―No me gusta cuando tienes que irte al trabajo. ―Ginebra hizo pucheros. ―Te extraño mucho cuando es así. ―Alastahir sonrió para no serle indiferente.―Debo hacerme cargo de mi empresa, ya la he abandonado mucho y no soy el mejor por andar ausente. ―Se acercó a ella. ―Quiero que estés tranquila. ―La miró a los ojos. ―Si te sientes triste, me llamas, ¿De acuerdo? ―Ginebra se inclinó para besar sus labios.―Ve tranquilo, yo estaré bien. ―Dio un profundo suspiro. ―No pareciera que han pasado tres semanas desde que volví del hospital. ―Miró a su alrededor. ―Hoy nuestro bebé estuviera de treinta y una semanas… ―Desvió la mirada. ―Si tan solo hubiera tenido este tiempo, él hubiera sobrevivido. ―Alastahir se sintió realmente mal, ella siempre se pone triste de la nada y eso lo supera.―Lo sé, pero las cosas no pueden cambiarse. ―Empujó más la silla. ―No quiero que estés triste. ―La obligó a mirarlo, Ginebra con sus ojos llenos de lágrimas contrajo el gesto en un puchero. ―Él está en un lugar
Alastahir no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Acaso ella pretendía que sus hijos murieran por su odio?―Ese miserable no se acercará a ti. ―Gruñó colérico. ―¿Cómo puedes estar dispuesta a que mis hijos mueran por tus deseos de ver a ese miserable? ―Freya lo miró y sonrió como una despiadada, su corazón se ha vuelto duro y por ese hombre a su lado no siente más que asco y odio.―Fuiste tú quien me metió aquí, es por ti que mis bebés morirán. ―Lo miró a los ojos. ―Así que no serás tú quien intente salvarlos para evitar la culpa. ―Giró la cabeza para no mirarlo.―Freya. ―La doctora se acercó. ―Piensa en tus bebés, si tardas demasiado podrías morir junto a ellos. ―Freya limpió sus lágrimas, lo único que quería era ser feliz.―No me importa, es mejor irme de este mundo con mis bebés a vivir en uno donde su propio padre los envió a morir. ―Alastahir se sentía enfurecido, triste y culpable.―No me importa lo que digas. ―Su voz gruesa, lo único que hizo fue alterar más a Freya. ―Te irás
Ginebra no podía estar más feliz por su victoria, Alastahir volvió a pisar la clínica, pero Freya lo trató tan mal que hasta ella se resintió por lo grosera e hiriente que fue. Desde entonces Alastahir no ha vuelto a visitarla y eso la ha puesto como la ganadora del juego.Si bien él está algo distante y extraño con ella, lo importante es que lo tiene a su lado y su cómoda vida apenas inicia.―Es maravillosa la vida. ―Suspiró triunfadora. ―Todo mi plan salió perfecto y ahora soy la ama y señora. ―Blake sonrió.―Siempre supe que te saldrías con la tuya. ―Le dio un trago a su copa. ―No hay bebé, no hay mojigatas… solo hay amantes y buena vida. ―Alzó la copa para celebrar. ―¿Qué harás ahora? ―Ginebra se encogió de hombros, es claro lo que debe hacer.―Tengo que convencer a Alastahir de divorciarse, solamente me falta eso para que mi plan esté totalmente completo. ―Blake le abrió los ojos grandes.―¿Y él está en casa? ―Ginebra se extrañó por esa pregunta, pero el gesto de su amiga, quien
La desesperación por no encontrarla, el terror por perderla y la agonía por el arrepentimiento al que sucumbe, lo mantiene en un estado de shock. ¿Cómo pudo ser tan estúpid0 como para dañar a la mujer que lo amó sin importar su condición? ¿Cómo fue capaz de creer ciegamente en la mujer que lo abandonó sin miramientos? ¿Por qué se negó a él mismo que amaba a Freya? ¿Por qué se convenció de que amaba a Ginebra como antes? Se atormentó él mismo.―¡Han pasado cinco maldit4s horas y todavía no la encuentran! ―Gritó fastidiado. ―¿Por qué se les hace tan difícil encontrar a un inútil como Munro? Está visto que él tiene que ver con todo esto. ―El jefe Duff lo miró, es una pesadilla andante.―Señor, no podemos dar por hecho eso, tampoco podemos invadir propiedad privada sin una orden. ―Lo miró a los ojos. ―El abogado de Munro consiguió que nadie se acercara a Dianela o cualquier persona relacionada con Freya. ―Alastahir se echó a andar, no será él quien se quede como un inútil.―Archie, nos va
