí, mmm, lo es —contesta evasiva, fijándose varias veces, más de las que debería, en la puerta. Ella lucha con la extraña decepción en su interior al ver que nadie entra al despacho.—¿Blacklane te dio un anillo de compromiso? —protesta Atherton.—Bueno, sí, lo hizo.—¿Y por qué lo aceptaste?«¡Porque no queda otra opción!»—Porque... estoy, eh, enamorada.—¿Enamorada en unos días? ¿En serio?«¿Dónde está Lucian», piensa la chica medio espantada, este es el momento justo para que aparezca y todo se vaya al carajo. Es extraño que no aparezca.—Edgar, aprecio tu interés —confiesa ella—, pero creo que es mejor hablar en otra ocasión.—Aurora, él no est