Nervios, eso sintió Rowena al llegar a la prestigiosa empresa para la que trabajará como asistente. No es el trabajo de sus sueños, pero cambiará muchas cosas para bien, finalmente tendrá para vivir un poco cómoda sin necesidad de soportar a hombres ebrios que le ofrecen dinero para que se acueste con ellos. No sabe lo que pasó para que le dieran un puesto tan bien pagado como ese, ella aspiraba a ser la de la limpieza y nada más, pero no se queja. La sonrisa no le cabía en el rostro, ¿Ella trabajando para el CEO? Eso era de locos, si bien se graduó de la universidad, fue como diseñadora de modas. ―Oh, Rowena. ―Ivor la abrazó. ―Veo que, sí te dieron el puesto, felicidades. ―La chica lo miró descolocada. ―¿Qué? ―Preguntó en un susurro. —¿Como sabes que tengo un puesto? —Ivor sonrió.―¿Por qué estás aquí? —Respondió con una pregunta. —Ademas yo te elegí personalmente. Esta empresa también le pertenece a mi familia, ¿No lo sabías? ―Se extrañó. ―En fin, me di cuenta de que estaban cont
Contradictorio, así es para Khalil trabajar con Rowena. Los últimos cinco meses han sido de diversión y trabajo, con ella ha aprendido a relajarse, es otro hombre como le dicen sus padres, pero verla sonreírle a otro hombre, el saber cómo ellos la miran crea una extraña sensación en él que no comprende ni un poco. ―Bien, creo que hemos terminado. ―Khalil se puso en pie, no veía cuando terminar esa reunión. ―Nos marcharemos antes de que se coman a mi secretaria con la mirada. ―Rowena lo miró sorprendida, jamás se había comportado de esa manera. ―Rowena. ―Inició a caminar con ella tras de él. ―¿Se puede saber que fue eso? ―Preguntó con incredulidad. ―Fuiste muy grosero, Khalil. ―¿Y ellos no fueron groseros al mirarte de esa manera? ―La miró molesto, no sabe lo que está sintiendo, pero sabe que uno de esos sentimientos es furia. ―Vale, sí, me sentí incómoda, pero es parte del trabajo y… ―¿Ves esto como algo normal? ―Se escandalizó. ―Eso es un tipo de acoso, Rowena, ni siquiera yo te
Connor Archibald, con solo veintiséis años, está en lo más alto de su éxito como DJ, para él el título de conde o príncipe no es importante, él es un simple DJ reconocido y nada más. Cabello castaño, ojos azules intensos, un físico de ángel y un cuerpo de Dios, no hay nada más importante que la diversión y las mujeres. Las damas son su musa, pero jamás repite con la misma chica, para él explorar el templo de las mujeres es lo mejor y es por eso por lo que no se limita a solo estar con una o acostarse una segunda vez con ellas. Despreocupado, fiestero, mujeriego y la oveja negra de la familia. Como el segundo de cinco hermanos, decidió marcharse de su país y perseguir el éxito, para él no fue difícil hacerse un lugar en los Ángeles, Estados Unidos y el apoyo de su familia lo ayudó más que nada, ellos lo animaron y por eso él no se rindió cuando las cosas estaban difíciles. El fuerte dolor de cabeza lo hizo quejarse, los ojos se sintieron como si estuvieran llenos de arena y el males
Connor estiró su cuerpo con pereza, se siente entumecido y no lo comprende, es como si un oso hubiera dormido abrazándolo con tanta fuerza que lo inmovilizó toda la noche. Al sentir el pequeño movimiento contra su cuerpo, abrió los ojos de golpe, él jamás amanece con una mujer en su cama.―Caraj0s. ―Susurró al ver el pelo rubio enmarañado y metiéndosele hasta en la boca, una vez logró quitarse el pelo de la cara, intentó levantarse, pero el quejido de Vicky lo hizo detenerse.―Has tirado de mi cabello. ― Trató de quitarle el brazo. ―Álzalo. ―Connor, realmente confundido y sin saber qué hacer, obedeció su petición. ―Por el amor de Dios, casi me dejas calva. ―Acarició su cuero cabelludo, le ha tirado con fuerza.―Lo siento, no sabía que el pelo de una mujer podría ser tan problemático al dormir. ―Vicky lo miró mal.―¿Duermes con tantas mujeres y no sabes como evitar tirarle del pelo a una? ―Bufó. ―Eres realmente extraño. ―Se bajó de la cama. ―Gracias por ofrecerte a que durmiera contigo
