Maximiliano
Llevamos una hora en un parque de diversiones, de esa hora solo conseguí que se riera en los últimos diez minutos y tan solo dos veces. No soy de los que se rinden fácilmente y esta no será la ocasión en que lo haga, al contrario, tengo la necesidad de hacerlo, es algo que no puedo explicar con claridad, pero podría hacer el intento, siento que si puedo alegrarle el día lograré que en un futuro no cometa el error de acabar con su vida.
–Vamos a tirar dardos– caminé en dirección a uno de los puestos.
En estos momentos he aprendido que yo debo caminar primero, aunque no me guste, simplemente camino primero y ella a los segundos llega ella. No le gusta que sea yo quien vaya tras suyo o a su lado. Siempre me ha gustado ser un caballero, algo que me enseñaron mis padres, bueno mis dos padres y mi madre “si las vas a tocar que sea con su permiso y como si fuera el pétalo de una rosa, valóralas y cuídala”.
Quizás de niño no entendía mucho de lo que me decía mi padre, el cual siempre he sentido que me ha acompañado desde el cielo, pero siempre me decía como debía tratar a las otras personas, principalmente amabilidad y respeto.
Mi padre Marcus me ha hecho saber que él se equivocó en el pasado, por no saber escuchar, me ha recalcado que cuando me encuentre en una relación debo escucharla a ella o a él primero y no dejarme guiar por terceros.
Mi madre, mi hermosísima y bondadosa madre, me ha enseñado con su amor como debo ser con mis pares, ella es una mujer a la que admiro mucho. Pasa gran tiempo dedicándose a ayudar a pacientes que no tienen como costear una atención de calidad. Quedo maravillado con sus trabajos, sus cirugías son pulcras, cada año mejora y las personas se lo agradecen. Ella no es mi madre biológica y cuando me contaron como fue que se volvió en mi madre fue increíble ver como el destino juega pasadas inesperadas.
Como la que estoy viviendo, me encontraba según yo en el lugar equivocado, pero fue todo lo contrario, me encontré en el momento y lugar indicado para salvar a esta hermosa mujer que en este momento está riendo porque se ganó un peluche, acertó en los dardos y le dieron un oso polar, es median.
Muchas de las cosas buenas que he vivido no se comparan con verla sonreír, ¿es raro no?, que hagas muchas cosas graciosas que no has hecho por ninguna persona antes, y que te conformes con tan solo una sonrisa, con verla feliz.
Algo de lo que me di cuenta en este instante fue que elimine todos los problemas que tenía de mi mente, todos se esfumaron al juntarme con ella, desde ese momento no me importo otra cosa que ella. Obviamente, no es que ella me guste o me enamorara a primera vista, no es que no sea mi tipo, al contrario, es linda, me gustan sus escasas sonrisas, sus labios son delgados, pero muy sensuales, sus ojos, sus ojos son de un tono oscuro, pero su mirada es atrayente, quizás, tal vez si me atrae.
Siento su mano, ya no está fría, en esta ocasión es cálida, pero eso no es lo que llama mi atención, si no es el porqué me está tomando con su mano desde mi muñeca. No habíamos tenido más contacto después de ese abrazo, del cual quizás ni se acuerde.
–Subamos a la rueda– esta vez si está feliz, camina rápido hasta llegar a la fila, se ve muy emocionada, pareciera que nunca antes había estado en uno.
Al inicio se demostró reacia a entrar aquí, pero la convencí y ahora pareciera que no se quiere ir. Dieron las indicaciones para que las personas vayan bajando y otras subiendo en esos puestos, veía como ella daba pequeños brincos al notar que nuestro turno se acercaba.
En ningún momento soltó mi brazo, ella al parecer ni lo había notado, hasta que llego el turno de subirnos. Soltó avergonzada su agarre, solo se centró en la vista, cuando llegamos a la cima la rueda se detuvo, al inicio ella se asustó un poco al ver que la rueda no avanzaba, pero después de que le dijera que era normal se tranquilizó, su mirada se perdió en la gran vista de la ciudad.
–De noche debe ser aún más bello– dice ella sin mirarme. –Si quieres podemos volver más tarde.
–¿De verdad? –esta vez sí me mira, ilusionada.
–Si claro, tengo toda la tarde libre.
–Genial. Luego de eso nos fuimos a un casino, hice algunas apuestas y ella solamente me observaba, cuando vi que estaba divirtiéndose nos fuimos, exclusivamente tenía un propósito y no lo estaba cumpliendo con el casino.
Se me ocurrió llevarla a bailar, nada más logre que bailara conmigo una vez y nos fuimos, la lleve a un restaurante, le dije que eligiera lo que más quisiera, entre todos los platos costosos solo opto por una hamburguesa con papas y una soda. Yo obviamente elegí lo mismo, me encantan las hamburguesas.
