ASTRID
Estoy sentada en una silla que hay enfrente de mi cama, haciendo algunas tareas que tengo que entregar el día de mañana.
—¡¡Astrid, Astrid!! —Escuchó los gritos de ese hombre llamado Mike.
Sí Mike, ese mismo Mike es mí "padre" pero ese papel lo perdió desde el día en que golpeó a la mujer que me dio la vida y me cuidó hasta su último aliento.
Lo único que recibo por parte de ese hombre que lleva el titulo de "padre" y mi hermano llamado Aarón que yo no lo considero que sea eso, son golpes, lo sé, es raro que eso te suceda por ser tu familia, y como dicen, "la familia es para cuidarte no para destruirte física y mental mente" lástima que mí caso es diferente a muchos de los que existen.
Esos dos hombres me andan maltratando, cada vez que hago algo malo según o simplemente se les antoja.
—¡Astrid, Astrid! —vuelvo a escuchar esa voz odiosa, sí odiosa ya que estoy hastiada de que me hable sólo a gritos.
—Estoy bajando —respondo en un tono calmado, por que sí no contesto me va a golpear, de igual forma le contesté o no, se que lo hará.
— Aquí estoy papá —habló mientras inclino mi cabeza hacía abajo.
—¿Acaso no te ha quedado claro que cuando yo te hable tienes que estar aquí en menos de dos segundos? —Me grita Mike todo alterado, como siempre me habla.
—Sí —Es lo único que sale de mí boca, en ese mismo instante su mano derecha impacta en mí mejilla izquierda, provocandome que me caiga en el suelo.
Mis ojos se llenan de lágrimas y comienzo a sollozar, él monstruo que tengo como padre llega hasta mí y me ayuda a levantarme, mientras me toca la parte en dónde me dio la bofetada, una vez que estoy de pie comienza con sus golpes otra vez, uno tras otro, y así descarga su enojo de nuevo contra mí.
Cuando decide dejar de golpearme, siento un fuerte dolor en mis costillas.
— ¡Levántate! —Su potente voz hace que me asuste más.
Con mucha dificultad me puse de pie.
—¡Lárgate de mí vista! —Es lo único que dice, después de haber dejado mi cuerpo todo herido.
—Para no dejarte en peores condiciones —Susurra para él, pero logró escuchar.
A paso lento comienzo a subir las escaleras para llegar a mí cuarto, un dolor en mi pecho se acumula, la tristeza y la decepción llega de nuevo a mí, siento que ya no puedo más, mi vista se nubla de nuevo con lágrimas de dolor que bajan por mis mejillas.
Es una pesadilla que vivo en esta casa, luego de que mi madre falleciera.
Llegó a mí cuarto y me observó en el espejo, el párpado de mi ojo izquierdo está rojo, yo se que muy pronto se hará un hematoma y mi labio superior está roto a causa de los golpes tan fuerte que me brindó.
Después de observar mí cara hecha un solo desastre a causa de los golpes y las lágrimas que he derramado, decido quitarme la ropa para darme una ducha.
Una vez que estoy en ropa interior, me detengo a ver cada golpe que tengo en la parte de abdomen, unos son viejos, otros se están desvaneciendo y los nuevos de la paliza que me propinó hace algunos minutos. Mi espalda no se salva, es la que sale más afectada por que es ahí en esa parte y en el abdomen su área favorita para darme los golpes.
Decido entrar al baño, ya que el agua helada es mí mayor ayuda en estos momentos, por que me ayuda a que los golpes se desinflamen.
Ya en el baño sigo con mí llanto y acariciando cada parte de mi cuerpo con mis manos, lamentandome por todo lo que pasa en mi vida, aunque vivir en una casa así no es vida, solo es un completo infierno en realidad.
ESO NO ES TENER VIDA
Soy maltratada por esos dos tipos desde que mí madre murió.
