_ De verdad es la que quieres hacer?_ le pregunto si tía Katherine a Hanna, cuando ambas estaban sentadas tomando el té en el salón. Afuera aún había nieve, apenas estaban a finales de febrero._ Es lo que había querido desde que toda está pesadilla empezó tía Katherine_ dijo la joven leyendo los papeles del divorcio.Hanna no necesitaba que ningún abogado revisará los papeles, solo deseaba que todo acabará de una vez, el dolor cada día era más presente y mientras siguiera siendo una Prokopis su pasado la perseguiria, así que sin titubear firmó los papeles y los volvió a colocar en el sobre, se los llevaría ella misma al abogado y terminaría de una vez por todas. Se puso su abrigo negro, una bufanda y su gorro de lana marrón. Llegó en taxi hasta el despacho del abogado de Ares, cuya dirección estaba en la tarjeta que le había dejado en la mañana._ Soy Hanna Marshall. quisiera hablar con el abogado..._ Señorita Marshall no esperaba verla tan pronto_ dijo él abogado a su espalda._ Si
El apartamento de Ares quedaba en el centro de Londres, tenía una vista preciosa de la ciudad desde el ático. _ Te gusta? _ le preguntó él mirándola a los ojos. _ Cuánto tiempo llevas en Londres? _ preguntó la joven ignorando su pregunta. Ares pareció un poco incómodo. _ Algunas semanas_ respondió él. _ Me lo suponía_ dijo ella resoplando. _ Quería darte tu espacio Hanna, ganarme tu confianza_ dijo él nervioso. _ Ganarte mi confianza?_ repitió ella. _ Y qué diablos crees que he estado haciendo en Londres?_ preguntó de pronto lleno de frustración. El tono de Ares la hizo volverse para mirarlo. En su rostro se reflejaba la misma soledad que Hanna veía en el suyo propio cada mañana. Ares continuó. _ Primero me dices que me amas, me das esperanzas, y al siguiente minuto huyes de mi sin darme oportunidad de remediar las cosas, me echaste a un lado_ gruñó_ Y no necesito que me recuerdes que he destrozado nuestra relación, llevo tiempo tratando por todos los medios de arreglarla. Pe
_ No puedo esperar_ dijo él contra su boca._ Yo tampoco_ dijo ella con la voz ronca por el deseo.Él comenzó a desvestirse, mientras Hanna lo miraba a los ojos, sintiendo que flotaba en el universo._ Te amo Hanna_ dijo él y un brillo travieso apareció en su mirada_ Te amo esposa mía.Sus palabras la lanzaron al abismo del placer, llena de amor y pasión, mientras él la hacia suya, rápidamente intentando alcanzarla. Un instante después los gemidos de Ares se escucharon flotando en el aire. ambos cayeron en la cama entrelazados, y con la respiración agitada._ Se qué crees que no lo recuerdo, pero la verdad es que si lo recuerdo_ sonrió Ares._ De que hablas?_ preguntó ella y lo miró confusa._ Hablo del día en el río, cuando te rescate de ese diablillo, y me preguntaste si era un príncipe_ dijo él acariciándole el cabello.Hanna no se atrevía a respirar._ Como es posible que lo recuerdes?_ murmuró ella._ Nunca lo he olvidado_ respondió Ares._ Ese día me enamoré de ti. Sé que solo
• Epílogo.Hanna y Ares se casaron seis meses después, en el gran salón de la mansión de los Prokopis. La ceremonia fue sencilla e íntima, y a ella sólo asistió la familia. Fue una celebración alegre, memorable y conmovedora.Ese día, la tía Katherine desveló el contenido de su testamento. Dejando como única heredera de su inmensa fortuna a su querida sobrina Hanna De Prokopis, que de ese modo se convirtió, de un plumazo, en una de las más ricas herederas de la ciudad.Cayendo dicha noticia de sorpresa a la señora Prokopis madre de Ares, que desde entonces comenzó a aceptar a la esposa de su único hijo, aunque Hanna prefirió ocultar la intromisión de la madre de Ares en su relación, más por su esposo que por ella misma. No deseaba que Ares tuviera mala relación con su madre por su culpa, desde ahora solo deseaba dejar atrás el pasado y ser feliz con su sexy y adorable esposo.Hanna busco a Ares con la mirada a través del gran salón, y lo encontró observándola desde el otro lado con un
