—¿Y quien te dijo que yo voy a dejarte algún día? —le dijo él con una sonrisa— Independientemente de todo esto, Rachel, quiero decirte que me encanta estar contigo y aunque nuestra boda no es para nada convencional no quiere decir que no podamos compartir como una pareja normal.A Rachel se le iluminaron los ojos al mismo tiempo de que se le humedecieron un poco y sin pensarlo se acercó a su prometido y le dió un profundo beso en los labios, que Patrick no dudó en responder de inmediato. Aunque el beso fue más emocional que otra cosa, muy pronto se fue subiendo el calor del mismo, tanto, que los que iban detrás lo notaron.Y por supuesto, fue Erick el que no pudo quedarse callado.—¡Hey! —le dijo en voz alta— ¡dejen eso para después de la boda!Todos se echaron a reír ante la salida de Erick, y Patrick y Rachel se separaron al instante. A Rachel le dió algo de vergüenza porque nunca se había besado con un chico delante de nadie, y hacerlo ahora delante de la familia fue como más atrev
Patrick, acompañado de su padre y el abuelo de Rachel entraron en la hermosa capilla mientras Erick estacionaba el auto con gusto. Las bancas estaban adornadas en colores oro y balnco con detalles en rosa claro y oscuro alternadas. Las personas que asistían al evento estaban sentadas en las bancas y realmente no llegaban a veinte personas en total. Rachel estaba en una pequeña salita adjunta preparada especialmente para las novias, de manera que una vez que los novios llegaran, ellas pudieran salir por una pequeña puerta para entrar por la puerta principal al son de la marcha nupcial de su preferencia. En este caso, Rachel y Patrick habían elegido, como marcha nupcial, el Canon de Pachelbel, ejecutado por una pequeña orquesta que estaba cerca del altar de la iglesia.Patrick, acompañado de su padre, quien fungía como padrino, se acercó al altar. El párroco estaba sentado cerca de una pequeña puerta que daba hacia la sacristía, de manera que cuando Patrick llegó a la base del altar, é
Todos se quedaron mirando a Patrick, quien parecía que se había quedado congelado. El doctor Morris estaba levantado y hacía señas como un fiscal de tránsito para que Patrick volteara hacia él, pero éste parecía que tenía ojos solo para la hermosa chica que estaba parada frente a él.La miraba como anonadado y tenía la boca abierta. El párroco carraspeó un poco pero él no reaccionaba.—¡Patrick! —le dijo Rachel bajito pero fuerte para que reaccionara, al mismo tiempo le pasó la otra mano por encima de las suyas.Patrick escuchó la voz de Rachel y sonrió, destensando un poco las facciones, hizo un movimiento de asentimiento. Le costó reaccionar porque, en ese preciso momento que le ponía el anillo de bodas se dió cuenta, de manera irrevocable de que estaba enamorado de Rachel Anderson…—Sí, la acepto —dijo con voz firme, a pesar de sentirse conmocionado por el descubrimiento.Todo el mundo pareció comenzar a respirar de nuevo, porque a juzgar por el silencio que se había hecho en la ig
Rachel estaba adormecida en su asiento mientras el avión surcaba los aires sobre el océano Atlántico, solo estaba consciente de la cálida mano que sostenía la suya con suavidad, abrió los ojos con cuidado y un leve resplandor le pegó en los ojos mientras miraba hacia la ventanilla que estaba protegida con una fina malla que impedía entrar toda la claridad del exterior.Sin embargo notó que la claridad era apenas un tenue atisbo del amanecer, porque no había salido el sol, sino que, por la altura a la que volaban hacía que se viera el amanecer más pronto que en tierra.Miró hacia el asiento que estaba al lado del de ella, allí estaba Patrick completamente dormido, ella imaginó que debería estar bastante cansado porque no había dormido casi haciendo los arreglos para el matrimonio, la luna de miel, la ceremonia en la iglesia, todos los detalles los había realizado con su habitual excelencia y organización.Él no había querido que ella se molestara para nada, todo lo había hecho él, acon
