Franchesca
Podría culpar a las hormonas, pero... quizás si jugaron a favor, pero la verdad es que tenerlos semi desnudo frente a mí y tan cerca si me movió el tapete. Era la primera vez que hacía esto, la verdad sí me gustó, además puede escuchar claramente que a él le gustó.Al hacerlo terminar él me ayudó a ponerme de pie, sus labios atraparon los míos. Al ya no poder respirar chocamos nuestras frentes.–Eso… eso estuvo genial si solo pudiera–arruga su frente y da un fuerte suspiro–cuando estés mejor te…–no puede terminar la frase.Me encanta callarlo a besos, luego al terminar el beso paso por su lado y voy a buscar el bálsamo, pongo un poco en mi mano y agrego en mi pelo, no sé por qué, pero en este momento me siento una diva. Por su parte él me observa,Esta mañana es muy especial, así que me levante temprano y le prepare el desayuno a Fran, no seré un chef como ella, pero unas tostadas, huevos revueltos, jugo de naranja recién exprimido, algún pastelillo de los de ayer y un té no pueden quedar mal.Al llegar a la cama con la bandeja la veo aún dormida, la despierto con besitos y ella se va despertando con una sonrisa.Le encanto el desayuno, el cual era para los dos, pero al final ella se comió todo, opte por no decirle que era para los dos, ya que las mujeres en ocasiones con la revolución de hormonas que tienen en este estado inician a darles muchas vueltas a un asunto.Nos fuimos a duchar luego, por separado, de lo contrario nos demoraríamos más, ella fue la primera, porque... bueno las mujeres se tardan más.Cuando yo salí de la ducha ella ya estaba vestida de forma sencilla para ir a su trabajo, tomo su cabello por c
Franchesca¿Por qué cuando todo va bien en mi vida tiene que pasar algo?¿Por qué tienen que volver a mi vida?–¿Qué quieren? –mi voz tiembla, al igual que mis piernas y manos.–¿Por qué tan asustada primita? No somos unos desconocidos para que nos temas.–Para mí hasta los desconocidos me dan más confianza.–¿Así que ahora nuestra primita tiene dinero? –responde Jays, que recuerde el más perverso de los dos, aunque era por poco.–No es justo que nuestros padres la mantuvieran por tanto tiempo y ahora no sea capaz de retribuir –la voz fría de Meison me dice que quizás ambos igual de perversos.–¿Mantuvieron? Ustedes saben que me trataron como una basura, no vengan ahora a decir que sus padres fueron unos santos conmigo.–A ver francesi
MaxLuego de ver la película todos nos fuimos a acostar, la verdad, me encantan las películas animadas, por lo visto también le gusto a Fran, ella no la había visto.–¿Cómo estuvo nuestra peque hoy?–Bien, solo algunos antojos, principalmente de frutas–se acerca un poco más a mí.Yo estoy en el centro de la cama, ella aún estaba un poco distante, con lo que le había pasado hoy.Luego de escuchar todo lo que ella le dijo a mi madre, sentí muchas rabia, definitivamente tuve que haberlos golpeado. Son unos infelices al igual que sus padres, pero el asqueroso de su tío...Sabía que su vida había sido dura, pero no tanto, ahora comprendo muchas de sus actitudes, la desconfianza para poder confiar en una familia, además de que desconfía de su belleza, ahora entiendo que viste con prendas así porque quiz&aacu
MaxEn estas semanas ella ha evolucionado mucho, primero que nada, su confianza para vestirse, inicio a usar vestidos, ropa más ajustada, joyas, sencillas, pero las usa, para algunos esto puede sonar muy superficial, pero no, eso significa que está creando confianza con ella misma y su entorno, incluso se maquilla, se ve aún más hermosa. También usa su cabello suelto, cosa que antes vi muy poco.En la casa ahora está en confianza, habla con mis padres, además por lo que ella me ha comentado las sesiones con la psicóloga van de maravilla, definitivamente eso la está ayudando.Hoy si me moría de risa por dentro, le tuve que dejar la mitad de mi pastel de choclo porque mientras lo comía no dejaba de observarlo, preferí cocinarme unos espaguetis mientras.Mientras comía me contaron que lograron sentir las pataditas de nuestra niña.
