ASTRID
Estoy
corriendo hacía mi habitación, mientras mi padre va tras de mí una vez me alcanza me empuja hacia mi cama.—¿Porque? ¿con que quieres estar de zorra? —Dice el hombre que tengo por padre.
Se quita el cinturón y comienza a darme con él.
Después de que se cansó de pegarme con el cinturón, comienza a darme puñetazos.
—Papá, para por favor —le suplico mientras lloro. Pensé que al escucharme llorando, dejaría de pegarme.
Pero por un momento lo hizo.
Pero está vez iba hacer algo peor.
Me agarro del pelo me puso enfrente de él, en la cama.
Y empezó a desabrocharse los pantalones.
Luego se acerco a mí y comenzó a desnudarme. Suplicaba que me soltara, pero sólo gane una bofetada de su parte. Se posicionó encima de mí y comenzó a besar mi cuello.
Me levanté de golpe soltando un grito mientras miraba a todos lados buscando a mi padre. Alguien entró de golpe a la habitación y me acurruque en una esquina.
—¿Qué pasa mi reina? — pregunta Damián Levante la cabeza para mirarlo a los ojos y no pude contener más las lágrimas.
Él se acercó y posicionó mi cabeza en su pecho, con gusto deje que se me acercará.
DAMÍAN
Escuché a Astrid gritar y salí corriendo de mí oficina, para ver qué le sucedía, cuándo entré al cuarto ella se encontraba en el rincón de la cama, mientras sollozaba en silencio.
Me acerco lo más cuidadoso que puedo y la acurruco en mi pecho, mientras acaricio su pelo. —
—Tranquila mi reina sólo ha sido una pesadilla —digo tratando de calmarla, pero sigue derramando lágrimas en mi pecho.
—Si deseas hablar de eso con alguien, sabes que puedes contar conmigo siempre.
Inmediatamente sentí como se tenso.
—No quiero hablar de eso —dice en un susurro.
La verdad me intriga mucho, saber el por qué lloraba mi otra mitad, pero tampoco quiero agobiarla con tantas preguntas, se que le costará hablar de eso, pero yo puedo esperar el tiempo necesario para ello.
Así que me quede en silencio mientras acariciaba su cabello, es un cabello de colores llamativos, su suavidad es única y su olor a aloe Vera, hace que siempre lo quiera estar acariciando.
ASTRID
Agradecí tanto el silencio de Damían, nunca había dejado abrazarme así por alguien, pero es que con él todo es diferente.
La verdad me gustaría contarle, pero todo a su tiempo.
También quisiera decirle que lo que soñé es más que un simple sueño es uno de los tantos recuerdo.
Dejando de lado todo intente concentrarme en algo más y este fue su olor.
Su olor excitante y encantador hace que me pegué más a él, y poco a poco fuí cerrando mis ojos, hasta no sentir nada completamente.
ASTRIDLos rayos del sol entran por la ventana esta tiene las cortinas corridas a causa de eso ciertos rayos llegan a mi cara.quién la habrá dejado así.Apenas acabó de abrir mis ojos cuando escucho ciertos toques en la puerta.—Pase —Digo con la voz un poco ronca.Entra la misma mujer de la vez anterior con un azafate de comida entre sus manos.Coloca la bandeja en una mesa que se encuentra al lado de la cama en que estoy durmiendo.—Mi luna, aquí está su desayuno.—Muchas gracias —habló un poco tímida, ya que aún no me acostumbro que me llamen así.Astrid como te acostumbraras a que te llamen luna sí solos tienes como 3 días en esta casa, mi subconsciente me regaña.—Llámame Astrid —dejó la timidez para otra vez.—No puedo llamarla por su nombre Mi Luna tengo que respetar.
"Qué lo que tenga qué pasar, pase contigo"ASTRIDEntramos a la casa y Damián fue directo a la habitación a colocarse ropa.Después de varios minutos bajo, luego nos sentamos en la mesa.Damián se sentó a mi lado izquierdo e hizo una especie de seña.Apareció luz y dos chicas más, ellas comenzaron a colocar platos llenos de comida sobre la mesa.Todo aquello se veía delicioso, aparte que las chicas trajeron variedad de platillos.Empezamos a comer en silencio, cuándo siento que una mano me aprieta un poco el muslo izquierdo.
