- Me alegro de volver a verte, he oído que te has convertido en una de las mejores abogadas de la región, mi enhorabuena.
- Gracias - Cris agradece sonriendo, pero luego se dirige a mí - Aya, ¿podemos hablar a solas un momento?
- Por supuesto - me dirijo a Iuri - Siéntase como en casa... um, Iuri - casi le llamo amor, cálmate Aya, aún no sabes si eres tan íntima.
Con pasos cortos y rápidos salgo de la habitación y me dirijo directamente a mi cuarto, mi hermana viene justo detrás de mí y nada más entrar cierra la puerta, nunca la había visto tan seria como ahora. Estoy en problemas, mi hermana siempre está alegre, cuando está así es señal de cosas malas.
- Mira, lo siento, no sabía que te ibas a quedar aquí esperándome, yo... yo... -intento adelantarme, pero no encuentro las palabras adecuadas para salir de la l
[Visión de Cristine Millenis]No puedo estar más feliz por mi hermana, durante todos estos siete años que han pasado, he seguido de cerca cada lágrima que ha derramado, y todo el esfuerzo que ha hecho para no volver a caer en la depresión.No sé a dónde fueron los tortolitos, pero por su alegría supuse que no volvería a tiempo para hacer las compras, así que me adelanté, y ahora estoy aquí, frente a la quinta tienda para comprar los vestidos que tienen que ver con la cara de mi hermanita, menos mal que conozco las medidas de Aya.Aunque nos acercamos más después de lo que le hicieron nuestros padres, los únicos programas que hicimos juntos fueron visitar el orfanato y tomar chocolate caliente en sus noches de llanto. Me gustan mucho esos chicos, más aún porque fueron una de las razones por las que mi hermana se mantuvo firme.<
[Vista de Iuri Stevens]Me despierto antes que Aya, un mal presentimiento me oprime el pecho, pero intento apartarlo de mis pensamientos. Me quedo mirando su rostro suave y sus delicadas facciones, su pelo negro desparramado sobre la almohada de forma desordenada, una de sus piernas sobre mi cintura y su mano apoyada en mi pecho desnudo. Imposible no sonreír, por fin tengo en mis brazos a la mujer que nunca salió de mi mente. Estoy destinado a amarla, y no permitiré que nada nos separe, si me lo pide por el mundo, encontraré la manera de hacerlo.Se mueve, abre los ojos lentamente y luego brillan de risa.- ¡Buenos días! - su voz suena ronca.- Buenos días, diablillo.- ¿Me estabas viendo dormir? - Digo sonriendo, y ella se mueve de nuevo y apoya su cabeza en mi brazo.- Eres muy sexy, eso seguro", digo y froto mi chico en su muslo, para que sienta cómo me deja.
La hago ponerse de pie y la pongo boca abajo sobre la mesa. Le sujeto las manos a la espalda, sus caderas están dobladas hacia mí y mi miembro palpita dentro de sus pantalones, ansioso por ser liberado. Le bajo las bragas que lleva, doblo las rodillas y empiezo a lamer su raja, no tardo en escuchar sus gemidos, cuando veo que está lo suficientemente mojada retiro mi miembro y se lo meto sin un ápice de delicadeza.- ¡Sí, Iurii! - grita mi nombre.- Sí, grita el nombre de tu hombre - le ordeno y me obedece.Utilizo mi mano libre y sujeto su cintura con firmeza, aumentando el ritmo de mis movimientos, el sonido de mi ingle golpeando su gran culo resuena en toda la cocina. Cuando siento que sus paredes me aprietan con fuerza, me salgo de ella.- ¡Oye, termina lo que has empezado! ¡No puedes dejarme así! - se queja aún tumbada en la mesa, pero yo aparto a mi chico y me alejo.- A
