JamesCuando vuelvo al pent-house, Gabriela está sentada de nuevo en el sillón de la sala mirando su celular. No sé cómo sentirme al respecto al verla ahí. Levanta su vista al darse cuenta de que volví.—Amor, al fin estás aquí, ven —dice acariciando el asiento vacío a su lado.Avanzo hasta ella, pero decido quedarme de pie, mi rostro no debe estarle dando la mirada más cálida del mundo porque su sonrisa se borra de inmediato.—¿Qué estás haciendo realmente aquí?—¿De qué hablas? —pregunta con una risa incómoda.—Gabriela, tienes tres meses ignorándome por completo. Te fuiste cuando pensaba proponerte matrimonio en el crucero. Lo acepté porque sé que es tu sueño ser la mejor bailarina, y era una gran oportunidad, pero ¿y lo demás? Dime, ¿me lo merezco?Mis reproches la hacen agachar la mirada. No quiero ser tan duro con ella, pero necesito desfogar todo lo que estoy sintiendo ahora mismo.—Lo siento James. Sabes que mi prioridad siempre ha sido el ballet. Te amo, y volví porque estoy
DaphneFrank me deja en la puerta del edificio. Volver a entrar allí después de lo que pasó la noche anterior me pone nerviosa. Él me aseguró que ya no estaban, pero mi mente no deja de crear escenarios en los que me los topo por accidente una y otra vez. No creo poder soportar verlos juntos de nuevo. De tan solo imaginar que tal vez anoche él le hizo el amor a ella, después de haber estado conmigo, me hace sentir que se me rompe el corazón en mil pedazos.Trato de no pensar en eso porque si lo hago, volveré a llorar, aunque el nudo en mi garganta presiona con insistencia para poder escapar.—Yo la esperaré aquí, señorita Daphne. La llevaré a donde usted me pida.—Gracias Frank, no es demasiado.A pesar de que quisiera sacar todo lo del bebé del apartamento, sé que no puedo hacerlo sola, así que lamentablemente, de eso se tendrá que encargar él. Si se fue con ella es porque asumo que siguió la mentira que fabriqué de improviso anoche. No fue capaz de decirle quién soy yo o de nuestro
JamesGabriela y yo estamos en su departamento, ya entrada la tarde. Pidió un par de cafés del Starbucks y ahora estamos tomándolos mientras me cuenta todas las cosas geniales que pasó en su gira por Europa.—Es fantástico todo lo que viviste. Me alegra que al menos lo hayas disfrutado.—Gracias amor, la verdad lo único que hacía falta ahí eras tú.—Lamento no haber podido asistir a tus presentaciones, ahora con tu tobillo malogrado, ¿cuánto tiempo debes esperar?—No lo sé, debo hacer terapia, pero buscaré un trabajo aquí mientras tanto, tal vez en otra compañía como bailarina de apoyo.—Estoy seguro de que lo conseguirás, mi amor —digo tomando su mano con ternura.—¿Y tú? ¿Qué has hecho en estos tres meses? No me digas que solo trabajar.—Ah… pues en realidad sí —miento descaradamente.—Ay, James, cuando nos casemos, no podrás esta todo el día metido en la oficina, tienes que darme las atenciones que me merezco como tu esposa.—Por supuesto que sí, mi amor —digo acariciando una de su
JamesHe pasado los siguientes tres días en mi oficina. Dejé que Daphne se quedara en el pent-house, y sé que sigue ahí porque he enviado a Frank a que me mantenga informado de todo lo que le suceda a ella. Por otro lado, he intentado hablar con Gabriela reiteradas veces, pero ella se niega a escucharme o verme.Sé que se está escondiendo en casa de una amiga, no ha sido capaz de ir a refugiarse donde su madre. Creo que le tiene más miedo a ella que otra cosa en la vida.Estoy agotado, física y mentalmente. Ya no sé qué más pasará, no sé que haré con mi vida, todo se me vino abajo y me siento perdido.Ahora que se me pasó el enojo sé que reaccioné muy mal con Daphne. No debí gritarle de esa manera, ni mucho menos decirle esas cosas tan feas, no puedo buscar ningún tipo de justificación a mis actos porque no los hay, me comporté como un idiota.Mi abuela tampoco ha venido a verme, creo que está más preocupada por Daphne que por mí, y no la culpo, yo hubiera reaccionado igual si fuera e
