—Te prometo que lo estoy haciendo así, no tienes que preocuparte —me dice y suspiro.—Me alegra que sea así. Ya sabes, debes seguir las indicaciones del doctor. Solo así te mantendrás sana y el bebé estará saludable.—Está bien. ¿Quieres que te visite mañana? Podría pasar por tu oficina y dejarte el almuerzo.—Anastasia, sabes que no estás obligada a hacer eso, pero si solo quieres verme mañana porque me extrañas y mueres por verme, no hace falta que traigas ningún detalle. También quiero verte, pero preferiría pasar por ti por la tarde, cuando haya terminado mi jornada laboral, así podremos estar juntos en casa y hacer algo.—Esa también es una excelente idea que no voy a desaprovechar, así que quedamos así —dice—. Nos vemos mañana por la noche.—Muy bien, todavía estoy en la cocina preparando la comida, así que voy a terminar la llamada aquí, pero me encantaría seguir hablando contigo. Podemos retomar la llamada en unos minutos, si sigues despierta, pero prefiero que descanses tranqu
-Oh, Anastasia es muy buena con los dulces, hace unos postres exquisitos. De verdad es muy talentosa en esto y creo que podría montar su propio negocio. También me comentó que desea tener una pastelería propia, pero no tiene el dinero. ¿Podrías hacer algo por ella? Ahora que las cosas entre nosotros se han vuelto más serias, creo que ese sueño no es imposible de cumplir. Lo que quiero decir es que podrías hacerle un préstamo o incluso hacerle ese regalo...-No podría prestarle dinero a Anastasia, en primer lugar, no me lo devolvería y en segundo lugar, la amo tanto que solo podría darle todo lo que esté a mi alcance. Así que pensaré en cómo planificar lo de la pastelería. Me gustaría hacerle ese regalo. Pero primero tengo que resolver algunas cosas pendientes, solo entonces podré ayudarla, no me detiene lo económico, sino la cantidad de planificaciones que aún tengo que hacer. Eso es lo que me está frenando en este momento -agrego y ella asiente.Vuelvo a darle una mordida a la tostad
—Voy a vestirme. Debería darme prisa si quiero llegar a tiempo.—¿A dónde vas, mamá? Últimamente estás saliendo mucho y ya me parece sospechoso.—No digas tonterías. Solo voy a comprar algunas cositas. ¿Crees que voy a verme con algún tipo? No, para nada. Nos vemos —me deja saber antes de dejar un beso en mi mejilla.Estoy sola en casa. Decido escribirle un mensaje a Rebeca. Tal vez está desocupado y podamos salir un rato. Ella lamenta, al poco tiempo de enviarle un texto, no poder vernos, ya que se encuentra en casa de sus padres. Y lo entiendo.Desinflo mis mejillas. Porque sé que me voy a pasar todo el día un poco aburrida. Me encantaría que Zaredtuviera un tiempo libre para poder pasarlo con él, tal vez habría sido una buena idea ir con mi madre y así no me sentiría tan sola. Pero de alguna manera encontraré algo que hacer aquí durante su ausencia y así no sentirme en la monotonía. Aunque mi madre seguro se va a molestar cuando llegue y se dé cuenta de que he limpiado un poco, ya
Estaciono el auto y bajo del mismo antes de rodear al deportivo y abrir la portezuela para mí. Zared es tan educado, no cambia. Y yo que pensaba qué se había vuelto de corazón frío y exigente.Aunque a veces reflexiono un poco sobre cómo podría estar actuando Zared en caso de que yo no estuviera embarazada, por lo tanto ninguno de los dos estaríamos juntos en esta situación. Definitivamente no sería lo mismo.De seguro seguiría trabajando en el hotel y recibiendo cada una de sus demandas. Y eso en realidad me dolería mucho en el corazón, por haberlo conocido antes como una persona diferente. Supongo que al final estábamos destinados a vivir este camino los dos, a transitar por esta carretera que nos llevará quién sabe dónde. Espero que muchas cosas bonitas estén delante de nuestros caminos...Ahora no me atrevo a asegurarlo, algo me detiene a pensar que ese equilibrio permanecerá en nuestras vidas durante un largo periodo. Cuando menos uno lo espera, siempre ocurre una que otra sacudi
