Narra Alondra FerreyraEstábamos haciendo la negociación con el oficial inútilmente para que nos dejara ir, después de cómo nos había encontrado. No teníamos excusa realmente pero al menos por mi parte había valido la pena, nunca habíamos hecho el amor así y se había sentido maravillosamente bien, no sé si por la adrenalina del peligro o por tanto tiempo que llevábamos sin hacer el amor. Lo disfruté al máximo y creo que a David le pasó lo mismo, afortunadamente ya habíamos terminado.Este había sido uno de los momentos más excitantes de mi vida, creo que no estaba preparada para que esto sucediera. Nos dejamos llevar por la pasión, pero estos hechos siempre acaban mal, ya sea porque otras personas se daban cuenta y denunciaban o los propios agentes llegaban en el momento justo, cuando menos se les necesitaba. Pero estoy contenta, feliz de haber vivido esta experiencia.David se fue caminando con el oficial, yo suponía que para llegar a un acuerdo porque el oficial quería que fuéramos
Narra Alondra Ferreyra–Hola Fina, disculpa la tardanza es que no había pasteles ya hechos y nos tocó esperar – David saludó a Fina – Pero todo tiene un lado bueno y ahora hasta tenemos dos opciones.–Hola David y muchas gracias, sabes que adoro los postres –Respondió Fina.–David y Alondra, ¿Podrían por favor poner la mesa? Ya se nos hizo tarde para comer – Nos pidió Carmen.–Claro que sí Carmen, sin problema –Respondí yo, aun apenada.Entramos David y yo, para buscar todo lo necesario para poner la mesa en la cocina y ya que teníamos todo, nos pusimos a poner los mantelitos individuales, los platos, los vasos, copas para vino y cubiertos. David y yo nos lanzábamos miradas cómplices y de la nada nos comenzamos a morir de risa de acordarnos de toda la situación por la que habíamos pasado hace rato. Cuando ya todo estaba listo en la mesa, les avisamos a Carmen y a Fina y ellas pasaron a sentarse a la mesa. David y yo no dejamos que Carmen hiciera nada y nos pusimos a atenderlas y desp
Narra David de MaríaLos rayos y la lluvia pegaban en mi cara y lograron despertarme, nos habíamos quedado dormidos Alondra y yo, en medio del bosque y cuando ya estábamos completamente empapados por el agua de la lluvia y los relámpagos iluminaban todo el bosque, quise despertar a Alondra y cómo siempre, me estaba costando mucho trabajo. No entendía como si nos estaban cayendo gotas enormes ella no podía despertar, estábamos lo que le sigue de empapados.–Alondra, mi amor, mi princesa despierta. Están cayendo rayos y estamos en medio del bosque, nena, por favor nos tenemos que ir de aquí – Le decía a su oído y la besaba para buscar que ella reaccionara – Mi muñequita despierta, por favor. Es peligroso estar aquí.Al ver que no despertaba, rápidamente me levanté y la tomé en mis brazos para alejarnos al menos un poco de los árboles. Era muy peligroso estar ahí, con la tormenta terrible que estaba cayendo. Afortunadamente cuando Alondra notó, que yo caminaba con ella en mis brazos, se
Narra David de María–Alondra, mi amor. Buenos días ¿Café? – Dije acercándole la taza, la cual ella tomó.–Sí mi amor, gracias. –Te ves hermosa mi amor, ¿Quieres ya bajar a desayunar? –No mi amor, aunque me bañe anoche me quisiera meter a bañar. Mi cabello es un desastre y tú ya estás muy guapo, vestido, cambiado y arreglado.–Son las ventajas de levantarse temprano, así rinde más el día – Me burlé un poco de ella – Pero tú no sabes de eso mi reina.–Vete al demonio – Me dijo ella riéndose y me aventó una almohada – Vete para que me pueda meter a bañar.–No me iré ahora que me has pegado con esa almohada menos – Respondí y le di también con una almohada – A toda acción hay una reacción mi princesa, no debiste pegarme.Ella no se dejó y se desató ahí una guerra de almohadas hasta que la voz de mi madre, nos interrumpió, dejándonos apenados ante el espectáculo que estábamos haciendo como si fuéramos dos niños chiquitos.–Chicos, les estoy gritando que si pueden bajar a ayudarme a hace