–¿Qué quieres? –digo conteniendo las ganas de gritarle.–Solo te llamo para decirte que no vuelvas a insistir con ella, no la volverás a ver en tu vida. Ella ahora es mía ¿O no Chesca?Escucho el llanto de ella, seguro la tiene amordazada porque se escucha como ella trata de hablar pero no puede.–No le hagas nada, por favor.–¿Vienes a decir como la tengo que tratar? –se queja– por mucho tiempo la trate como se merecía, ahora que se ha portado mal ella me va a conocer, primero tendremos que deshacernos de ese bastardo.–¿Qué mi***a quieres?–Que te mueras– se ríe al decirlo –quizás nada más si mueres la trate mejor, aunque ella siempre le gusto nuestra relación.–¡Desgraciado, déjala en paz! –le grito –ella no quiere estar contigo, déjala– le termino por suplicar.–Si no va a estar conmigo entonces no estará con nadie– dice antes de colgar.Mi corazón está acelerado, al igual que mi respiración, no veo nada con claridad– ¿encontraron la ubicación? –
MaxEstaba desesperado, llevaba más de catorce horas sin saber nada, no le deseo a nadie vivir esto.Camino de un lado a otro por el pasillo, tuve que salir de la habitación, no soportaba estar ahí, ni en ningún lugar.¿Por qué soy tan inútil? ¿Por qué no la estoy buscando yo?Escucho sonar mi celular, lo sacó de mi bolsillo, es mi tío Ángel.Decido pasarlo de largo y cortar la llamada, no estoy para hablar con nadie.Mi mente no se ha detenido, cada segundo muestra imágenes de ella y los peores escenarios que existan.Tengo fe de que todo pueda salir bien, pero ese hombre es un monstruo, un hombre que le arrebató la vida a su propio hijo es capaz de muchas cosas descabelladas.La puerta de la sala se abre y sale mi mamá corriendo, lo único que pienso es, que no sea una mala noticia.
Al verme todos me sonríen, los ojos de la señora Gabriela se humedecen y corre hacia mí.Me da un gran, pero delicado abrazo, yo sé lo agradezco profundamente.–Estoy tan feliz de que estés de regreso con nosotros–se separa un poco luego de varios segundos y observa mi rostro –¿tienes mucha hambre?Yo solo sonreí porque la verdad sí que tengo hambre.–Vamos–me coge de la mano y me lleva al comedor, donde está puesta para todos y hay mucha comida sobre la mesa.Son las una de la tarde, por el rostro de todos nadie ha dormido, quizás ni comido así que rápidamente todos toman sus lugares.En la mesa también veo al hombre que me salvó.–Gracias por rescatarme– está frente mío, así que no necesito hablar tan fuerte.–Todo sea por la felicidad de mi sobrino.<
Nos vamos en el auto de ellos, con Max nos vamos atrás el inicio a hacerme masajes en mi espalda, los cuales ayudaban mucho.Durante el camino tuve un par más de contracciones, no pensaba que doliera tanto, no tengo idea como lo hacen las mujeres que tienen tantos hijos.Al llegar nos fuimos a una habitación VIP, tenía una enfermera, mi obstetra y a mi docto, pero en realidad Max estaba al pendiente de todo, él sabía exactamente que hacer, además sus padres me venían a ver cada cinco minutos y Alison venía cada tres.Cada vez las contracciones se alargaba más y regresaban cada vez más rápido.En ocasiones no sabía cómo posicionarme, realmente la espalda baja me dolía mucho.Dos horas después al fin podía estar más tranquila al tener la epidural puesta, ya quedaba poco, tenía ocho de dilatación.