Narra Alondra FerreyraEsa noche, después de regresar con los chicos, todos votamos, por quedarnos a dormir ahí en Santillana del Mar, aunque no estábamos tan lejos de San Vicente de la Barquera, todos seguíamos cansados por el recorrido del día y por la desvelada. Afortunadamente, Sabadelle, consiguió un lugar para quedarnos y era el Hotel Cuevas y apenas entramos, me di cuenta que Sabadelle, era un niño fresa como David, pues tenía un excelente gusto para los lugares. Él y David, se fueron a recepción, para que nos dieran las llaves de las habitaciones, mientras que las chicas y yo, recorríamos un poco el lugar. –Qué bueno que hemos venido con De María – Dijo Romina – Eso asegura, las estancias en lugares como estos. La vez que sólo salí con Sabadelle a un viaje así, acampamos en la playa.Pero hubiera sido mejor que hospedarse en grandes hoteles, aunque no estaba peleada con la comodidad que nos ofrecían, pero, hubiera sido una experiencia muy bonita acampar en ese lugar tan lindo
Narra Alondra FerreyraYo no sabía si Romina, me había leído el pensamiento con respecto a lo que estaba punto de suceder, pero le agradecía infinitamente el que se hubiera querido ir y llevar a Sabadelle y a Jovana. –Coincido con Romina – Dijo Jovana – Alondra y De María, tienen que gozar, de su celebración privada. Buenas noches.Se fueron despidiendo y el último fue Sabadelle, se veía que no había estado nada de acuerdo, con la decisión de David, de pedirme matrimonio, pero, ya a eso, no se le podía hacer nada.–Buenas noches, colega y Alondra – Dijo Sabadelle – Y muchas felicidades.–Gracias – Dijo mi güero.Cuando ellos se fueron a su habitación, David, se levantó del piso y yo, lo tomé de la mano. Mientras caminábamos de vuelta a la habitación, yo pensaba en la mejor forma de decirle, que no podía casarme con él, aunque tenía miedo, que eso acabara con la relación, yo tenía que ser valiente y decirle la verdad. Entramos a nuestra habitación y David, me preparó un café ahí, de
Narra David De MaríaPasamos cerca de dos semanas más, en San Vicente de la Barquera, haciendo base ahí, para movernos a demás localidades cercanas a Cantabria, volvimos a Comillas, regresamos a Santillana del Mar, varias veces, pues a Alondra y a mí, nos había encantado ese lugar y yo, había sido un iluso al soñar, que la vería vestida de blanco en ese lugar de ensueño y que ella y yo, nos uníamos en matrimonio, pero eso, no sería posible, al menos no ahora, en un futuro cercano. No dejé que eso me desanimara y el último día que estaríamos por Cantabria, nos fuimos a Fuente Dé, dónde tomamos un teleférico, yo me subí únicamente con Alondra y Sabadelle, se subió en otro con Romina y con Jovana.-Alondra, mi amor, ¿Qué te ha parecido Cantabria? - Le pregunté, mientras estábamos en el teleférico, mirando las impresionantes vistas - Espero, que te guste tanto como a mí.Era de los lugares que más me gustaban a mí, por eso había decidido traerla a que disfrutara de todos los lugares, que
Narra David De María–Si colega, yo también tengo algo de tos – Dijo Sabadelle – Pero es por el frío que hace.–Está bien, pero si en algún momento, te sientes mal, nos vamos mi hermosa Alondra. No le insistiría, pero estaría pendiente de todo lo que le pasara, no quería que nada en el mundo, dañara este hermoso viaje, así que debíamos continuar, caminando y disfrutando de todo lo que nos estaba enseñando este viaje. –Sí, mi amor.Cuando me aseguré que Alondra estaba bien, seguimos caminando por el lugar y después nos sentamos un poco en el pasto y cuando ya, nadie podíamos dar un paso, nos fuimos en el auto a comer a Potes y después de eso, pasamos al baño y nos subimos de vuelta al auto. Esta vez, Jovana se fue de copiloto con Sabadelle y yo, me fui con Romina y con Alondra, en la parte de atrás, pues íbamos a ir en el auto hasta Santander, para entregarlo y tomar un tren de vuelta a Madrid.–David, mi amor, me siento cansada – Me dijo mi princesa, cuando íbamos en la carretera.L
