-Lo siento mucho Joel, será en otra ocasión, se disculpó para luego marchar hacia el coche.

-Mantenlo vigilado, hasta que resuelva este asunto ordenó a su beta antes de partir.

-¿Qué fue lo que sucedió?, preguntó Hannah sin dejar de mirar la cabaña.

-Asuntos del trabajo... mi padre es muy exigente con sus empleados, no puede haber margen de error, si no es nuestro fin. El enemigo siempre está al asecho aunque no lo veamos.

-¿Qué enemigo?, preguntó ella.

-¿La competencia de la empresa?, preguntó y el asintió.

Marchaban escuchando música romántica que a ambos incomodaba pero no se atrevieron a cambiar. El camino era largo desde la casa de Joel.

Los árboles parecían abrazarse, la luz era escasa.

-Me dan miedo los lugares así... comentó Hannah.

-En este bosque no hay nadie que dé más miedo que nosotros, rió -No te preocupes.

Aún así, permanecía atento al camino, podía percibir el rastro de alguien siguiendo sus pasos. No podía ver con claridad, tampoco quería detenerse, no podía hacer nada