Narra David De MaríaAl día siguiente por la mañana, Alondra y yo estábamos acostados en su cama y la tuve que despertar, ya era temprano y tenía que dejarla despierta para poder irme al Tec, además necesitaba saber, si podía bajar y salir por la puerta, porque a pesar de haber subido por la ventana, la bajada me daba un poco más de temor.-Alondra, mi princesa despierta por favor - Le estaba dando muchos besos - Tenemos que ir al Tec, mi muñequita hermosa.Yo tenía clases, en menos de una hora y no quería irme sin dejarla despierta. Pero tampoco me podía dar, por nada del mundo el lujo de dejarla dormida y que ella no se presentara, intenté un buen rato hasta que lo logré y ella me iluminó mi día, cuando abrió sus hermosos ojos.-Alondra, mi vida que bueno que ya has despertado - La besé tiernamente - Yo ya me tengo que ir al Tec, te amo.Me estaba desesperando, cuando no abría los ojos, tenía temor de hacer mucho ruido y que su padre, me encontrara aquí en su recámara, por lo que fu
Narra David De María–Hola mi princesa, es para ti – Le entregué la rosa – Te ves preciosa.–Hola mi príncipe – Ella me abrazó – Gracias por la rosa, pero sigues metiéndote en problemas amor. Es de las de aquí del Tec, espero no te vayan a regañar.Eso no me importaba, les compraría todas las rosas que quisieran, con tal de ver a mi princesa contenta. Nada podían hacer, si les dejaba las jardineras sin rosas, mi preciosa la merecía todas.–Por mí, que venga, que me caiga un rayo ya mismo y que me mate. Si muero a tu lado, con eso sería, más que afortunado.–Amor, te amo mucho, pero me tengo que ir a clases. Sé que tú tienes hora libre, pero yo no puedo faltar. Recién hoy retomamos ambos, las clases presenciales, así que nos tenemos que ver más tarde.–Sí, lo sé mi princesa y por mí no te apures. Yo me iré a la biblioteca, quedé de verme en esta la hora libre con el profesor, que me dará el temario de las asesorías y nos veremos ahí al rato.–Sí, ahí estaré profesor. – Me miró coqueta.
Narra Alondra FerreyraPasamos días increíbles juntos, después de eso David y yo, a pesar de tener, que vernos poco tiempo, porque mi papá me había enviado, al taller mecánico de mi tío Juan a ayudarle. Una de esas noches, en que nos veíamos, noté que mi chico iba a verme, mucho más arreglado, de lo normal y no pude evitar preguntarle, antes de que se fuera, de la casa de mi papá.–Te amo, mi consentida – Me decía mi chico – Quisiera quedarme contigo, pero la veo difícil, aquí está tu hermana Anastasia y tus sobrinas.Así era con mis sobrinas aquí, era difícil que se quedara, ya que ellas, en cualquier momento podían entrar y lo iba a encontrar y a decirle a mi papá, mejor que evitáramos eso.–Sí mi amor y he quedado de jugar con ellas un rato, tenía tiempo sin verlas. Se las había llevado su papá.–Sí mi princesa – Me besó con ternura – Espero que la pasen bonito jugando hoy. Ellas te adoran, pero más que yo, nadie.–Amor, hoy has venido más guapo de lo normal ¿Saldrás hoy? Es vierne
Narra Alondra FerreyraYo estaba como loca golpeándola, donde se dejara, nada me importaba, ella se había burlado de mí y la culpa era de David.–Joder, en lugar de que ustedes ayuden a calmarla, más la han venido a poner peor – Les reclamó David a ambos – Son el colmo, ustedes.Cuando al fin nos separaron, una mujer, que era familiar de esa, lo supe por su facha, salió por ella y la metió a la casa. Yo estaba, por irme con mis amigos, cuando llegó una patrulla ahí a detenerme.–Buenas noches, me han llamado, para que venga a detenerla, por venir a armar un conflicto en propiedad privada – Me informó un oficial – Queda bajo arresto y tiene derecho a permanecer callada.Se bajó una compañera de él de la patrulla, quién me esposó y me subieron a la parte de atrás de la patrulla, delante de David, de Julio y de Javy.–Alondra, le vamos a llamar a mi mamá, para que te ayude – Me dijo Julio antes, que la patrulla arrancara – No te preocupes, siempre juntos los tres.–No se la pueden llevar
