—Te levantaste tan temprano, ¿no quieres dormir un poco más?—preguntó con curiosidad Armando, quien ya estaba vestido y listo para ir al baño.

Aunque suele ser un adicto al trabajo entre semana, hoy es fin de semana. Supuse que como todos los trabajadores, aprovecharía para dormir hasta tarde. Definitivamente este hombre no es como los demás.

—Te llevaré a la estación y luego volveré a la villa a dormir un rato más.

Su respuesta me sorprendió. Se había levantado temprano solo para llevarme a la estación. Qué considerado de su parte, realmente inesperado.

Pero al mismo tiempo que me sorprendía, me alegraba en el fondo.

—No es necesario, puedo tomar un taxi.

A pesar de que en el fondo quería que me llevara, en la superficie lo rechacé. Si me mostraba demasiado entusiasmada, tal vez pensaría que quiero que otros sepan nuestra relación y aprovechar para ser su novia.

—Dame diez minutos.— Armando me miró de reojo y después de soltar esas palabras, entró al baño.

Me quedé aturdida por uno