Narra Alondra FerreyraEstaba en la recámara de David, terminando de arreglarme para poder bajar con David y Carmen a desayunar algo, cuando me asomé por la ventana y pude ver que ellos estaban en el patio, en dónde nos sentamos David y yo a ver las estrellas y la luna la primera noche aquí. Veía que no estaban en una situación cómoda y a pesar de que no quería abrir la ventana para escuchar su conversación, pues parecía algo de muy mal gusto de mi parte.Pudo más la parte de mí que se preocupaba, porque mi chico estuviera de nuevo queriendo pelear por algo con Carmen. Así que abrí la ventana, para escuchar el motivo del desacuerdo entre ellos dos. No me gustaba que se pelearan.–David de María Ramírez, me vas a explicar en éste momento ¿A quién le compraste ese celular? No soy tonta, para darme cuenta de que en mi propia cara, te están extorsionando, cómo no te puedes dar cuenta de eso, hijo, por favor – Le reclamaba Carmen a David.–Madre, te prometo, que tengo una explicación y te
Narra Alondra FerreyraMe fui bajando lentamente hasta llegar al piso, me quedé llorando tirada en el suelo del balcón de la habitación de David, cuando escuché, que alguien subía la escalera. No me quería levantar, ¿para qué?Nunca debí de escuchar esa conversación y ahora me sentía peor que nunca, con un miedo terrible, a que esa mujer de una o de otra manera siguiera teniendo contacto con David y que después si lograba que él le volviera a tener confianza, pudiera intentar quitármelo.–Alondra hija, levántate del piso por favor – Me dijo Carmen – Vamos, bajemos para que desayunes algo.–Hola Carmen, lo siento pero no tengo hambre y de antemano me disculpo contigo, porque he escuchado toda la pelea entre David y tú – Le dije apenada – Sé que no debí hacerlo, pero la verdad es que me intrigaba ver el motivo, de que estuvieran tan molestos, el uno con el otro.–No te preocupes Alondra, era algo que yo venía justamente a comentar contigo. No quiero que entre nosotras existan problemas,
Narra David de MaríaDespués de que, me salí a perderme en la inmensidad del bosque por un rato, ya que realmente lo necesitaba para calmarme, despejarme y para estar lo más tranquilo posible para cuando se diera la discusión con Alondra, pues eso era seguro de que se daría, se daría. Ella no se iba a quedar tranquila después de saberlo todo y sé que ella tenía razón, por eso antes de confrontarla tuve que salir y tranquilizarme. Era lo mejor, para ella, para mí, para todos.Regresé a la casa y no las encontré ni a ella ni a mi madre, debieron salir juntas a algún lugar porque Alondra no conocía Valle de Bravo y aunque era muy aventurera, no la creía capaz de salirse sola a ningún lado. Me senté en la sala y llamé al móvil de mi madre pero no tuve respuesta, después llamé al móvil de Alondra y tampoco tuve respuesta. Lo único que con más razón podía asegurar ya que ninguna me respondía el móvil es que estaban juntas, era lo único seguro. Me senté a ver televisión y me sorprendió la ll
Narra David de MaríaDespués de que, me salí a perderme en la inmensidad del bosque por un rato, ya que realmente lo necesitaba para calmarme, despejarme y para estar lo más tranquilo posible para cuando se diera la discusión con Alondra, pues eso era seguro de que se daría, se daría. Ella no se iba a quedar tranquila después de saberlo todo y sé que ella tenía razón, por eso antes de confrontarla tuve que salir y tranquilizarme. Era lo mejor, para ella, para mí, para todos.Regresé a la casa y no las encontré ni a ella ni a mi madre, debieron salir juntas a algún lugar porque Alondra no conocía Valle de Bravo y aunque era muy aventurera, no la creía capaz de salirse sola a ningún lado. Me senté en la sala y llamé al móvil de mi madre pero no tuve respuesta, después llamé al móvil de Alondra y tampoco tuve respuesta. Lo único que con más razón podía asegurar ya que ninguna me respondía el móvil es que estaban juntas, era lo único seguro. Me senté a ver televisión y me sorprendió la ll