Capítulo 228. Cómo en un cuento Narra Alondra Ferreyra PérezJorge estuvo conmigo platicando para que me calmara y me di cuenta que no tenía caso que yo siguiera alegando con él, de todos modos, él cómo médico iba a hacer lo que considerara que es lo mejor para mí y ante eso no pude hacer nada. Él mandó a que compraran el medicamento y después me lo administró y mientras me hacía efecto, me estuvo ahí acompañando.–Alondra, estas compresas calientes te van a ayudar mucho – Jorge me dio unos saquitos – Póntelos entre la ropa y tu piel en la zona que sientas dolor.–Muchas gracias, Jorge. Creo que tú después de ver que soy un problema andante no vas a querer saber más de mí y se invertirán los papeles, ahora tú no me vas a querer conocer.En definitiva, los papeles se estaban invirtiendo, solo causo molestias y nadie quiere estar conmigo, así como le está pasando a Ana Laura y ahora le va a pasar a Jorge. Él que se ha comportado como todo un caballero y yo en el comienzo no lo quería n
Capítulo 229. Malas intenciones Narra, David De María RamírezPasaron algunos días después de la fiesta de Iñaki y en esos días yo me aislé un poco de todos mis amigos, menos de mi colega, ya que seguía viviendo con él en el mismo piso. Ese día fui a comer con mi padre a un hermoso restaurante en el que era costumbre que nos reuniéramos cuando queríamos ir a comer solos él y yo. Mi padre llegó muy puntual y yo, apenas si logré llegar a tiempo.–Hola, papá – Lo saludé – Espero que no te enojes, he llegado en tiempo. Se me van los días volando haciendo lo de la universidad.Las horas las pasaba metido en mis cuestiones académicas, ya no tenía tiempo para nada más. Ahora me sentía muy bien conmigo mismo, organizando mi vida, dándole prioridad a lo que en realidad me va a beneficiar. Es lo que me han enseñado mis padres.–Hola, hijo. Muy bien que te estés metiendo de lleno a la Universidad, no le creí a Carmen cuando me lo dijo. Me he tomado la libertad de ordenar, espero no te importe.
Capítulo 230. Una buena amigaNarra, David De María RamírezMi padre era un capullo mayor, no tenía por qué decirme lo que me dijo de Alondra y parecía que él no podía o no quería entender que yo, amaría a Alondra con toda mi vida y mi corazón para siempre. Alondra siempre sería mi consentida, ella siempre será esa mujer con la que yo quiera pasar los mejores días y noches de mi vida. Llegué al piso sin comer y empecé a cocinarme algo, cuando llegaron Paloma y mi colega.–Hola, David. Creo que es mejor que me vaya – Dijo Paloma – No vaya a ser que me quieras pegar nuevamente y que no me pilles de humor y yo te devuelva con creces el golpe.–Sí Paloma, pensé que mi colega no estaba – Dijo Sabadelle – Por eso te traje porque yo no puedo salir del piso. Tengo que entregar un proyecto mañana.No estaba enojado con ellos y mucho menos iba a armar algún pleito, si ellos querían estar aquí, por mí no había problemas. No me voy a volver a poner como me puse la vez pasada, estoy consciente de
Capítulo 231. Muy mala idea venirNarra, Alondra Ferreyra PérezCon los cuidados de Víctor y de Jorge, me pude sentir mejor y eso me aliviaba un poco, aunque, por otro lado, esperaba que todo se solucionara entre Ana Laura y yo porque de seguir esa hostilidad de su parte, este viaje iba a ser un desastre. Ya que me sentía mejor, seguramente íbamos a salir de la casa y yo quería que se siguiera el plan que habíamos acordado, esperaba que mi amiga quisiera lo mismo y que no hubiera problemas.–Buenos días, ¿Cómo están amigos? – Saludé sentándome a desayunar – Ya me siento mejor y no tengo intenciones que se sigan retrasando los planes del viaje, una disculpa por estar tan mal.–Buenos días, Alondra – Respondió Víctor – Eso me parece excelente, ya hemos perdido varios días aquí en la casa y yo tampoco tengo intenciones de perder más. Veo que te han hecho muy bien los cuidados que te ha dado Jorge.La verdad es que sus atenciones me habían hecho mucho bien, estaba casi como nueva, me podí
