| | |CAPÍTULO| | .✧. TRECE| .✦. La princesa atrapada en el castilloLos sueños que tiene los recuerda cuando se ve en el espejo y su cara se parece mucho a la mujer que ve en ellos siempre.¿Tal vez es una mujer Corbet del pasado?¿Tal vez está enloqueciendo?Se viste con una sudadera y unos joggers, porque no tiene más nada que ponerse de su ropa. Ryland es muy amable al conseguirle ropa, aparte del desayuno.Las horas transcurren despacio, torturándola, y Lucian brilla por su ausencia en cada una. Lo más inquietante de todo es que no puede salir de la habitación hasta que él ordene lo contrario.—A ver, entiéndelo, el amo Lucian me va a castigar si lo desobedezco —explica la chica conductora, con una risita divertida que debería ser más bien una mueca de terror.¿Qué tiene de gracioso un vampiro manipulador y mandón amenazándola con castigos? ¡¿Por qué no está asustada de solo imaginarlo?!—De veras no entiendo cómo puedes hablar tan tranquila de eso. ¡Hablas de castigo! —protesta
| | |CAPÍTULO| | .✧. CATORCE| .✦. El verdadero villanoCon los puños cerrados, Aurora se pone alerta.—¿Qué vas a hacer ahora? ¿Me matarás a mí también? —protesta ella, recordando la manera cruel y sanguinaria en la que tomó represalias.Para su sorpresa, Lucian permanece en el mismo lugar, tenso y mortalmente inflexible, pero no se mueve, no se le lanza encima como lo hizo con Oscar Atherton.—Ese hombre estaba a punto de violarte. Estaba encima de ti cuando aparecí. Te liberé de sus asquerosas manos antes de que pudiera tocarte y arruinarte —sisea Lucian con los labios entreabiertos y los colmillos ligeramente asomados, pero no tan evidentes como la noche anterior. La vena en su cuello se dilata y su olor amaderado se intensifica.Aurora tira del cuello de la sudadera, sintiéndose sofocada; se da cuenta de que está haciendo calor.—Eso no te convierte en un héroe.Una sonrisa se despliega en la boca tentadora de Lucian.—¿Y quién ha dicho que lo soy?En un impulso, Aurora agarra u
| | |CAPÍTULO| | .✧. QUINCE| .✦. Fríamente calculadoGolpea con sus puños la puerta, varias veces, hasta que sus nudillos protestan. Se rinde dos horas después, porque nadie la oye ni la ayuda. Las únicas personas que sabe que están en la mansión Blacklane son Lucian y Ryland. El primero es el causante de su encierro, y la segunda jamás traicionaría al primero. Se le nota.Cuando se calma y se derrumba en la enorme cama, gruñe resentida. Es injusto que huela delicioso, y que el aroma a canela le recuerde a Lucian. Las sábanas son suaves y cálidas. Podría quedarse dormida si baja la guardia y soñaría feliz, porque esto es un paraíso y no debe serlo.Antes de que sus párpados la traicionen, Ryland reaparece en la habitación como un huracán y sus sentidos se alertan.—El amo Lucian la espera para cenar, mi lady —le dice la chica conductora con mucha seriedad, comportándose como una de esos mayordomos de alta clase. Sin embargo, Ryland parece que no puede ser muy seria durante mucho rat
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECISÉIS| .✦. Una cena sangrientaLas orientaciones de Ryland son una maravilla, no lo puede negar. Se siente de la realeza cuando se ve en el espejo. El largo vestido es de seda verde esmeralda, acentuado en la cintura y revelador en la espalda. Al principio, le incomodaba el escote en pico debido a su escasa “pechonalidad”. La insistencia de Ryland la convenció de lo contrario, y luego se lo agradecerá. No le molesta tanto cómo se la forma V se ajusta a la curva de sus pequeños montículos. El collar, los aretes y el brazalete (todo de plata y esmeralda) son elecciones de Ryland; según ella, sería un desperdicio no usarlo si para eso es que lo tiene allí.Ryland la deja salir de la habitación finalmente, siempre escoltándola. Bueno, si la habitación la tiene impresionada, el resto de la mansión casi la deja con la boca abierta. Por un momento espera un lugar tétrico, pasado de moda y muy vampírico. Su criterio es revocado. La arquitectura es armoniosa, ornamen