DAMIÁNMe sentía más feliz que nunca por la confesión de mi reina, pero a la vez preocupado por mi manada.Una vez que dí las órdenes y mi reina se fue, me fui a luchar con los demás soldados "Hombres lobos".Eran demasiados, pero sabía que podíamos con ellos, volteé la mirada hacía mi beta vi como dos lobos le cayeron encima.Inmediatamente fuí a ayudarlo, por que a él no lo puedo perder.—Eliel ¿estás bien? —preguntó ya qué uno de los lobos lo hirió.—Solo un poco lastimado Damián —suelta un poco agitado.
TE EXTRAÑE.DAMIÁNYa han pasado 13 días exactos desde la última vez que vi a mi amada.Y al fin había llegado el día en que la recuperaría hicimos un plan para rescatarla, pero primero tenemos que atacar la Aldea de los vampiros.Ya nos estábamos preparando para salir, y buscar a la mujer de mi vida.Ya listos nos transformamos todos en lobos y empezamos a correr en dirección a la aldea de los vampiros.Llegamos en menos de quince minutos ya que nuestra rapidez es insuperable.Yo lideraba la manada, y a mi lado izquierdo iba mi beta.
DAMIANYa han pasado tres semanas desde que recupere a mi Luna.Su salud ha mejorado desde entonces ya que recuperó su masa corporal, aparte ha estado más cariñosa, y no hablo del cariño mínimo, ya que su cariño ha aumentado por 100, diría yo.Estoy en mi despacho llenando unos papeles y comprando vuelos en línea, ya que quiero pasar unos días a solas con mi preciosa luna.ASTRID—No se que es lo que me pasa —le digo a Emma.—Siempre quiero estar con él, abrazarlo besarlo, acariciar cada parte de su cuerpo dejar, también quiero que salga de su boca un "
MAL ENTENDIDO.ASTRIDCasi llega el día, el día en que nos vamos de vacaciones.Estoy un poco nerviosa, justo por que a donde vamos es cerca de la ciudad donde vivía.Y yo que estaba tratando de pensar que España es grande y que no justamente tenía que ser ahí, para que Damián me diga que para allá es que vamos.No tengo nada de buena suerte.Quiero estar tranquila, pero tengo un mal presentimiento.Sigo haciendo las maletas ya que nuestro vuelo es mañana en la madrugada.
ASTRIDVamos de camino al aeropuerto. Serán unas pequeñas vacaciones, bueno no tanto por que serán tres semanas, por poco no será un mes.Estoy anhelando que estas sean las mejores vacaciones de mi vida.Con Damián ya las cosas están arregladas. Después del pequeño incidente se ha puesto más cariñoso y sensible, tampoco se ha querido despegar de mi lado.—¿Quién eres y que haz hecho con mi hombre? —pregunto mientras veo a Damián.—Aquí estoy nena —contesta con su voz en un tono pícaro.—Definitivamente ahí está —digo mientras me acerco a besarlo—Te quiero —susurra entre mis labios.Seguimos así hasta que nos subimos al avión.Estábamos actuando como unos críos cursis hasta que el sueño me venció.DAMIÁNSe ve tan preciosa mientras duerme.Gracias que la medicina que utilizamos nosotros es fuerte, sus manos es t
ASTRIDVamos saliendo mientras buscamos con la mirada a nuestro chófer, él que nos llevara al hotel.Mientras busco me encuentro con unos ojos que hace que mi estómago se revuelva.Mi hermano.Este se quedó mirándome con la boca abierta y comienza a caminar en mi dirección.Me agarró de Damián para arrastrarlo, pero no logró que se mueva un centímetro.La pérdida de tiempo hace que mi hermano llegue hasta nosotros.Este me despega del cuerpo de Damián de un solo tirón.—¿Donde mierda h