Mi madre murió por un golpe que se dio en la cabeza, Mike es él único ser responsable de la muerte de ella, ya que según él la empujó sin querer, y si ella era maltratada por eso cada día pensaba en escapar de él, pero nunca pudo realizarlo.
Yo también pienso en poder escapar algún día de este lugar llamado hogar y que no es un hogar para mí, pero sólo salgo de casa para ir a la escuela, cada día que pasa me ideó planes, pero con esta vida que llevo nunca me funcionan, tendré que pensar en un plan mejor, por que si decido quedarme me sucederá los mismo que ella y no deseo lo mismo para mí.
Tengo coraje, trató de ser fuerte cada día, pero no soy lo suficientemente valiente para enfrentarlo, todo se va marchitando dentro de mí.
Salgo de la ducha, buscó en mi armario la única pijama que tengo, ya que Mike no me anda comprando ropa, aveces tengo que coger ropa de mi madre, por el simple hecho de que ya no me queda o está desgastada.
Ya con la pijama puesta me dispongo a dormir, ya que mañana tengo que ir a la escuela, y mí tarea, pues la iré a terminar mañana a la biblioteca.
A pesar de la vida de mierda que llevo, trato de dar lo mejor de mí en la escuela, para poder ser alguien en la vida, yo sé que mi madre estaría orgullosa de como estoy echándole ganas a la escuela.
(***)
Ya a las seis de la mañana estoy despierta, en cada hematoma que tengo en mi cara trató de cubrirlo con un poco de una base un poco vieja la hinchazón se bajó no del todo pero algo es algo, y eso sucedió por que anoche tomé un anti-inflamatorio.
Comienzo a preparar todo para ir a la escuela, una blusa de tirantes, un suéter negro con capucha y un pantalón azul con unos botines negros, es lo que usó siempre para ir a la escuela, ya tengo más de 2 años de usar esa ropa, solo los zapatos me quedan pequeños, ya que mí pie no es nada grande.
Poco después estoy lista para ir a la escuela.
En la escuela solo tengo una amiga, Emma ella vivió lo mismo que yo, y desde entonces somos amigas, pero las dos en la escuela somos invisibles.
Si me dieran a elegir un poder no elegiría ser invisible por que eso ya lo soy, tampoco elegiría leer la mente es algo muy básico todos lo eligen, yo elegirías ser feliz, pero eso no es un poder así que no quiero nada.
Contémosle un poco de Aaron.
Ese Aaron están hijo de puta al igual que mi padre. Su amigo una vez intento tocarme fui rápida y no me deje manosear por él, lo peor de todo fue cuando le dijo a Aarón que yo lo estaba acosando, él le creyó, ese mismo día me golpeó y me dejo tres días hospitalizada. Ha sido uno de mis peores momentos.
Ya lista bajé las escaleras, cogí una manzana de la canasta y me fui directo a la escuela, tengo 17 años y curso en tercer año de preparatoria solo me falta un año para poder terminar la escuela.
La escuela no está tan lejos de mí casa, es por eso que llego rápido a ella inmediatamente me dirijo a la biblioteca, ya en el camino me encuentro con Emma.
—¿Cómo estás? —es una simple Pregunta que te Destroza por completo.
—Bien ¿y a ti como te va? —tratando de sonar lo mejor posible.
—¿Por qué llevas ese suéter? —ella sabe, pero de igual modo siempre se pasa preguntando sobre cómo vivo en la casa.
—Lo mismo de siempre —contestó a secas —La verdad ya me estoy cansando de todo —digo observándola
—¿Emma si alguna vez llego a salirme de la casa, vendrías conmigo?.
No se de donde agarro ese valor para hablar de eso.
—Por supuesto que sí, sabes que nos tenemos una a la otra, y haría lo que fuera por ti. —me contesta, me da un abrazo, esos son los únicos abrazos que he recibido últimamente, inmediatamente le correspondo, ese abrazo me da alivio y lo necesitaba.