JamesDaphne parece un ángel cuando duerme. Respira plácidamente, no quiero despertarla, así que camino hacia ella con lentitud, tratando de hacer el menor ruido posible. El libro que tiene a su lado me llama mucho la atención. Al tomarlo, me doy cuenta de que se trata de un diario de embarazo. Es muy hermoso, decorado con flores y corazones. Me enternece demasiado este acto de ella para con el bebé.Ahora me siento mucho más culpable por haberle dicho que desearía que nunca lo hubiésemos concebido. No es lo que pienso de verdad, solo lo dije porque me sentía dolido y estaba molesto.Mi curiosidad es mayor que el respeto a la privacidad que puedo tener por ella. Necesito saber qué ha escrito. Tal vez ella no lo desea también; de esa forma, podría sentirme menos culpable por ser tan idiota.Abro el diario en la primera página:21 de julio de 2022Bebé, hoy te he llevado al hospital para la primera revisión. Frank dijo que tu padre estaba ocupado, pero no te angusties, tu padre se preoc
DaphneCuando recibo esa llamada del número de James, una parte de mí tiene la esperanza de que me llame para arrepentirse de todo lo que me ha dicho, pero cuando escucho la voz de su novia, quedó completamente en shock.—¿Qué ocurre? —me pregunta Noah.No ha dejado de estar a mi lado desde que todo esto sucedió. Esta noche me acompañó hasta el pent-house e insistió en subir conmigo, luego de haber regresado de la iglesia. Es el único trabajo que tengo ahora. Reconsiderando todo lo que he hecho en estos tres meses, no sé por qué fui tan tonta como para acceder a renunciar a mi puesto en la empresa solo por él. Debí negarme, ahora como una estúpida, me he quedado sin ningún ingreso económico.—Responde, ¿eres Daphne Foster?—Ah… sí, soy yo.—Necesito hablar contigo personalmente, debes reunirte conmigo de inmediato, mañana mismo en la mañana.—Ah… ¿qué? No entiendo, ¿qué tendría yo que hablar con usted?—Tú sabes muy bien de lo que tenemos que hablar, si ya has sido tan astuta como par
DaphneTomo el teléfono y llamo a James en ese mismo momento. La cara de seguridad de Gabriela no hace más que avivar mis sospechas acerca de que esa cita para abortar sea cierta. Además de eso, también hay un convenio de confidencialidad que me obligaría a mantener esto en secreto, y el divorcio.Las lágrimas inundan mis ojos sin que pueda hacer nada para evitarlo. El teléfono repica varias veces hasta que finalmente él contesta.—¿Daphne? ¿Está todo bien?Escuchar su voz de nuevo hace que todos mis sentimientos por él se disparen con locura. El dolor se aviva más en mi pecho. Respiro profundo y trato de decir las palabras que ya se formulan en mi mente, sin que él note que estoy llorando. No quiero que piense que deseo manipularlo, o que eso influya de alguna manera en su decisión.—James, ¿es cierto?—¿Qué cosa? ¿A qué te refieres?—¿De verdad quieres que firme ese nuevo acuerdo? ¿Quieres que lo haga? —pregunto directamente.—¿Ya te llegó? ¡Vaya! Field sí que trabaja rápido. Sí, qu
JamesEstoy cansado de llamar al celular de Daphne, pero ella simplemente no me responde por ningún medio. No entiendo qué es lo que le sucede. Creí que este nuevo acuerdo que hice con Field la noche anterior la compensaría por todo lo que le hice.El nuevo contrato estipulaba que le daría un título de propiedad para ella donde quisiese, para que pueda vivir con nuestro hijo. Un carro del mejor modelo; por supuesto, le daré también su propia ama de llaves para que mantenga limpia y ordenada la casa, más de tres millones de dólares, y, además, agregué que le compraría los implementos necesarios para que ella arme su taller de esculturas.No creo que ni siquiera eso sea suficiente para que ella me perdone, pero creí que al menos serviría para comenzar. Por eso no entiendo el motivo de sus evasivas, ¿por qué no responde mis llamadas?—¡Al diablo! Iré a buscarla en el pent-house.Salgo de la oficina dejando el trabajo a medias, no me importa nada más en este momento que ella. Tomo mi auto