La fiesta fue toda una locura, por primera vez la realeza tembló en una fiesta realmente divertida y animada. Connor y Vicky lo hicieron nuevamente, unieron sus dones y lo que pasó fue algo fuera de lo común. Victoria se sentía feliz al finalmente pertenecer a una familia que la trataba bien sin importar sus orígenes, se sintió amada, protegida y mimada, pero el hecho de que todo era una simple mentira, realmente le dolía porque sabía que eso no lo volvería a vivir más. Los hermanos todos decidieron hacer algo juntos, Khalil junto a Rowena, Ivor con su mejor amiga Kim, Connor con Victoria, Faitth con su mejor amiga Elene y Arthur solo como siempre. ―¿Sabes que si sigues así de solo terminarás virgen a los veintiséis como Khalil? ―Todos miraron a Ivor con ojos grandes por su imprudencia. ―¿Y? ―Khalil miró a su hermano con gesto duro. ―Ahora tengo una novia que vale por un millón, ¿Qué de malo hubo en esperar a la indicada? ―Ivor agrandó la sonrisa. ―No todos tienen tu suerte, chuli
El tercero de cinco hermanos y el primero de trillizos, con dieciocho años se dedica únicamente a estudiar en la mejor universidad de Londres.Es considerado el hermano más amargado, simplón, serio y solitario, para él ser hijo de la heredera Grant y de un miembro de la realeza no significa nada, es algo sin importancia. Puede disfrutar de la fortuna de sus padres sin problemas, pero poco le gusta alardear de su posición social. Nadie comprende su comportamiento, su hermano mayor, aunque bastante serio, es exitoso y llamativo, el gemelo es lo máximo, relajado e inquieto, sus dos trillizos son lo opuesto a él, pero no le molesta ser como es. Hoy la universidad está más aburrida que de costumbre, es sobresaliente en sus notas y el mejor de la clase, al parecer sus padres solo trajeron niños prodigios al mundo.Mirar a su alrededor es como ver a inútiles por todas partes, los chicos de su edad apestan con todos sus problemas de adolescentes y sus infernales ganas de llamar la atención
Un acosador, así se siente desde que conoció a esa chica que sin esfuerzo se volvió su nuevo interés. Ella no es como las demás mujeres, simplemente lo ignora y no quiere ni un tipo de trato con él, ¿Acaso le cae mal? Esa pregunta le causó gracia, primero ofendió el restaurante donde trabaja, después casi la mata y por último criticó la demora del delivery, por supuesto no le agrada ni un poco.―Hola. ―Arthur le sonrió. ―¿Puedes atenderme, por favor? ―Pidió sin quitarle la mirada de encima.―¿Tengo opción? ―Gruñó Ivette, no entiende por qué tiene que verlo todos los días. ―Para ser un restaurante con su cocina asquerosa, te gusta mucho venir aquí. ―Dijo con sarcasmo. ―Te has vuelto cliente frecuente en este último mes, ¡Felicidades! ¡Si no es por tu dinero, nos hubiéramos ido a la quiebra!―¿Por qué eres tan cruel conmigo? ―Quiso saber Arthur bastante confundido. ―¿Es por todo lo que pasó el día que nos conocimos? Porque si es así, he intentado infinidades de veces tratar de remediarl
Cinco meses habían pasado desde que Ivette entró a la vida de los Archibald, cinco meces que habían sido los más felices para su hermana y ella, simplemente era excitante lo bueno que podía ser la vida. Jamás se imaginó salir de aquella tristeza tan pronto, todo el tiempo pensó en que debía sufrir muchísimo antes de ser alguien en la vida y regalarle una verdadera alegría a su hermana, pero aquel chico raro de ojos azules oscuros resultó ser ese ángel por el que le imploraba a Dios todos los días. Freya la ayudó al meterla en una de sus fundaciones, si bien debe seguir trabajando, ahora lo hace solo para ayudar a jóvenes iguales a ella. Los Archibald más que una ayuda fueron una bendición, su hermana está en buenas manos mientras ella va al colegio y se supera.―¿Qué tal el colegio? ―Arthur la miró divertido. ―Es una pesadilla, tal cual lo recordaba. ―Se echó al sofá. ―¿Qué harás cuando entres a la universidad? ―Quiso saber. ―Lo mismo, quejarme de la pesadilla que es. ―Bromeó. ―¿