Mi día comienza bien, ya que ni me encontré ninguno de los hombres que me maltratan y mí amiga trata de reconfortame
Llegamos a la biblioteca y ella me ayuda a terminar la tarea que dejé a medio hacer.
***
Llegaron las 3 de la tarde y sólo me faltaba una clase que recibir.
Me dirigí al salón en donde recibiría la última clase.
Entrando en el, cuando los demás están dando la noticia de que él profesor no podrá impartir la clase de filosofía, se tuvo que retirar por asuntos personales, no había más de otra que irnos a nuestro hogar, ¿por que así se le llama a la casa en donde vives no con tu hermano y tu padre no?.
Siempre procuró no llegar tan temprano a esa casa, pero cuándo no se puede, no se puede.
Llegó a mí casa y me puse hacer la comida, si rápido por que no quería que ellos llegarán y no tener nada hecho, no quiero recibir más golpes ya no, no de nuevo. Suficiente con todos las cicatrices de golpes que me han dado ambos.
Lo único que encuentro en la nevera es arroz y verduras, no hay de otra así que arroz con verduras y pollo comerán.
Pasa una hora y media, y la comida ya está, como en tiempo récord por que el odioso de Aaron va asomando sus narices por la cocina.
Inmediatamente le sacó su comida, antes de que se ponga a gritarme como loco.
—Está comida es un asco —apenas prueba el primer bocado de ella y ya está con sus gritos.
—Es lo único que había por hacer —Mi voz sale en susurro.
—¡Eres una inservible, buena para nada! — no se por que le contestó, pero estoy segura que me gané de nuevo una golpiza por parte de él.
Aaron se levanta muy molesto, y se dirige hacía mí, cada vez está más cerca, y yo comienzo a retroceder, deje de hacerlo cuándo mí espalda chocó en la pared.
No más sucedió eso, cuando tengo las manos encima de mí cabello, y con una fuerza me tiro al suelo, comenzó a golpearme con sus pies, sus golpes duelen menos cuando no utiliza esas botas de cuero.
Pasaron los minutos y sus golpes sesaron, se fue, dejó de golpearme, pero no sin antes de dejar tirada en el suelo la comida que hice.
Ya no soportaba más el estar ahí, desde entonces decidí que me iría de esta casa a como diese lugar.-
ASTRIDDespués de que Aaron dejó de golpearme, me puse de pié, a duras penas, pero logré hacerlo, me dirigí a mí habitación.Tomó un descanso de 20 minutos, sí tenía que hacerlo, ya que ahorita me encuentro guardando la poca ropa que tengo en una mochila, y pues de dinero tengo un poco ahorrado por qué cuando trabaje de niñera me pagaban bien, saben lo tuve que esconder bien, por que si no Aarón me lo quitaría, sí también es un desgraciado.Termine de coger toda mí ropa, ya que la mañana siguiente estaba decidida a marcharme de esta casa.Le envié un mensaje a Emma diciéndole todo lo que me había sucedido,
AstridEstábamos levantadas desde hace algunas horas, ya que el cambió de horario nos ha afectado un poco.Me dirigí al baño y tome una ducha de agua tibia eso ayudó a que mis músculos se relajaran.Un pantalón Jean azul, una camisa roja y un abrigo de color negro, y los únicos e inigualables botines también de color negro, fueron parte de mi vestuario, uno por el frío que hay en Moscú, otro por los hematomas que tenía en la mayor parte de mi cuerpo y eso me ayuda a esconderlo.En cuanto salimos del hotel el frío azotó nuestras caras, mi cabello lo llevaba suelto eso también me ayudaba a que el frío no se expandiera más por mí cuerpo.El primer lugar en visitar fue uno que tenía por título un ape