―¿Crees que caerá nuevamente? ―Miró a su yaya. ―Deberíamos ser buenos niños. ―Le recordó su hermano mirándolo con gesto serio. ―Mamá dice que los niños deberíamos portarnos bien. ―Aquellas correctas palabras no le gustaron en lo absoluto. ―¿No quieres conocer a los vecinos? ―Lo miró con curiosidad. ―Nos quitarán la casa que teníamos para jugar, ¿No te molesta? ―Entiéndelo Connor, a mami no le gusta que vayamos ahí. ―Miró el movimiento en la casa de al lado. ―Además, no nos pertenece, ya se están mudando. ―Khalil se asomó por el agujero en el que siempre escapan. ―Sería invadir propiedad privada. ―Connor suspiró, su hermano siempre es bueno. ―Mira, ese hombre es enorme. ―Khalil se asombró al verlo tan alto. ―Ni siquiera papi es tan alto. ―Lo miró con una sonrisa. ―¿Lo has visto? ―Los ojos de ambos críos brillaron. ―Vamos, ve con la yaya para que nos deje a solas. ―Khalil sin pensarlo fue con la mujer. ―Yaya, que preciosa estás hoy. ―Dianela sonrió mirando a su niño, son una chulad
―Antes de que te enojes, mami. ―Khalil la miró con sus ojitos de colores diferentes. ―Ambos te dimos la oportunidad para que nos presentaras a nuestro padre y no quisiste. ―Freya apretó los labios, ¿Por qué tienen que ser tan inteligentes y parecerse tanto al odioso y cruel de su padre?―Así es, mamá. ―Connor la miró con sus enormes ojos azules. ―Diosito nos escuchó, pedimos que papá viniera con nosotros y lo hizo. ―Agrandó la sonrisa. ―Le diré a papi que ya no debe hacernos una fiesta con temática alíen, ahora será nuestro padre quien lo haga. ―Freya sintió ganas de llorar, ocho meses con ellos en su vientre, pasó por una depresión que le duró más de dos años, sus bebés se le enfermaban siempre y ella se llevaba unos sustos de muerte y ahora ellos son la viva imagen de ese hombre que la torturó y despreció cuanto quiso. ¿Por qué la vida era tan injusta? ¿Por qué Dios permitió que solo Khalil tuviese un ojo verde como el de ella? ¿No podían parecerse en todo a ella?―Iré a mi habitaci
Las cosas no son fáciles para Alastahir, sus hijos, si bien están emocionados por tenerlo cerca, se la pasan mejor con Cedrick y que Freya haga lo imposible para que así sea, lo tiene en un malhumor constante. ¿Por qué no se da cuenta de que es un buen padre? Dos semanas se lo ha estado demostrando y ella parece no querer entender.Por supuesto, todo se lo ha tomado a broma y no se ha inmutado en obedecer sus mandatos para evitar que peleen por los niños, por eso tomó la decisión de mostrarle que las cosas van en serio y que no está dispuesto a rendirse nunca.Mirando la puerta de sus vecinos, respiró hondo, ya está cansado de sentirse un extraño para sus hijos, él debería ser su único padre, pero las cosas lastimosamente ya no se pueden cambiar y necesita aguantar para ganarse a sus hijos.―Buenos días. ―Dianela lo saludó. ―Por favor. ―Lo dejó pasar, la última vez que se le negó el paso fue conocer al mismísimo demonio en persona.―¿Dónde está Freya? ―Alastahir miró a la mujer con se
―Exijo ver las pruebas que hay en contra de mi cliente. ―El abogado miró al oficial. ―Sabe tanto como yo que no puede negarme eso. ―El oficial resopló, la verdad sí puede hacerlo, pero no es tan tonto como para ser el responsable de que no puedan defender a Alastahir Archibald.―Aquí está. ―Lo colocó en una pequeña TV. ―El esposo de la mujer grabó el video y estuvo presente. ―El abogado enarcó una ceja.―El esposo de la víctima es mi cliente, no ese hombre. ―Le aclaró dejándolo descuadrado. ―Además, no estuvo presente, se ve claramente que grabó tras una puerta y solo entró a hacerse el héroe para provocar a mi cliente. ―Resopló, será una pesadilla el proceso, Alastahir perdió el control y hubo contacto físico con la víctima. ¿Cómo es que ese hombre se mete en tantos problemas? ―Necesito ver a mi cliente. ―El oficial dio la orden a su compañero mientras él acompañaba al abogado a una sala privada.―Lo traerán pronto. ―El abogado asintió, desde el inicio, supo que todo lo de ese contra