Sabía que no era una mujer con gustos extravagantes, lo supe desde el momento que estuve a su lado, se viste de forma sencilla, no quería aceptar la ropa que le di, además esto, es una joven que mis padres aceptarían, ¿pero en qué estoy pensando? ¿Cómo que mis padres la aceptarían? Cuando llega nuestro pedido a nuestra mesa sus ojos brillan, es que lo que nos trajeron es una mountrogesa, es muy grande, pero yo sé que me la comeré. Ella no tarda en cortar un trozo y llevársela a la boca.
–Deliciosa– murmuro sin querer–la hamburguesa–corto un trozo y lo llevo a mi boca, espero que ella creyese que me refería a la hamburguesa, porque la verdad era una sola y sí, me refería a ella.
–Exquisita, pero yo le pondría unos toques de cebolla.... –dijo un montón de cosas que no entendí, pero supuse que sabía mucho de cocina. No quise preguntar nada al respecto, ya había tomado la decisión de no preguntar nada sobre su vida, no porque no me diera curiosidad, sino para respetar su espacio, si ella se sentía cómoda contándome bien y si no, bueno malo por mí.
–Max muchas gracias por todo–esta vez su voz suena diferente, como más... en confianza.
Franchesca
No podía evitar agradecer tan bellos gestos, hasta el momento todo iba como él me lo dijo, no se ha insinuado ni nada, todo tranquilo. Lo mejor de todo fue cuando me llevo al parque de diversiones, nunca había podido ingresar a uno, los juegos los veía de lejos, nunca me pude aproximar a uno, con el que siempre soñé fue la rueda, al cual en estos momentos estábamos por subir una vez más.
En esta ocasión vamos de noche, así creo que se podrá ver mejor. No tardo en darme cuenta de que, si es así, las luces, la luna, puedo ver diferentes colores de luces, se nota que Las Vegas está en movimiento.
Esta Vez cuando se detuvo en la cima quedamos literalmente en la cima, en la ocasión anterior habíamos quedado más abajo, disfrute de la brisa, la vista y la paz que sentía estando aquí. Se suponía que era por un minuto en el cual quedaríamos detenidos, pero si el reloj de él no fallara ya tendría que haber seguido.
–¿Pasará algo?, ¿estamos mucho tiempo aquí no? –me inicio a angustiar un poco.
–No, me concedieron un deseo, estaremos cinco minutos aquí– me da una sonrisa de lado.
No sé si es mi idea o que, pero este hombre siempre me está sonriendo, hace mucho que alguien no lo hacía, o quizás ha sido el único que ha conservado una sonrisa por más de tres segundos.
De improviso me veo abrazándolo, estoy pegada tan fuerte a él que podía sentir los latidos de su corazón chocando en mi pecho, sus manos están por mi espalda, de una forma delicada, de una forma en la que no temo que agarre mi trasero, es un abrazo sincero, me aparte un poco de él y lo mire directo a los ojos, no podía dejar esto así, estaba haciendo mucho por mí sin demostrar un interés de por medio.
–Graci...-no alcanzo a terminar cuando siento sus labios chocando con los míos...
No, no, no por favor, que no sea uno de esos hombres. Me quedo quieta sin hacer un movimiento, mi mente quedo en blanco, no sé qué hacer.MaximilianoNo, lo arruiné. Fui una mala decisión besarla, fue repentino, solo lo hice, si quería hacerlo, pondría como escusa el momento, pero la verdad es que me moría de ganas de hacerlo desde que vi sus labios mientras comíamos. Me separé nada más un poco de ella y me di cuenta de que estaba asustada, lo cual me hace pensar solo en una cosa de la cual he estado pensando desde hace horas...–Lo siento– alejo mis manos de su espalda, no quiero que crea que invado su espacio– lo lamento, no debí hacer eso.–No lo vuelvas a hacer–su voz es fría y tiembla–Como tú digas, yo no quería hacerte sentir mal– aparto mi mirada apenada de ella.Todo se vuelve un comp
MaxEstar con ella ha sido lo mejor que me ha pasado, es hermosa y no dude en decírselo. Solo esperaba que mi inexperiencia no me delatara.Su piel es suave y desprende un olor dulce, un olor que no te permite apartarte, un detalle fue la luz, no podía ver su cuerpo, pero si lo pude sentir y creo que eso fue mucho mejor.En estos momentos la tengo descansando sobre mi pecho, yo estoy agotado, con una de mis manos en su espalda decidí cerrar los ojos para que podamos descansar.A la mañana siguienteAl abrir los ojos, la busqué de inmediato, recorrí toda la habitación con mis ojos, nada, mi última esperanza era el baño, me puse de pie rápidamente, pero de nada sirvió, ella no se encontraba en ningún lugar. En el baño estaban las prendas que le compre, lo único que faltaba era su ropa interior, cuando volví al cuarto note que en mi mu