AstridÍbamos muy contentos, Jeison puso canciones latinas, Emma se puso a cantar a todo pulmón mientras que Jeyson la siguió, luego yo me uni a ellos, los tres llevábamos un aura de alegría.Media hora después nos encontrábamos en las afueras del bar, estábamos esperando el automóvil que nos vendría a llevar ya que le fiesta sería en una residencial, no estaba bien informada de ello.Las demás chicas también se encontraban ahí, luego de unos minutos, dos camionetas Land Rover no se mucho de auto, pero sí sé algunos nombres de los autos lujosos, ya que unos de mis sueños es comprarme uno de ellos.Así que nos dividieron, suerte me tocó ir en la misma camioneta que va Emma
ASTRIDMe desperté con un fuerte dolor de cabeza, me doy vuelta en la cama, cuándo recuerdo ¿por qué estoy en una habitación? , ¿a qué horas llegué, ¿quién me traería? ¿Y lo peor es que asaber Emma, le sucedió algo?Solo recuerdo a ese chico.Sí, vuelvo a recordar que estuve hablando con él, luego me dío unas pastillas y después solo pequeños flashback llegan a mi memoria y volví a desmayarme.Ahora estoy de nuevo en la habitación.Es muy guapo a decir verdad, Solo eso puedo decir de él, mí subconsciente me hace recordar como me había desmayado, y comienzo a retroceder, mi espalda choca con el resp
ASTRIDEstoycorriendo hacía mi habitación, mientras mi padre va tras de mí una vez me alcanza me empuja hacia mi cama. —¿Porque? ¿con que quieres estar de zorra? —Dice el hombre que tengo por padre.Se quita el cinturón y comienza a darme con él.Después de que se cansó de pegarme con el cinturón, comienza a darme puñetazos.—Papá, para por favor —le suplico mientras lloro. Pensé que al escucharme llorando, dejaría de pegarme.Pero por un momento lo hizo.
ASTRIDLos rayos del sol entran por la ventana esta tiene las cortinas corridas a causa de eso ciertos rayos llegan a mi cara.quién la habrá dejado así.Apenas acabó de abrir mis ojos cuando escucho ciertos toques en la puerta.—Pase —Digo con la voz un poco ronca.Entra la misma mujer de la vez anterior con un azafate de comida entre sus manos.Coloca la bandeja en una mesa que se encuentra al lado de la cama en que estoy durmiendo.—Mi luna, aquí está su desayuno.—Muchas gracias —habló un poco tímida, ya que aún no me acostumbro que me llamen así.Astrid como te acostumbraras a que te llamen luna sí solos tienes como 3 días en esta casa, mi subconsciente me regaña.—Llámame Astrid —dejó la timidez para otra vez.—No puedo llamarla por su nombre Mi Luna tengo que respetar.
"Qué lo que tenga qué pasar, pase contigo"ASTRIDEntramos a la casa y Damián fue directo a la habitación a colocarse ropa.Después de varios minutos bajo, luego nos sentamos en la mesa.Damián se sentó a mi lado izquierdo e hizo una especie de seña.Apareció luz y dos chicas más, ellas comenzaron a colocar platos llenos de comida sobre la mesa.Todo aquello se veía delicioso, aparte que las chicas trajeron variedad de platillos.Empezamos a comer en silencio, cuándo siento que una mano me aprieta un poco el muslo izquierdo.
DAMIÁNMe sentía más feliz que nunca por la confesión de mi reina, pero a la vez preocupado por mi manada.Una vez que dí las órdenes y mi reina se fue, me fui a luchar con los demás soldados "Hombres lobos".Eran demasiados, pero sabía que podíamos con ellos, volteé la mirada hacía mi beta vi como dos lobos le cayeron encima.Inmediatamente fuí a ayudarlo, por que a él no lo puedo perder.—Eliel ¿estás bien? —preguntó ya qué uno de los lobos lo hirió.—Solo un poco lastimado Damián —suelta un poco agitado.
Último capítulo