Diana Rodrigues

"Cálmate, nos arreglaremos". Renata intenta tranquilizarme.

"Tengo miedo. Eso fue una amenaza y él está dispuesto a hacer algo malo - "No quería salir con nadie, pero no es una opción"- me jala al mismo vestidor.

"Todos pensamos así, pero cuando no tenemos dinero para pagar las facturas y no podemos comprar cosas básicas, desgraciadamente es una de nuestras últimas salidas y entonces sigues adelante" - hizo gestos circulares con la mano.

"Si mi madre sabe que estoy aquí, se pondrá muy triste".

"Estás aquí para pagar las deudas de su querido hijo, Diana. Y no pienses en tu madre. ¿Has decidido las fechas?"

"Sí, lo haré" - agaché la cabeza avergonzada al decir el sí más difícil de mi vida.

"¿Estás segura? Los recuerdos después no se olvidan novia, el dinero lo vale, pero algunos recuerdos los llevarás el resto de tu vida. Yo llevo los míos guardados en una cajita dentro de mi corazón y no son buenos" -esta vez baja la cabeza y respira hondo- "Si ya te has decidido, vamos