Narra David De MaríaEstando en la delegación, sentados esperando a que saliera Axel a darnos informes de Alondra, Javier, Julio y yo teníamos tres caras largas y al poco tiempo que Axel había entrado a ver a Alondra, llegó Lola ahí a la Delegación a echarle más leña al fuego, a declarar en contra de mi Alondra y su madre por igual y todavía la descarada, se atrevió a ir a saludarme.–Hola mi amor, supongo que estás aquí para sacar a la delincuente loca y tóxica de tu novia – Se reía con descaro – No te hagas ilusiones, que no saldrá, y de eso yo me encargo.Ni se imaginaba con quien estaba hablando, yo solamente había dejado que conociera, parte de lo que yo representaba, yo con una mano en la cintura, les podía asegurar que mi novia, salía porque salía de aquí, hoy mismo. –Ahórrate tus amenazas Dolores que, por tu culpa me está pasando esto con ella. No debiste abrazarme, sabes que no quiero nada contigo y que amo a Alondra – Declaré – Así que vete, lejos de mi vista, lo haces adre
Narra David De MaríaMe desesperaba ver la lentitud, con que trabajaba este hombre, mejor hubiéramos buscado a otra persona, veía que no se avanzaba en nada.–Axel, necesito ver a Alondra – Demandé con autoridad – Por favor, llévame con ella, porque me urge verla. – Le exigí. – Si eres muy bueno consígueme eso, tengo todo el dinero que se necesita. –Lo siento mucho David, pero el único autorizado, para pasar a verla soy yo – Respondió muy creído – Por ser su abogado. Me cayeron sus palabras como un gancho al hígado, que se creía, ¿cómo qué era el único que la podía ver?–Puedo pagar lo que sea por verla, Axel y necesito, que me digas ¿Cuánto va a ser de su fianza? – Pregunté alterado – No voy a permitir, que otro pague.–David, yo ya me hice cargo de pagar la fianza. Todo saldrá bien, ahorita entraré a verla para avisarle, que mañana a primera hora, ella saldrá en libertad – Nos informó Axel – No sé, si quieras, que le diga algo de tu parte.–No, solo quiero que me dejes ver a mi no
Narra Alondra FerreyraYo no podía dejar de llorar, no quería estar ahí recluida y estaba esperando a que Axel, volviera de nuevo a decirme, si me iba a poder sacar o no. Yo confiaba al 100% en él y estaba segura, que no me iba a dejar sola en este problema. Las mujeres, que estaban conmigo en la celda, se pusieron a platicar entre ellas y fue lo mejor, así no me hostigaban a mí.–Alondra Ferreyra Pérez – Dijo uno de los guardias – Venga conmigo, por favor.El abrió la puerta de la celda, para que yo saliera. Eso a mí me llenó de emoción, pensando de pronto que, ya estaba por irme de ahí.–¿Ya me puedo ir?, perdón ¿Ya he quedado libre? – Me atreví a preguntarle – Espero, que así sea.Dije esperanzada en que esto, fuera para que me dijeran, que ya estaba en libertad y que Axel, había logrado llegar a un acuerdo, para que me dejaran salir, no iba aguantar quedarme encerrada aquí.–No señorita Ferreyra – Respondió él – Tiene una visita de su abogado, en privado.–Gracias – Toda mi ilusió
Narra Alondra FerreyraYa la ropa que traía puesta me estorbaba, me gustaría darme un baño, pero eso lo haría después, lo único que quería era irme de aquí.–Por acá está el baño, te acompañaré y te esperaré afuera. – Me guió.–Gracias Axel.Fuimos al baño, yo entré y él me esperó afuera. Me cambié de la ropa que tenía puesta y me puse la ropa nueva y los zapatos que Axel me había llevado, estaba feliz y emocionada por irme al fin de ese lugar. Cuando salimos de la Delegación, Axel, me tomó de la mano, porque había escalones y para que no fuera a caerme. Esas horas eran para mí, de madrugada y no contábamos, con lo que nos estaba esperando afuera.–Alondra – Gritó David furioso – Pero ¿Qué coño significa todo eso? Me cago en la hostia, ¿Qué haces con éste? Y ¿Con qué derecho te toma de la mano? Tu novio soy yo, tu dueño soy yo, tu hombre soy yo, así que suelta a este desgraciado.David estaba como un loco, poseído de celos, pero no me importa, porque era a la persona, que menos quería