[ Visión de Aya Millenis]
"¿Qué quiso decir con: o tomará el castigo?" - ¿Cómo pudo castigarme? - Me tapé la boca con las manos y acabé diciendo la última parte de mi pensamiento en voz alta. Siento escalofríos por la columna vertebral, respiro hondo, lo habrá dicho para asustarme, como una broma.
Cierro las carpetas del ordenador y recojo sobre la mesa la tarjeta de crédito personal que dejó aquí ayer, no me imaginaba que la había dejado sólo para que fuera a comprar su almuerzo. La empresa tiene una cafetería, pero al parecer no le gusta la comida. Me guardo la tarjeta en el bolsillo de la americana y me dirijo al ascensor, el restaurante está a cinco minutos.
*** Diecinueve minutos más tarde ***
Cuando sólo queda un minuto del tiempo que me dio Iuri para recoger su alm
[Vista de Iuri Stevens]¡Maldita sea! ¡Diablo Violeta de la cara más sexy que he visto!¿Cómo he podido ser tan débil? ¡El plan era tan sencillo!No quería haberla besado, sólo quería haberla provocado, haciendo que ella quisiera besarme y no al revés, quería que cerrara los ojos y avanzara sobre mí, para poder apartarme y sonreírle seductoramente, pero en lugar de eso intentó apartarme con la cara tan sonrojada que el que avanzaba sobre ella era yo.Vaya, eso resultó ser como una daga de doble filo, y me corté feo. No pude resistirme a esa boca que siempre estuvo tan lejos de mi alcance, pero que ahora estaba a unas milésimas, a esa piel bronceada, sedosa y olorosa, a esos pelos suaves y negros que siempre me parecieron tan bonitos, pero que nunca pude atrapar, a esas curvas que dejó de esconder y que se burlaban
[Vista de Iuri Stevens]Aparco el coche delante del piso de Aya, es un lugar agradable, con un buen barrio, no es uno de los barrios más elegantes de Manhattan, pero es un buen lugar. Miro mi reloj de pulsera y marca exactamente diecisiete horas y treinta minutos, cojo mi teléfono móvil de la guantera y marco su número de teléfono móvil personal, tuve que sacarlo de la carta de la oficina, se me olvidó que me enviara el número a mi correo electrónico junto con la dirección.- ¿Quién es? - una extraña voz femenina responde, no sabía que tenía empleados.- Iuri Stevens, quiero hablar con Aya Millenis, ¿está ella?- ¡Sí, Aya! - Alejo el teléfono de mi oído, la loca grita muy fuerte, definitivamente no es una criada.- ¿Qué es? - Oigo la voz de Aya al otro lado.- Tu querido
Aya tarda unos segundos en responder un simple "tranquilo", estoy un poco decepcionado por esta respuesta. Michelle y yo nos dirigimos al centro de la sala, donde las parejas bailan en mayor número. Nos detenemos en un lugar donde puedo ver a Aya, la música es un clásico, Michelle es una gran bailarina, desgraciadamente yo no, y le piso el pie tres veces, pero seguimos con el baile.- ¿Es la misma Aya de hace siete años?- Sí.- Es muy bonita, tiene buen gusto.- Realmente, por fuera es muy hermosa. Hoy es mi secretaria - informo.- ¿Sigues enamorado de ella?- La pasión no es precisamente lo que me mueve estos días.- No puedes quitarle los ojos de encima.Prefiero no responder a esa afirmación, nunca estuvimos cerca, pero le agradezco mucho que me haya ayudado sin querer nada a cambio por tercera vez.La fiesta está a punto de terminar. Miro u
[Vista de Iuri Stevens]Detengo el beso y admiro su rostro sonrojado, su respiración es irregular y eso la hace aún más bella, me mira fijamente con lujuria, vuelvo a tomar sus labios en un profundo beso, nuestras lenguas bailan una sobre la otra y eso hace temblar todo mi cuerpo. Responde con avidez a cada estímulo, frotando su cuerpo cada vez más contra el mío, incitándome a devorarla aún más rápido.Lentamente detengo el beso, termino mordisqueando su labio inferior, en respuesta ella me sonríe, nuestras respiraciones se mezclan, todo mi cuerpo está caliente como el infierno. Necesito tocar su piel. Como si leyera mis pensamientos, levanta los brazos, me coloco de rodillas entre sus piernas y sin dudarlo agarro el dobladillo de su vestido de gala, que para facilitar mi lado solo cubre de la cintura para arriba, se lo quito por completo y para mi sorpresa no lleva sujeta