Narra Alondra FerreyraLos días que siguieron en Madrid, la pasamos muy bien con David, con Sabadelle y con las chicas, también con otros amigos de él. En nuestro último fin de semana en Madrid, yo me fui a quedar con Carmen, con Viri y con Begoña, a su casa, porque David, no pudo eludir el compromiso de ir a la boda de su hermano, Mi chico se veía guapísimo, cuando me fue a dejar con Carmen y a mí se me caía todo, de solo verlo así, guapísimo.-Alondra, mi princesa, vendré en la noche por ti - Me dijo mi chico con ternura - Te amo, preciosa. Te quedas aquí en las mejores manos, con mi madre y con las chicas.Me había dicho que solo iba a cumplir con ese compromiso, que no se pensaba quedar mucho tiempo en la fiesta, y me pareció lo mejor, no me gustaban, para nada esos dos hermanos de mi güero, ellos eran muy elitistas y que bueno que, ya no tuve que convivir con ninguno de los dos.-Te amo, mi príncipe - Lo abracé y nos besamos - Que te vaya muy bien, David de mi amor, de mi vida y
Narra Alondra Ferreyra–Sí Alondra, que bien que tengas ese valor, de defender tus ideales y de luchar por tus sueños – Dijo Viri – Además, nada está decretado, no sabemos si pasando los años, cambies de opinión o si siempre, te vayas a quedar así, como lo estás ahora feliz con David, pero sin casarse.Pero eso yo, ya lo había decidido, desde que estaba más pequeña, eso no era para mí, no me gustaba y nada ni nadie, me iba hacer cambiar de decisión, yo ya se lo había dicho a David, lo amaba, pero yo no iba a dar ese paso, no estaba en mi mente hacerlo. –Sí hija, no pasa nada – Me tranquilizó Carmen – Además, yo misma, se lo dije a David, ustedes están demasiado jóvenes y tienen toda la vida por delante y yo sé, que, para ti, lo primero es terminar tus estudios, eso me queda clarísimo.Eso siempre había sido lo primero, estudiar, para ser alguien en la vida, conseguir un buen trabajo y seguir alcanzando todas mis metas, yo no me iba a detener por nada, seguiría estudiando.–Sí Carmen,
Narra David De MaríaAlondra y yo, nos teníamos que ir a desayunar con mi padre, por lo que me di prisa, para alistarme y rápidamente, nos fuimos en un taxi a su casa. Quería ir a despedirme de él y que mi hermosa novia hiciera lo mismo, después de todo, mi padre la había tratado bien, el problema se había dado con mis hermanos. Alondra se veía preciosa, vistiendo un vestido color vino, con unas zapatillas de tacón, que, de mis ganas, me hubiera quedado con ella en el piso, por toda la vida, pero ni hablar, teníamos que hacer lo correcto. Mientras íbamos a bordo del taxi, Alondra se pegó a mi pecho y yo, con ternura, la estuve abrazando.–David, me da un poco de miedo, ver a tu padre – Dijo mi princesa – Es que, no lo sé, a lo mejor, a él, le parecerá mal, que no me apareciera anoche en la boda de tu hermano.Eso ya estaba resuelto, y desde luego que a mi padre, no le había parecido, pero eso ya no era relevante, esperaba que ya no le hiciera ninguna pregunta al respecto. –Sí Alondra
Narra David De MaríaNo se imaginaba, hacia donde íbamos, esa era mi última sorpresa, ya habíamos pasado todo el día con mi padre, ahora era el turno, de ir con nuestros amigos.-Mi amor, me dio tristeza, que casi no pasaste tiempo con tu familia aquí - Dijo Alondra - Siento, que ha sido por mi culpa y era lo que menos quería.Yo no me podía pasar este tiempo, que había destinado de llevarla a conocer, estaba sabido cual había sido mi objetivo dese que había planeado este viaje, por eso tampoco habíamos pasado, mucho tiempo con mi madre, ellos sabían el motivo principal.-Para nada, mi princesa. Mi padre, de sobra sabía, que el objetivo de este viaje, era que conocieras tú y sólo eso - La calmé un poco - Lo demás, es lo de menos y además, no pasa nada, lo hemos venido a saludar, que es lo que importa.Ya después con más tiempo podíamos pasar unos días con él, ya que nos había ofrecido su casa, para el próximo viaje. No había ningún problema ahora, si era lo más importante, que ella se