Prólogo. Hanah era una niña tímida, y soñadora, con algo de sobrepeso. A sus siete años de edad ya le tenía amor a la lectura, sus cuentos favoritos eran aquellos donde aparecían princesas hermosas, junto a príncipes guapos y gallardos, dispuestos a entregarlo todo por el amor de su vida. Su hermana mayor Monique en cambio si era una autentica belleza, ella estaba segura que cuando tuviera la edad suficiente encontraría un buen marido, como se lo hacía saber su madre quien estaba segura que Monique se casaría con un hombre poderoso y guapo, que le daría nietos preciosos y bien educados. Pero en cambio le preocupa la obesidad de su hija menor Hanah, y su timidez para relacionarse con otras personas. _ Cuando crezca seguro dejara de ser gorda_ le dijo la señora Pear a su madre la señora Marshall. _ Estoy seguro de que mejorara su aspecto_ respondió a su madre. _ Desde luego adelgazara cuando entre en la pubertad. Pero si se convierte en una insoportable y engreída, le costara encontr
A Hanah Marshall no le hacia mucho ilusión asistir al baile anual de mascaras. Todos los años anteriores procuraba tener una buena excusa para no tener que asistir.Como todos los años desde que tenía memoria la familia Prokopis, una de las familias más ricas y poderosas de la ciudad, daba el tradicional festival de máscaras para así dar inicio al invierno, lo que significaba el fin de la cosecha, y entonces abrían las puertas de su increíble mansión señorial, casi palaciega, para que los habitantes del pueblo disfrutaran de una noche mágica en los jardines imponentes de la propiedad, un laberinto clásico con paredes formadas por seto. Era lo mas acontecido que pasaba en el pequeño pueblo de Snowfiel, ubicado en las montañas de Oregón, era una localidad de vinicultores, con viñedos de vino a lo largo y ancho de la región, eran productores del mejor vino merlot jamás probado en el mundo, gracias a su suelo fértil.Hanah quien había estado enamorada de Ares Prokopis, desde que era una
Hanah estaba entretenida viendo a unos niños haciendo travesuras debajo de la mesa de banquetes, sin percartarse que alguien se le había acercado por detrás y la observaba en silencio, cuando se fijó en su presencia se sobresaltó pues no lo había oído acercarse entre tanto ruido._ Disculpe no fue mi intención asustarla_ dijo el hombre en las penumbras, tenia una voz profunda, tranquila, y sensual.Cuando el recién llegado salió de las sombras que lo cubrían, se fijo en su imponente altura, llevaba un disfraz de pirata, el antifaz solo le cubria los ojos y parte de la nariz, pero al ver sus profundos ojos verdes que brillaban como esmeralda, Hanah se dió cuenta que se trataba de Ares Prokopis, su príncipe encantador de niña, su héroe de la adolescencia, y su amor imposible de mujer. Había soñado, imaginado, y añorado tanto esos ojos preciosos que los reconocería debajo de cualquier máscaras, reconocería al hombre frente a ella en la más profunda oscuridad.Había pasado casi un año des
_ Necesito una explicación hijo y ahora mismo_ grito el padre de Ares furioso._ Han... cariño_ dijo el padre de la chica afligido.A Hanah todo le comenzó a dar vueltas, de pronto sentía los parpados pesados, y la oscuridad se cerro a su alrededor._ Esto no sé va a quedar asi_ dijo el señor Marshall furioso y levantó en brazos a la chica inconsciente._ Que es lo que te pasa Ares? No puedes tener la bragueta de tus pantalones cerrada solo una noche_ le reclamó su padre a Area y se retiro.Monique se quedo a solas con Ares viéndolo con picardía mientras lo observaba abotonarse la camisa.Al dia siguiente Hanah se levantó con un terrible dolor de cabeza, y tenía mucho frío, trato de abrir los ojos, pero la luz solo empeoraba su migraña. Cuando por fin pudo abrir los ojos se percató que estaba en la habitación de un hospital, a su lado estaba su madre con los ojos cerrados sentada en una silla sosteniéndole una de sus manos._ Mamá_ llamó la chica, pero en cuanto lo hizo se arrepintió,