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Nos vamos en el auto de ellos, con Max nos vamos atrás el inicio a hacerme masajes en mi espalda, los cuales ayudaban mucho.

Durante el camino tuve un par más de contracciones, no pensaba que doliera tanto, no tengo idea como lo hacen las mujeres que tienen tantos hijos.

Al llegar nos fuimos a una habitación VIP, tenía una enfermera, mi obstetra y a mi docto, pero en realidad Max estaba al pendiente de todo, él sabía exactamente que hacer, además sus padres me venían a ver cada cinco minutos y Alison venía cada tres.

Cada vez las contracciones se alargaba más y regresaban cada vez más rápido. 

En ocasiones no sabía cómo posicionarme, realmente la espalda baja me dolía mucho. 

Dos horas después al fin podía estar más tranquila al tener la epidural puesta, ya quedaba poco, tenía ocho de dilatación.

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