- Lo que quieras - sigo acariciando su espalda, ¿es ahora cuando va a decir que tengo que casarme con ella?- Desde el día en que te fuiste y me dejaste con tus padres, esperaba tu regreso. Tu madre no me decía a dónde ibas ni cuándo ibas a volver, sólo decía que un día volverías. Aunque esperaba que volvieras, al mismo tiempo temía tu regreso", empieza a rodear mi abdomen, "temía que te negaras a hablarme de nuevo, o que me dieras una patada sin siquiera darme la oportunidad de decir algo".- Yo nunca haría eso", me defiendo.- Ahora lo sé, gracias por ser siempre tan amable - me besa el pecho, algo en mí se calienta - Unos años después de que te fueras, me perdí en mi interior, entré en una universidad y me encontré de nuevo con mi madre, aún guarda mucha rabia hacia mí, cuando me vio, tiró mis libros al suel
[Vista de Iuri Stevens]Nunca he dormido tan bien como esta noche, realmente es cierto cuando dicen que la calidad del sueño mejora cuando duermes junto a la persona que quieres. Me he despertado con Aya acurrucada contra mí, mi brazo hasta ahora está un poco entumecido. Pero cuando recuerdo su pelo esparcido por la almohada, su respiración tranquila, su rostro tan sereno en un sueño profundo, siento que vale la pena quedarse acurrucado con ella toda la noche.Me levanto sin hacer ningún movimiento brusco, no quiero despertarla, la dejo en la cama y me dirijo a la cocina, mi chica necesita un café bien reforzado, seguro que aún debe estar dolorida por lo de ayer, este será nuestro primer café de muchos juntos. Puse en la bandeja manzanas y plátano, dos vasos de zumo de uva -mi favorito- , dos trozos de tarta de fresa y para terminar unos caramelos.Miro con org
- Me alegro de volver a verte, he oído que te has convertido en una de las mejores abogadas de la región, mi enhorabuena.- Gracias - Cris agradece sonriendo, pero luego se dirige a mí - Aya, ¿podemos hablar a solas un momento?- Por supuesto - me dirijo a Iuri - Siéntase como en casa... um, Iuri - casi le llamo amor, cálmate Aya, aún no sabes si eres tan íntima.Con pasos cortos y rápidos salgo de la habitación y me dirijo directamente a mi cuarto, mi hermana viene justo detrás de mí y nada más entrar cierra la puerta, nunca la había visto tan seria como ahora. Estoy en problemas, mi hermana siempre está alegre, cuando está así es señal de cosas malas.- Mira, lo siento, no sabía que te ibas a quedar aquí esperándome, yo... yo... -intento adelantarme, pero no encuentro las palabras adecuadas para salir de la l
[Visión de Cristine Millenis]No puedo estar más feliz por mi hermana, durante todos estos siete años que han pasado, he seguido de cerca cada lágrima que ha derramado, y todo el esfuerzo que ha hecho para no volver a caer en la depresión.No sé a dónde fueron los tortolitos, pero por su alegría supuse que no volvería a tiempo para hacer las compras, así que me adelanté, y ahora estoy aquí, frente a la quinta tienda para comprar los vestidos que tienen que ver con la cara de mi hermanita, menos mal que conozco las medidas de Aya.Aunque nos acercamos más después de lo que le hicieron nuestros padres, los únicos programas que hicimos juntos fueron visitar el orfanato y tomar chocolate caliente en sus noches de llanto. Me gustan mucho esos chicos, más aún porque fueron una de las razones por las que mi hermana se mantuvo firme.<