Al día siguiente Sheila se despertó con los rayos del sol entrando por una gran ventana…

Ella sintió que su cabeza se troceaba por pedazos, no recordaba nada de lo que había pasado, pero tenía una extraña incomodidad en su cuerpo, bajo su cabeza y se encontró desnuda con muchos moretones de todos los colores en su blanco cuerpo.

En ese momento pensó que su mundo se terminaba de venir abajo, ¿qué hizo? miro el lugar donde estaba y no lo reconocía.

- ¿Dónde estoy? –

Se preguntaba ella misma.

- ¿Dónde está Linda? –

Sheila empezó a llorar desesperadamente ¿qué había pasado?, trato de reponerse y levantarse el ánimo, por lo menos ya no tenía nada más que perder.

Ese pensamiento amargo la atormentaba, aunque ella tenía claro que con la persona que pronto se casaría no intimarían, quería mantener su integridad hasta el final de sus días, no pensaba entregarse a un hombre hasta después de su muerte, incluso hasta después de su siguiente vida, ella ya está planeando hacer que el hombre con el