Narra David De María–Si colega, yo también tengo algo de tos – Dijo Sabadelle – Pero es por el frío que hace.–Está bien, pero si en algún momento, te sientes mal, nos vamos mi hermosa Alondra. No le insistiría, pero estaría pendiente de todo lo que le pasara, no quería que nada en el mundo, dañara este hermoso viaje, así que debíamos continuar, caminando y disfrutando de todo lo que nos estaba enseñando este viaje. –Sí, mi amor.Cuando me aseguré que Alondra estaba bien, seguimos caminando por el lugar y después nos sentamos un poco en el pasto y cuando ya, nadie podíamos dar un paso, nos fuimos en el auto a comer a Potes y después de eso, pasamos al baño y nos subimos de vuelta al auto. Esta vez, Jovana se fue de copiloto con Sabadelle y yo, me fui con Romina y con Alondra, en la parte de atrás, pues íbamos a ir en el auto hasta Santander, para entregarlo y tomar un tren de vuelta a Madrid.–David, mi amor, me siento cansada – Me dijo mi princesa, cuando íbamos en la carretera.L
Narra Alondra FerreyraLos días que siguieron en Madrid, la pasamos muy bien con David, con Sabadelle y con las chicas, también con otros amigos de él. En nuestro último fin de semana en Madrid, yo me fui a quedar con Carmen, con Viri y con Begoña, a su casa, porque David, no pudo eludir el compromiso de ir a la boda de su hermano, Mi chico se veía guapísimo, cuando me fue a dejar con Carmen y a mí se me caía todo, de solo verlo así, guapísimo.-Alondra, mi princesa, vendré en la noche por ti - Me dijo mi chico con ternura - Te amo, preciosa. Te quedas aquí en las mejores manos, con mi madre y con las chicas.Me había dicho que solo iba a cumplir con ese compromiso, que no se pensaba quedar mucho tiempo en la fiesta, y me pareció lo mejor, no me gustaban, para nada esos dos hermanos de mi güero, ellos eran muy elitistas y que bueno que, ya no tuve que convivir con ninguno de los dos.-Te amo, mi príncipe - Lo abracé y nos besamos - Que te vaya muy bien, David de mi amor, de mi vida y
Narra Alondra Ferreyra–Sí Alondra, que bien que tengas ese valor, de defender tus ideales y de luchar por tus sueños – Dijo Viri – Además, nada está decretado, no sabemos si pasando los años, cambies de opinión o si siempre, te vayas a quedar así, como lo estás ahora feliz con David, pero sin casarse.Pero eso yo, ya lo había decidido, desde que estaba más pequeña, eso no era para mí, no me gustaba y nada ni nadie, me iba hacer cambiar de decisión, yo ya se lo había dicho a David, lo amaba, pero yo no iba a dar ese paso, no estaba en mi mente hacerlo. –Sí hija, no pasa nada – Me tranquilizó Carmen – Además, yo misma, se lo dije a David, ustedes están demasiado jóvenes y tienen toda la vida por delante y yo sé, que, para ti, lo primero es terminar tus estudios, eso me queda clarísimo.Eso siempre había sido lo primero, estudiar, para ser alguien en la vida, conseguir un buen trabajo y seguir alcanzando todas mis metas, yo no me iba a detener por nada, seguiría estudiando.–Sí Carmen,
Narra David De MaríaAlondra y yo, nos teníamos que ir a desayunar con mi padre, por lo que me di prisa, para alistarme y rápidamente, nos fuimos en un taxi a su casa. Quería ir a despedirme de él y que mi hermosa novia hiciera lo mismo, después de todo, mi padre la había tratado bien, el problema se había dado con mis hermanos. Alondra se veía preciosa, vistiendo un vestido color vino, con unas zapatillas de tacón, que, de mis ganas, me hubiera quedado con ella en el piso, por toda la vida, pero ni hablar, teníamos que hacer lo correcto. Mientras íbamos a bordo del taxi, Alondra se pegó a mi pecho y yo, con ternura, la estuve abrazando.–David, me da un poco de miedo, ver a tu padre – Dijo mi princesa – Es que, no lo sé, a lo mejor, a él, le parecerá mal, que no me apareciera anoche en la boda de tu hermano.Eso ya estaba resuelto, y desde luego que a mi padre, no le había parecido, pero eso ya no era relevante, esperaba que ya no le hiciera ninguna pregunta al respecto. –Sí Alondra