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECISIETE| .✦. Una esposa para el vampiro—Estás hablando de... Espera. ¿Yo? ¿Casarme contigo? —tartamudea anonadada, alternando su mirada entre el Príncipe Blacklane y la cajita dorada—. ¿Cómo que casarte conmigo? ¿De qué estás hablando?Lucian se encoge de hombros y se bebe la última gota de sangre antes de llamar a Ryland para que le rellene la copa. Ella lo hace muy gustosa, siempre muy servicial, retirándose en cuanto termina.—Escuchaste muy bien, dulce criatura. —Levanta la copa como si estuviera haciendo un brindis por su futura boda, lo cual es discordante, porque ni siquiera es una propuesta; suena a que es una afirmación—. Serás mi esposa. Acostúmbrate a la idea. Será más fácil para los dos.Oh, sí, tan fácil como odiarlo. Sin embargo, Aurora no encuentra nada qué decir al respecto. Simplemente se queda callada, sosteniendo la cajita dorada. El anillo es exquisito, para qué negar lo que es verdad. Es de oro, con una banda gruesa y ramificada en tres,
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECIOCHO| .✦. Sin escape—Lo odio —gruñe Aurora, arrancándose los aretes de las orejas. También se quita el collar, el brazalete y luego arroja el vestido al suelo, sin importarle la modestia.Se detiene al ver su mano izquierda, donde tiene el anillo. Es casi dolorosamente perfecto. Pero no encuentra la fuerza para quitárselo al igual que el resto de las cosas que la marcan como su propiedad. La cena termina más rápido de lo que habría imaginado. Lucian le permitió devorar el banquete y se retiró después de entregarle el anillo de su abuelo. Cuando volvió a preguntarle si la dejaría ir al pueblo, él la analizó antes de desaparecer. ¿Fue un sí? ¿Fue un no?—El amo Lucian solo está enfadado y estresado por todo el lío que se armó en el pueblo. Deja que se le baje la ira, y verás que vale la pena ignorar su mal genio —alega Ryland, acompañándola. La ha escoltado todo el santo tiempo. Supone que lo hace para vigilarla, aunque es imposible que logre cometer una loc
| | |CAPÍTULO| | .✧. DIECINUEVE| .✦. La mansión Blacklane—¿Cómo es que Lucian conoce todas mis tallas? —susurra atónita, la mañana siguiente, de nuevo perdida en el enorme armario.Oye una risita burbujeante detrás de ella.—Hombre detallista —ronronea Ryland—. Algunos rasgos se intensifican cuando te transformas.—¿En un vampiro? —Frunce el ceño, dubitativa—. Me sigue dando escalofríos. No es normal que alguien sepa tanto de ti en poco tiempo. Es... obsesivo.Se abraza a sí misma, tragando saliva. Lucian debe estar obsesionado con ella, ¿verdad? Esa es la única explicación.Ryland rueda los ojos.—Cambiemos de tema, Aurora. Hay que arreglarte.Nuevamente custodiada por una revoltosa Ryland, Aurora baja al salón con un vestido azul marino de falta suelta, sin escote ni mangas. Allí Lucian la espera en la misma mesa decorada, rebosante de un banquete que pone a rugir su traicionero estómago, y él le sonríe dándole los buenos días, a sabiendas de que ella tiene mucha hambre. Es tan d
| | |CAPÍTULO| | .✧. VEINTE| .✦. Black Brick PassSube al vehículo negro, fingiendo que no ve los ojos traviesos de Ryland por el espejo retrovisor. Lucian entra detrás de ella y le da permiso a la chica revoltosa de conducir.El jardín frontal de la mansión está perfectamente cortado y florecido. Hay rosales, arbustos y céspedes de intensos verdes. El auto rodea la fuente y avanza hacia unas rejas cubiertas de rosas rojas y enredaderas; estas se abren y se cierran —¿Qué es? —pregunta Aurora, inclinándose. Después de las rejas de acero negro, empieza un camino de piedra negra, bordeado y encapotado por el frondoso bosque.—Poco después de construir la mansión, mi abuelo se encargó de de hacer este pasaje directo hacia Rayrane Hills —explica Lucian, señalando hacia adelante con un dedo largo de su mano enguantada—. Lo llamaron Black Brick Pass.Aurora se impresiona por esto, como lo hace con todo lo que ha visto de los Blacklane hasta ahora. Ryland se toma su tiempo mientras recorre