Mientras que el cuerpo de Jonathan intentaba recuperar el control sobre sí mismo, la verdad era que su corazón estaba desbocado y su mente divagaba en alguna fantasía sin precedentes; Zahra se acercaba para encontrarse de frente con un rubio despampanante cuya melena de rulos dorados estaban tan perfectamente peinados que hacían lucir aún más la perfección de su bronceada piel de caramelo.
— Te ves encantadora. — soltó un cumplido cuando al fin logró tomar el control de su propia voz. Tomó de la mano de Zahra y la besó con una honradez intachable haciendo sonrojar a quien recibía el gentil gesto.
— También podría decir lo mismo… Te ves grandioso en ese traje. — admitió tímidamente, pero sin quitarle los ojos mientras su rostro seguía un tanto ruborizado.
Ambos se contemplaron con un magnetismo místico y luego de algunos segundos Zahra rompió el silencio preguntándole por qué se encontraba allí. Resulta que
Publiqué un lunes, lo sé. Pero también sé que hace mucho que no publicaba. Lo lamento. Han pasado cosas... Espero estén bien y que la historia les agrade. ¡Buen comienzo de semana!
—¿Incómoda? — intuyó Jona tras evaluar la expresión de su acompañante.—Odio que me saquen fotos… — confesó ella mientras las mejillas comenzaban a arderle. Que le pidieran a Jonathan una fotografía era totalmente entendible, pero para ella era inconcebible la idea de que pudiera salir bien en alguna foto. Era terrible para fotografiarse y era plenamente consciente de ello.—No te preocupes, divirtámonos dos minutos fingiendo ser ese par de tórtolos que van a casarse. — propuso a modo de distraer la ansiedad de aquella novia que obviamente no quería saber nada con posar frente a una cámara.Zahra lo miró cautivada por su ingenio pero por sobre todo por aquella inmaculada belleza masculina que irradiaba un aura de encanto sin igual. Las feromonas hacían acto de presencia y
Zahra tuvo el momento suficiente para poner al corriente a su amiga de las novedades en su vida.Tuvo que iniciar contándole cómo conoció a Jonathan. Así como también, abarcaron lo sucedido con su vecino la misma noche que llegó de la salida que hicieron cuando había desaprobado su último final.Eva estaba atónita mientras fulminaba con la mirada a su amiga que mostraba sus mejillas al rojo vivo. Era obvio lo humillada que se sentía por el efecto del “Borra cassette”que le pasó factura después de aquella velada. Podía ver la laguna blanca en su memoria con tan solo mirarla a la cara, podía ver a través de su mirada cómo su mente divagaba en la neblina de un lago de recuerdos perdidos que obviamente jamás lograría recuperar, ya que los que había dejado huir al brazo verti
La quijada de Zahra estaba desencajada y no parecía poder recuperar la compostura, al menos no por el momento. Era obvio que las noticias la habían pillado desprevenida. Su orgullo estaba en jaque pero lo que más le preocupaba a Eva era la estabilidad emocional de su amiga. Eva hacía tiempo que había notado una tendencia en el comportamiento de su amiga que tendía a una baja emocional casi tan constante como imperceptible. Y aunque no fuera notorio, no significaba que fuera un detalle menor. Con el correr de los años Zahra había aprendido por las malas a confiar solo en un grupo reducido de personas, eso la fue llevando a ser cada vez más reacia respecto a socializar con otras personas al llegar al punto de solo llegar a hacerlo a menos de que fuera necesariamente indispensable. Eso no implicaba que fuera una especie de ermitaña citadina, de hecho se desenvolvía perfectamente en su trabajo e incluso podía llegar a liderar ci
Una llamada nocturna.Eran más de las diez.Se preguntó quién podría ser y para su sorpresa era el portero, avisándole que aún no había podido darle la llave a su inquilina y que él ya debía irse. Benjamín tomó la responsabilidad de entregarle la nueva llave a su vecina.Mientras permanecía atento a la puerta de su vecina solo podía pensar en la hora. Eran más de las once de la noche y aún no había señales de que estuviera por llegar. Comenzó a preguntarse si estaría bien, y si… ¿y si le había sucedido algo? ¿Quizás tenía miedo de regresar a su propio hogar por culpa de aquel cobarde? ¿O si…? El solo pensarlo le hizo estremecer. Se levantó de su sillón y comenzó a dar vueltas por todo el departamento con la puerta
Al fin era viernes por la noche y así nomás había llegado el momento de la despedida de soltera de Eugenia.Cuando a Zahra le llegó el mensaje de la novia anunciando su boda e invitándola a la fiesta, no le sorprendió en lo absoluto. Al menos ahora estaba formalmente invitada a esa velada nocturna y, mientras la felicitaba por la buena noticia, agendaba el lugar donde se encontrarían para la celebración.Eva pasó por ella a la hora pactada, hacía un frío terrible y la nieve caía con un entusiasmo bastante considerable.Ambas amigas traían puestos vestidos muy delicados y bellos. Eva lucía un vestido color manteca combinado con un trazo de encaje dorado que le brindaba un diseño muy sofisticado y único. Los zapatos rojo brillantes, de tacón largo, no le permitían utilizar bien los pedales del auto,
La mayoría se conglomeró alrededor de las barras del escenario para ver los bailes excitantes de losstriptease, que con cada prenda que se retiraban recibían una ovación por parte de todos sus espectadores.Las mujeres contaban con sus propios bailarines mientras que los hombres contaban con su show personalizado. Había para todos los gustos y colores. Era evidente que la anfitriona no había reparado en gastos y quería que todos sus invitados recibieran un trato especial.Zahra era consciente de que no estaba tan acostumbrada a esos eventos, pero que hubiera como invitados hombres dentro de una misma despedida de soltera le resultó bastante extraño. Sin embargo, a nadie parecía molestarle sino todo lo contrario.Quiso comentarle este punto a su amiga, pero se encontró con que en realidad estaba junto a un muchacho que no dejaba de
Unos días antes…Benjamín recién estaba seleccionando la cápsula de café que tomaría cuando oyó cómo su vecina partía para su trabajo.Permaneció unos minutos pensativo mientras volvía a su rutina mental y matutina concentrándose en cada una de las tareas que debería ir abarcando a lo largo del día. Sin embargo, por un momento, todo eso le pareció minúsculo e insignificante.La imagen de su vecina yendo a trabajar resultaba más reconfortante y había invadido cada rincón de sus pensamientos. Se quedó perdido recapacitando en que a pesar de que había tenido un día complicado y había llegado tarde a su casa, ella fue perfectamente capaz de partir a su trabajo yendo incluso más temprano de lo normal.Todavía recordaba la noche ant
Mientras Benjamín traía a su presente aquel recuerdo, donde su amiga de la infancia lo invitaba a su despedida de soltera; no podía entender cómo de aquel simple acto podría haber surgido una escena tan encendida. Y no necesariamente por lo fogosa sino más bien por el enojo que estaba plasmado en el rostro de Zahra.¿Cómo había terminado ella en el mismo lugar? Pero ciertamente estaba aliviado de verla. La noche se había tornado ciertamente incómoda y el hecho de no conocer a nadie se le hacía fatal. A la única que conocía era a Signer, pero ella solo se asomaba a él para restregarles a sus amigas que conocía a un Andapoles, como si así su prestigio se elevara por las nubes. Ahora recordaba la razón por la cual se escapaba de sus brazos, que lo ataban como cadenas durante las fiestas de su infancia. La misma se