Capítulo 232. Un día a mi favor Narra Alondra Ferreyra PérezSalimos todos juntos en una de las limusinas de Víctor, yo me senté al lado de Jorge y frente a nosotros estaban Víctor y Ana Laura. Víctor sirvió de una botella de vino que llevaba ahí y nos dio una copa a cada uno, supuse que mi amigo ya se había dado cuenta de la tensión que estaba instalada entre Ana Laura y yo y no quería problemas, algo que le agradecía porque yo no sabía si me iba a poder contener de decirle a Ana Laura algo, si ella volvía a atacarme.–Le estaba diciendo a Jorge que tenemos que aprovechar que el día está muy nublado – Dijo Víctor – Así que propongo que vayamos a que Alondra conozca la Catedral y la Plaza de Armas.–Sí, ya Víctor me comentó que eres enemiga del sol, Alondra – Jorge me sonreía – No te preocupes, a mí tampoco me gusta.Por lo menos tengo un aliado con respecto a lo del sol, así Ana Laura no iba a poder decir nada. Ya que de seguro mis sugerencias no le iban a gustar, yo estoy dispuesta
Capítulo 233. Mala ideaNarra, David De María RamírezTuve unos días tranquilos con mi colega y con Paloma, los días que estuvo ella de visita en Madrid, ellos hacían sus planes de salir e irse de fiesta y yo a veces iba un rato con ellos y otro rato me quedaba en el piso. Tenía muchas cosas que hacer de la universidad y tenía que seguir centrado en lo mío, no podía dejar que los planes de salir con mi colega y con Paloma me echaran a perder mis avances académicos y lo mejor de todo es que ellos bien que lo sabían.–David, hoy por la noche no nos puedes quedar mal – Dijo mi colega – Es el cumpleaños de nuestro colega Irving y él me ha pedido que te lleve así sea como sea.Sé que mi colega quiere que salga como solíamos hacerlo, pero yo ya tengo otro chip, otra forma de pensamiento y ya esos días habían quedado atrás, me estaba dedicando solamente a disfrutar de mi carrera, el estudio es para mí ahora una fuente de entretenimiento.–Haberlo dicho antes, colega – Negué con la cabeza – Y
Capítulo 234. Un buen escarmientoNarra, David De María RamírezNada me detuvo y nada lo haría y del hocico de Nicky salían gritos ahogados por no sé cuánto tiempo, su cara empezó a ponerse negra y yo disfruté tanto ser el que le estaba haciendo todo ese daño. Ella se arrepentiría en el más allá de haber hablado de una dama como mi madre, ella y toda su horrible familia, empezando por el imbécil de su padre, la iban a pagar.Nicky dejó de luchar y quedó suelta con las patas colgando como si fueran de trapo y entonces la solté y la dejé caer desde la altura que la subí y su cabeza impactó directamente contra el piso haciendo un ruido sordo. Yo seguí unas horas más con lo mío hasta que mi colega regresó y no venía con Paloma y era lo mejor que pudo pasar.–De María, ¿Qué has hecho? – Mi colega se extrañó al ver el estado tan lamentable de Nicky – Paloma temía que esto pasara y ha pasado. Yo no creí sinceramente que tu problema fuera tan serio, colega. No me esperaba que algo tan grave p
Capítulo 235. Dañándolo todoNarra, Alondra Ferreyra PérezNadie me hubiera dicho que en Jorge tendría un muy buen amigo con quien iba a poder olvidarme de todas las tonterías que me pasaban con Ana Laura, ese primer día que salimos a pasear por Santiago de Chile, ya que volvimos de caminar por la Plaza de Armas Jorge y yo, nos encontramos de nuevo con Ana Laura y Víctor y por supuesto, ella estaba visiblemente enojada. Todo le parecía mal si estaba bien o si no lo estaba.–Cómo se ve que nunca habías salido de México, Alondra – Se burló – Tanto tiempo empleado para pasear por la simple plaza de armas. Si no hubiera sabido qué en serio fuiste a España, nunca te hubiera creído.Que ni piense que me va a humillar, tomaré eso como uno más de sus ataques, aunque no la entiendo muy bien, si me hubiera quedado con ellos también se hubiera enojado porque le estuviera estorbando. Hasta lo que no se come le hace daño.–Ya mi amor, no digas esas cosas – Víctor la abrazaba – Alondra es normal qu