***En el Hotel Galanis...Después de aterrizar, un coche ya nos estaba esperando, durante el trayecto hasta el hotel Iuri me iba diciendo el nombre de las calles, los edificios más famosos y los lugares emblemáticos. Incluso las calles de aquí son lujosas. En treinta minutos llegamos por fin a nuestro destino.- ¡Iuri! - El Sr. Hades Galanis está de pie frente al hotel, vestido con un traje negro.- Hades, cuánto tiempo sin verte - Iuri le da la mano.- ¿Cómo fue el viaje? - pregunta el Sr. Hades, sonriendo.- Pacífica - responde Iuri - Esta es Aya Millenis, mi secretaria y novia.- Encantado - Hades me estrecha la mano, sonrío con simpatía - Coge sus maletas - ordena y dos empleados recogen nuestras maletas, llevándolas al interior del hotel.Miro hacia arriba, puedo adivinar que tiene no menos de veinte pisos, es muy grande, todas
Necesito encontrarlo, no sé dónde buscar, pero preguntaré a cada persona que conozca si alguien lo ha visto hasta que encuentre una pista. Paso por la puerta, el viento helado del crepúsculo me golpea la cara, una mano me sujeta el brazo, miro hacia atrás y Hades me mira con seriedad.- ¿Qué quieres? - Pregunto de forma aproximada.- Qué mujercita más impertinente - me suelta, pongo los ojos en blanco ante su insulto - Escucha, ¿cómo piensas encontrarlo?- Eso no es de tu incumbencia.- Escucha, no sé los detalles, pero me pidió que no te dijera las pocas palabras que me dijo.- ¿De qué estás hablando? - Entrecierro los ojos en su dirección, con la duda presente en su mirada.Hades suspira y yo me inquieto aún más, mi corazón grita que algo muy malo está pasando, no sé qué es, pero s
[Vista de Iuri Stevens]- ¡Aaai! - el grito de dolor rompe los pocos segundos de silencio tras mi disparo.Mi disparo fue certero, acerté de lleno en su mano antes de que su dedo apretara el gatillo e impactara en la cabeza del chico, el sonido del arma al caer al suelo fue amortiguado por el grito de dolor del matón, que para mí, es casi una canción. Un tiro en la mano no es mucho ante todo el mal que hizo, especialmente a Luana.Lucas suelta inmediatamente las piernas del canalla juvenil y vuelve a donde están los otros niños acurrucados en la esquina de la pared, el sonido del llanto de Ysie destaca entre el resto, mi corazón se aprieta. No quería que los niños hubieran visto eso.El bastardo cae de rodillas y sacude su mano disparada, la sangre empieza a acumularse en el suelo, su cara se vuelve roja de ira y dolor.- ¡Maldito bastardo! ¡Te voy
[Vista de Francisco Millenis - padre de Aya Millenis ]" - En directo, diez minutos después de la impulsiva entrada del nuevo director general de las grandes empresas, Stevens Construction. Iuri Stevens acaba de salir del interior del orfanato con Aya Millenis, su secretaria, en brazos. Los agentes de policía acaban de informar de que recibió un disparo en el costado del abdomen y que ya ha perdido mucha sangre, por lo que fue trasladada al hospital Cooper Clinic. Los niños en este momento están siendo apoyados por los oficiales de policía, gracias a Dios ninguno de ellos tiene heridas graves..."Mis ojos se agitan y siento que se me congela la columna vertebral, un temeroso escalofrío me recorre todo el cuerpo, siento como si el aire se diluyera en mis pulmones y acabo tragando sin masticar la galleta que mi mujer preparó para el desayuno de la noche, rascándome la garganta. La voz de la reportera se silen
[La visión de Aya Millenis]Es una sensación muy extraña, ver una película de toda tu vida desarrollándose ante tus ojos, por no decir que es desesperante.No tengo muchos recuerdos agradables, lo mejor de mi vida empezó cuando empecé a trabajar en la constructora Stevens. Hice buenos amigos, gané una hija del corazón y tuve la oportunidad de conseguir el perdón de Iuri, y lo que es mejor, conseguí ser amada como siempre quise, por el hombre que nunca me abandonó.Tengo ganas de llorar, pero las lágrimas no quieren salir. Aparecen los rostros de mis padres, ojalá me hubiera llevado bien con ellos antes de morir. Debería haberme esforzado más, al fin y al cabo, sólo al final comprendemos que el error de uno no justifica al otro.Mi pobre niña, mi querida Heloysie, lo que me alivia es saber que ahora, adem