CAPÍTULO CUARENTA
Enitt
Observé su rostro con detalle.
Absorbiendo en mi memoria cada parte de este ¿Hermoso? Puras patrañas pues mi mate es exquisito su mandíbula cuadrada con esa meticulosa barba más el ligero bigote sus labios, oh sus labios de un rosa que emana suavidad a su toque, el recuerdo de sus labios en cierta parte me hace suspirar de placer, unas pobladas y gruesas cejas adornan sus ojos y esos ojos grises, no tan grisea como los míos, y su pelo en una deliciosa maraña que es la prueba de una fabulosa noche de hacer el amor.
Delineo con las llenas de mis dedos sus suaves labios, los cuales anhelo besar, su cuerpo está acurrucado contra el suyo emanando calidez, el haberme despertado sobre su pecho con nuestras piernas aún entrelazadas luce como un sueño.
Suspiro deleitada ante los espasmos que cubren mi
CAPÍTULO CUARENTA Y UNOEnitt- Espe-Espera - susurró contra mis labios, su cálido cuerpo todo desnudo estaba debajo del mío, la luna nos iluminaba pero estaba más que segura que faltaba poco para el amanecer y como tal mi celo había concluido, como Alpha sólo nos dura un periodo de veinticuatro horas o mejor dicho un día.En ese día nuestro cuerpo se prepara para la fecundación de un cachorro, un descendiente de nuestra manada, no voy a negar que antes la sola idea de quedar embarazada me daba cierto desinterés...pues no le veía el caso de quedar embarazada de otro hombre que no sea de mi mate y no crean que no lo pensé en el momento que estábamos haciendo el amor por que en el momento que el nudo lo retuvo en mi interior y supe lo que era...se lo dije. &n
CAPÍTULO CUARENTA Y DOSEnitt <<Linda forma de decirlo estúpida>>Mire el rostro de mi mate sin prestar atención a mi tonta loba, el empalideció para mirarme horrorizado.- ¿Qué? - su lengua se trabó al decirlo mientras pasaba una mano por su rostro para mirarme - ¿A qué te refieres con matar?Rodé mis ojos fastidiada ¿no estoy siendo clara?- A que está muerta, que ya no respira - aunque eso lo dejo de hacer hace mucho tiempo - Que no la volverás a ver nunca más.Su rostro era un poema, mostrando el horror, desconcierto, miedo e incluso diría enfado, sabía que él tendr&iacu
CAPÍTULO CUARENTA Y TRES Tony Había anhelado que esto pasará desde que lo conocí, que mi hermana conociera a mi pareja, no quería tener que ocultarlo para siempre, no quería seguir tener que verlo a escondidas...no desde que supe que era el quien me enviaba una flor cada día, cada una diferente, pero siempre del mismo color, de un rojo fuego que hacía palpitar mi corazón a una marcha acelerada y su presencia lo hacía peor, mi corazón bombea con locura...inclusive en este momento...pero es lo que su presencia hace en mí. Lo que me hace la presencia de mi mate. Aún recuerdo el día que descubrí que él es mi mitad, el día que descubrí al ser magnífico que me enviaba flores. &n
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATROEnitt ...Días después...- ¿Por qué tienes un despacho? - me pregunto mientras se sentaba en mi silla, yo me incline en una pared mirándolo con deleita.- Requiero un lugar donde pueda ocuparme únicamente de cada uno de mis deberes, Done, mi beta, me dice quien requiere hablar conmigo o requiere mi pretendía en algún lugar, además, no soy dueña de una sola cosa tengo muchos bienes a los que debo ocuparme.- Como el Instituto -murmuró no preguntó y yo asentí, volteó a verme y me dio una sonrisa - ¿Eso te hacia mi jefa?S
CAPÍTULO CUARENTA Y CINCOEnittMe sentía hueca, vacía, como si al momento de destruir la gran roca de los anteriores Alphas una parte de mi se haya roto...ido...y en parte es así, pero también me siento defraudada, defraudada de mí misma.¿Cómo no pude darme cuenta de aquello? pero aun así...¿por qué ir contra la gran roca? ¿por qué?Era una pregunta que me había hecho desde que fue destruida...y ya van cinco días desde aquello...pero es algo que no puedo sacar de mi cabeza, no puedo dejarlo en el olvido por qué tras ello hubo un mensaje para todos, uno el cual no descifro, Damián nos declaró la guerra, de eso estoy segura.Joder.Suspiro y paso mis manos por mi rostro, miró hacia un costado notando el alba hacer su aparici&oacu
CAPÍTULO CUARENTA Y SEISAlexanderLa acosté en su cama y acercándome a su rostro deje un beso en su dulce frente había estado preocupado por ella los anteriores días y quería saber el porqué de su soledad...no era como si buscara a alguien para desahogarse.Más bien era como si nos estuviera evitando a todos, pasaba dentro de su despacho día y noche, y no importaba cuanto traté de hablar con ella ya siempre tenía algo entre manos, o ir a alguna parte, era imposible hablar con ella o si quiera importaba cuan tarde la esperaba despierto en nuestra cama...ya que ella nunca llegaba.Arropé su cuerpo con la tibia sabana y caminando hacia la puerta me coloco uno de mis pantalones holgados que antes había usado para correr, salgo por la puerta.Suelto un suspiro y siento la satisfacc
CAPÍTULO CUARENTA Y SIETEEnittCaminé entre la espesa neblina que me rodeaba, casi tapando mi camino, dejándome sin saber hacia dónde me dirigía pero era algo estúpido de decir porque ni yo misma sabía hacia donde iba pero mis pies seguían esto que al parecer me llamaba, un sentimiento de peligro...de salvar a tales pobres almas.Pero aun así no se dónde estoy, observo a mi alrededor tratando de averiguar el lugar en que me encuentro...pero es inútil...no reconozco nada, la neblina es cada vez más espesa y sin saberlo logró salir de lo que noto era un bosque.Miré horrorizada lo que se encuentra frente mío y sin pensarlo corro.Mi valle.Mi manada.
CAPÍTULO CUARENTA Y OCHOAlexander- No entiendo aún el porqué de tus ansias de seguir impartiendo clases - se movió en su despacho, la observé mientras movía papeles de un lado a otro para tomar uno firmar y coger otro y también firmar haciendo de ellos una pila.- No es como una necesidad de enseñar - le comenté mientras me sentaba frente suyo, sus ojos se mantuvieron en sus papeles, tenía el bufido de molestia en la punta de la lengua ¡quiero a mi mujer centrada en mí! ¡no en unos putos papeles! - Es una forma de sentirme libre, de sentir que cada centavo que tengo en mi bolsillo ha sido puesto allí por mi esmero.Se detuvo un segundo para sonreír de lado, pero sin siquiera mirarme, cogió otra hoja y firmado la puso sobre las demás, las tomó y plantándolas en el escri