Ahora que soy ángel, no tenía idea de como convocar a las brujas, ni a las súcubos, me estoy viendo limitado al no saber como proceder y ahora que lo pienso, ¿podré bajar en esta forma al infierno?, problemas y más problemas, tendré que resolver primero uno a uno.

— Veronika, te necesito, me podrías acompañar.

—¡Tengo una pregunta!— dijo Veronika, pensativa, abrió varias veces la boca para decir algo, pero no formulaba la pregunta.

— Dilo tal y como lo pensaste— me miró y soltó un suspiro

— sigues siendo nuestro amo y señor.

La miré por largo rato y es una excelente pregunta, ahora que soy ángel, no puedo bajar, por ende ya no soy el rey del inframundo, significa que nadie me escuchara de ahora en delante.

— No, ya no soy, ni su amo, ni su rey.

Ustedes son libres, se pueden ir si quieren.

Ambas me miraron, no podía leer sus emociones, creo y ellas buscarán irse, ya que no hay nadie que las mande de nuevo, ni quien las proteja. La súcubo camino hacia la puerta, y con una sonrisa exaspe