Lo miro con curiosidad ahora y me pregunto si se arrepiente de haber elegido esta carrera. Es probable que, con todas las horas que debe dedicarle a su trabajo, se sienta consumido y lleno de arrepentimiento. Eso es lo que yo creo.- ¿Acaso ya no te gusta lo que haces? - le pregunto.- En realidad, significa que he tomado otra decisión importante y es decidirme por ti. Es tenerte a mi lado y acompañarte en todo este proceso, es tomar la decisión de dejar a un lado el miedo. Eso significa estar contigo, Anastasia - responde.No hay palabras más bonitas que puedan describir cómo me siento... Todo lo que ha expresado Zared es tan sincero y delicado, es como una caricia para mis oídos y hace que esboce una sonrisa.- Dios, me vas a hacer llorar, lo harás - le advierto y él sonríe.- No, no deberías derramar una sola lágrima, eres tan hermosa... Pero incluso llorando como una Magdalena no dejas de ser atractiva para mí...Sus palabras me causan gracia y no puedo evitar reír. Lo dice con ta
Descanso mi cabeza sobre su pecho desnudo. Se siente bien estar así. A su lado, todo es tan diferente... Me gusta la sensación de encontrarnos de esta manera. Es mi refugio seguro. Zaredtraza círculos sobre mi abdomen que de vez en cuando provocan movimientos dentro de mí. Es mi bebé, respondiendo al toque de su padre.—Creo que le gusta...—Lo sé —afirma con soberbia y me besa.—Es increíble. Al principio tenía mucho miedo de lo que podría pasar, pero ahora no tengo miedo en absoluto. Puedo estar tranquila y sentirme bien conmigo misma. No me gusta recordar el miedo que sentía cuando me enteré de que sería madre. Pensé que estaría sola en esta situación, a pesar de tener el apoyo incondicional de mi madre, porque ella jamás me dejaría sola. Pero increíblemente, las cosas cambiaron de un momento a otro. Ahora me gusta recordarlo, porque todo está bien. Y creo que los momentos difíciles solo nos hacen más fuertes. Pero... —lo miro —. Zared, en realidad creo que todo podría cambiar de r
Pero Rebeca no me dice nada que me haga sentir incómoda, solo me saluda cariñosamente y me da un beso en la mejilla, así que yo le devuelvo el gesto.Al parecer está contenta de verme, y yo también me siento igual, pero hubiera preferido no encontrármela así, es bastante obvio lo que ha pasado entre Zared y yo por el hecho de que solo llevo puesta su camisa.—Anastasia, espero que estés bien. Sinceramente no esperaba encontrarte aquí, pero me alegra mucho... Como puedes ver, estoy un poco desorientada en la cocina. Le prometí a mi hermano que le prepararía el desayuno, ahora que lo hago mejor me siento más confiada, pero sigo metiéndome en líos porque parece que la cocina y yo no nos llevamos muy bien. Tal vez podrías echarme una mano, sé que eres excelente en esto.—La verdad es que puedo preparar un desayuno americano sin problemas, pero no soy una experta en el tema... Creo que se me dan mejor los postres. De todos modos, puedo ayudarte.—Eres un sol, de verdad. Todo estaba bien, p
—Sí, mucho. ¿Vas a comer tostadas también? —Sí.—Bien. Por cierto, ¿Puedo saber dónde está tu pulsera? No me digas que la has perdido...—Oh, todavía no la encuentro. La busqué por toda la casa pero no la encontré. Mi madre me dijo que si la veía mientras limpiaba me avisaría, pero tampoco lo hizo. Supongo que ya debo darla por perdida... ni siquiera sé dónde podría estar, o si está en algún rincón. Me siento culpable porque la he tenido durante muchos años y justo ahora se me extravía. —Oh no, qué mal. Esa pulsera es importante. Es raro que Zaredno te haya preguntado por ella ya que no la tienes puesta...—No, no lo ha hecho -la miro arrugando el ceño. No entiendo por qué es tan misterioso por una pulsera. —Me pregunto la razón por la que esa pulsera es realmente importante y si ese es el hecho, ¿cómo es posible que me la haya dado cuando apenas nos conocíamos? Es todo demasiado raro y no encuentro la respuesta... nadie parece querer hablar sobre eso y ya