Una semana después MaxEn todos estos días no la he encontrado, me preocupa que ella pudiera cometer otro atentado contra su vida.Por lo que pude observar ella es una mujer que ha sufrido mucho, tiene desconfianza de los demás y por lo visto también sobre su apariencia, ella es hermosa, pero parece no notarlo.A esa mujer no me la puedo sacar de la cabeza, desde que volví hace un par de días de Las Vegas no he dejado de pensar en ella, siento la necesidad de volverla a encontrar, espero volverlo a hacer.Contrate a algunas personas para buscarla, pero no sé si sea lo correcto, quizás ella se lo puede tomar mal, es que en realidad nadie se tomaría a bien que la estén buscando diez hombres, definitivamente tengo que cancelar esa estúpida orden.Mando un mensaje a mis investigadores que en realidad no han conseguido ni una informaci&oac
Max. Es ella, por un momento me quedo observando asombrado, es mi desconocida, coro a socorrerla, se desmayó, la tomo en brazos y voy afuera, directo a mi deportivo. La dejo en el asiento de copiloto, pongo el cinturón y rápidamente me subo a mi asiento. La llevo al lugar que yo trabajo, lo primero que hago es dejarla es llevarla a urgencias. –¿Doctor Max que paso? –una de las enfermeras me pregunta.–Atiéndala por favor–digo afligido.Rápidamente, ella le toma el pulso, hace el proceso de rutina, le pido que le tome una muestra de sangre, quizás puede tener anemia o algo por el estilo, debido a las condiciones de hace algunos meses. Aún no lo puedo asimilar por completo, la tengo a mi lado, está vestida con un traje de chef, en el cual sobre su corazón dice Franchesca.Finalmente, sé su nombre, Franchesca, no me atrevo a tocar
Max Ella quedó sin palabras, los impulsos me ganaron y luego de esa vergonzosa platica con mi madre tenía que demostrarle que mis palabras eran sinceras.La besé, pude volver a tocar sus labios, habían pasado meses sin lograr tocarlos, el volver a estar en contacto con ellos es algo inigualable.–Gracias–digo separándome levemente de ella, no quiero atosigarla.–¿Gra...? –tartamudea– ¿gracias por qué?–Por recordarme lo lindo que es besarte.Sus labios elevan una ligera sonrisa y sus mejillas se sonrojan un poco más, pero sus ojos destellan nerviosismo o miedo... espero no sea esto último.Ella aumenta nuestra distancia.–Max no quiero que... –desvía la mirada de mí– creas que tienes el derecho a querer besarme cuando tú quieras.–No considero que tenga ese derecho, perd&o
–Ahora la enviaré con un especialista, es uno de los mejores del hospital, él le va a hacer su primera ecografía–me extiende el papel.–G... –no puedo platicar con claridad– gracias doctor– no sé qué decir en realidad. –Recuerde que debe cuidarse mucho, como usted dijo un colega le comento que era muy poco probable que tenga otro hijo, así que disfrute de esta nueva oportunidad.Yo solo asiento con la cabeza, es la verdad, es una oportunidad única. –La enfermera le indicará donde queda el departamento de ginecología.Al salir una de las enfermeras me da las indicaciones y me dice que me atenderán de inmediato. Llego al lugar indicado, una de las recepcionistas me recibe con amabilidad y luego de darles mis datos me dirige a una habitación, bastante más amplia que la anterior, no hay nadie, me dieron que pase a esperar porque e
El sonido del corazón de un bebé es especial, no pude evitar emocionarme y verlo a él emocionado fue especial, ese momento fue hermoso. Y ahora lo tengo a mi lado, bueno este es su auto, por lo tanto, yo soy la que está a su lado. Parece estar tan atento a cada movimiento que hago, por lo visto se tomó bastante bien que estoy embarazada de élNos estacionamos en la calle frente a una farmacia.–Voy y vuelvo.Luego de unos minutos vuelve con una bolsa, llega a su puerta y me extiende la bolsa.–Te compré unas vitaminas que te hacen falta, ácido fólico, también por si te dan náuseas.–Gracias.–¿Te apetece comer algo en especial?, ¿algún antojo?Ahora que lo menciona se me está antojando papas fritas, pero es muy temprano para eso–Solo dime, al parecer te lo dije y se te vino algo a la cabeza. &ndash
Falta poco para eso, en menos de un mes, exactamente 26 días.–Mejor no hablemos de eso.–Lo mejor será acordar la fecha de la boda.–¿Qué boda?–La nuestra– digo seriamente, aunque quisiera, pero es broma y no se lo tardo en decir por qué me pongo a reír.Al parecer eso lo ayuda a relajarse, se había asustado un poco.–Era broma. –¿Solo tienes una hermana?–Si solo Alison, la cual está casada con Adam, pero ya lo conoces ¿Cómo conociste a Adam?–En Londres por –desvía evidentemente la mirada hacia otro lado– mi exnovio, ellos eran amigos, por eso lo conocí.Exnovio, bueno no debo porque preguntarle de eso, es EXNOVIO, por lo tanto, pasado. –Él es como mi hermano, bueno ahora es mi cuñado.–Sí... te confieso algo, él siemp