Narra David De MaríaNo se imaginaba, hacia donde íbamos, esa era mi última sorpresa, ya habíamos pasado todo el día con mi padre, ahora era el turno, de ir con nuestros amigos.-Mi amor, me dio tristeza, que casi no pasaste tiempo con tu familia aquí - Dijo Alondra - Siento, que ha sido por mi culpa y era lo que menos quería.Yo no me podía pasar este tiempo, que había destinado de llevarla a conocer, estaba sabido cual había sido mi objetivo dese que había planeado este viaje, por eso tampoco habíamos pasado, mucho tiempo con mi madre, ellos sabían el motivo principal.-Para nada, mi princesa. Mi padre, de sobra sabía, que el objetivo de este viaje, era que conocieras tú y sólo eso - La calmé un poco - Lo demás, es lo de menos y además, no pasa nada, lo hemos venido a saludar, que es lo que importa.Ya después con más tiempo podíamos pasar unos días con él, ya que nos había ofrecido su casa, para el próximo viaje. No había ningún problema ahora, si era lo más importante, que ella se
Narra Alondra FerreyraAl día siguiente, David y yo, nos fuimos a despedir de Begoña a su casa y también a ponernos de acuerdo con Carmen y con Viri, para irnos al día siguiente de vuelta a México, nos quedamos a desayunar con ellas y después David y yo, nos fuimos a pasar, nuestro último día en Madrid, el cuál había sido por demás hermoso y perfecto, recorrer por última vez Madrid, en compañía del hombre al que amaba mucho.–Alondra hermosa, gracias nuevamente, por todo este viaje – David, estaba triste – Hubiera querido, que tuviéramos otro escenario, pero no ha sido así y tenemos que volver a México.Ya sabía a lo que se refería mi güero hermoso, pero yo no podía cambiar de parecer, lo amaba podíamos seguir así como estábamos, nos amábamos, era lo más importante, y dónde estuviéramos, íbamos a seguir queriéndonos, yo no quería vivir en otro lugar, tal vez Madrid, lo podíamos tener como un destino, para venir de vacaciones.–Te amo David, sí, tenemos que volver a México y ¿Sabes? Co
Narra Alondra FerreyraNos subimos todos en ella y apenas nos instalamos en los asientos, David me abrazó y me dormí nuevamente, hasta llegar a Morelia. Esa noche, nos quedamos todos en casa de Carmen. –Chicos, deberíamos pedir algo de desayunar – Dijo Carmen – No comieron nada en el vuelo, se quedaron dormidos y no tenemos nada de comida, pues no hemos estado aquí en mucho tiempo.–Sí madre, ordenemos algo, quiero comer y después descansar – Pidió David – Estoy muerto.–También yo, Carmen – Dije bostezando – Quisiera, dormir todo el día.Estaba tan agotada de todo, que no tenía fuerzas para nada más, solo permanecer acostada y dormir todo lo que se pudiera, pero también teníamos que comer.–Todos estamos igual – Dijo Viri – Pero, debemos comer primero algo de alimento, no podemos estar así en ayunas o nos hará mal.Carmen pidió para desayunar y cuando llegó el pedido, todos nos sentamos a la mesa a comer, después recogimos los trastes, le ayudamos a Carmen a recoger la cocina y Davi
Narra David De MaríaSiempre era lo mismo, Axel se aprovechaba, cuando estaba a solas con Alondra y eso era algo, que me sacaría de mis casillas eternamente. No podía con mis celos, cuando se trataba de ellos dos juntos y la verdad, era que yo no me veía perdiendo a Alondra nunca, ella, lo era todo para mí. Así que, la tomé de la mano tiernamente y sin decirle yo, nada más a ese desgraciado, nos fuimos del despacho de su padre y volvimos a nuestro piso.–Alondra, mi princesa. Siento mucho, lo que pasó allá en el despacho de tu papá, pero sabes de sobra, que no soporto, las actitudes estúpidas de Axel, para contigo, siempre que están solos – Me disculpé – Pero, ya no digas nada. Mejor hablemos de ir de compras, para ir a lo de tu graduación.Traté de convencerla por última vez, era un evento al que debía asistir, pues estaba seguro de que la iban a premiar por obtener siempre las mejores notas, eso lo hacían con los mejores alumnos y ella era la mejor en todo el Tec, sabía que el discu