Caminaron por las antiguas calles de Lisboa tomados de la mano, disfrutaron de las hermosas construcciones y las calles estrechas en algunos lugares. También caminaron por las orillas del Río Tajo, que atravesaba la capital. Después consiguieron un buen restaurante en el centro histórico y comieron una buena comida acompañada de un aromático vino portugués.Cuando regresaron al hermoso aeropuerto de Portela eran casi las tres de la tarde, así que de inmediato abordaron el avión y después de tramitar los permisos necesarios despegaron rumbo a Santorini, Grecia.Rachel estaba dormida de nuevo cuando el avión aterrizó en el aeropuerto Internacional de Santorini, Patrick la movió un poco cuando el avión estaba taxeando hacia la terminal privada donde quedaría el avión hasta que lo necesitaran de nuevo.Los estaba esperando un chofer en la salida privada del aeropuerto, después de pasar la aduana y sellar la entrada, se dirigieron al auto que Patrick había reservado porque los taxis no se
Entre besos le sacó la blusa y luego siguió su camisa, la falda no opuso mayor resistencia y el pantalón, sumiso, la siguió. Ahora, en ropa interior, el contacto de piel contra piel era más intenso, A Rachel se le erizaba la piel cuando Patrick recorría su piel con los labios.Patrick la besaba suavemente por su cuello, pero sin detenerse demasiado en él, se movía con suavidad pero con rapidez, ahora besaba la base del cuello y bajaba hacia sus pechos, los besos parecían interminables, ella le agarraba por el cabello tratando de llevarlo hacia la cima sus pechos, pero él se resistía.Ella quería sentir más, quería ser poseída y poseer, sus manos se estiraban, tratando de recorrer ahora toda la anatomía masculina pero Patrick la tenía sujeta con sus manos y no le daba mayores libertades, eso la desesperaba, porque al mismo tiempo la besaba en los pechos con suavidad, se acercaba juguetón a sus pezones pero de inmediato retrocedía, lo hizo varias veces hasta que ella emitió un leve quej
Rachel arqueó el cuerpo contra la boca que la martirizaba de placer mientras tenía contracciones a medida que el orgasmo iba llegando como en oleadas de placer, así Rachel alcanzó, por primera vez en su vida, un intenso orgasmo de manos de un hombre.Quedó medio exhausta tendida sobre la suave cama mientras Patrick se aproximaba a sus labios y volvía a besarla con pasión y ternura, ella le respondió en la misma medida porque a pesar del copioso orgasmo que había alcanzado, sentía que aún le faltaba algo, las manos femeninas recorrieron toda la anatomía masculina que podían alcanzar.Patrick comenzó a besar los hermosos y turgentes pecho mientras se colocaba entre las piernas de ella, el placer de nuevo fue elevándose en el cuerpo femenino como una llama que todo lo abrasaba, y el pulsante miembro de Patrick expresaba por sí mismo el urgente deseo que llenaba el cuerpo y la mente masculina.Bajó una de sus manos mientras se apoyaba con la otra, esta vez fue directamente hacia el centro
Rachel estaba medio adormilada y recostada sobre el pecho de Parick, quien también tenía los ojos cerrados y la respiración acompasada. No en balde aún tenían el cansancio del viaje y el ajetreo de las últimas semanas antes del matrimonio y de paso, la boda en sí.Se levantó con cuidado para no despertarlo y fue al baño, la temperatura del cuarto estaba muy agradable, pero se sentía un poco pegostosa por el calor natural de la isla y la intensa relación física que ambos habían tenido. Se duchó meticulosamente, y cuando sus manos recorrían sus zonas erógenas recordaba el calor de la boca de Patrick sobre ellas.«Ya basta, Rachel, o terminarás mojando el baño y no con agua precisamente»Terminó de bañarse y se secó con una enorme toalla que estaba en el baño, aparte habían otras toallas más pequeñas, tomó una de ella y secó con cuidado sus cabellos. Pensó en enrollarse en la toalla para salir del baño pero lo desechó, igual ya no debería tener pena de Patrick, y además este estaba dormi