Capítulo 211. Vuelo interminableNarra, Alondra Ferreyra PérezMe debió dar una terrible crisis de ansiedad o no sé qué había sido que cuando abrí un poco los ojos, yo vi a la mujer de primera clase que me ayudó sentada justo a mi lado y ella al verme abrir los ojos, sonrió un poco como para darme tranquilidad. No sabía qué pasaba, no sabía si estábamos todos muertos y que el avión estuviera en, no sé dónde y eso me dio miedo y me hizo abrir del todo los ojos y enfocar bien, así me pude dar cuenta que seguíamos todos en el avión.–Hola, ¿Cómo se siente, señorita? – Me preguntó la mujer en un tono muy amable – espero que ya se encuentre mejor.Ya me encontraba mejor, pero no por eso no iba a dejar de sentir pánico, pues seguíamos en el aire, ya quería que este artefacto pisara tierra, deseaba ya estar en Chile, ha sido el vuelo más espantoso de toda mi vida. Nunca me hubiera imaginado que un vuelo fuera tan horrible.–Sí, claro. Ya me siento mejor, de hecho – Sonreí sin ganas – Por fav
Capítulo 212. Al fin Narra, Alondra Ferreyra PérezMe despedí de ella y esperaba que disfrutara de su estadía en Santiago de Chile, yo también trataría de disfrutar al máximo mi tiempo de vacaciones con mis amigos. Solo esperaba no hacerles pasar un mal rato con mis amigos.–Por nada, disfruta mucho tu tiempo aquí en Chile.Desde luego que eso haría, pues también me había dicho Axel que disfrutara mi estadía aquí en Chile y saldría a recorrer esos lugares que él me había indicado. No voy a dejar pasar la oportunidad de conocer esos sitios.–Gracias.Bajamos todos del avión y entramos por un túnel y apenas salí a ver la luz, sentía que algo me calaba la cara, era un resplandor horrible y mis oídos dolían, punzaban y me dañaban horrible. Entonces, vi a Víctor y a Ana Laura que me estaban esperando ahí en el aeropuerto. Corrí hacia ellos y casi beso el suelo, después de todo lo que pasé.–Alondra, qué bueno que ya llegaste – Mi amiga me abrazó – Nunca pensé que en serio fueras a venir,
Capítulo 213. Bellos recuerdos, parte 1Narra, David De María RamírezMis días en Morelia, eran agridulces porque, por un lado, si me había servido venir para las vacaciones porque además de ver a mis amigos, pude ver a mis tíos, a mis tías y a mi querida abuela y, por otro lado, también me había servido para despejarme un poco de la vida tan pesada que estaba llevando en Madrid entre tantos estudios que estaba teniendo que hacer para poder sacar mis materias de la universidad y con eso tener contentos a mis padres, ellos esperaban demasiado de mí.–Hijo, ya casi se te acaban las vacaciones – Me dijo mi madre – No sé, podríamos hacer algo que tú quieras en los dos días que te quedan aquí en Morelia.Me gustaría que hiciéramos muchas cosas, pero me he sentido un poco decaído, ya que he pensado mucho en mi consentida y ella aún no regresa, y ya me quedan escasos dos días para regresarme a Madrid y aún no tengo noticias de ella.–Tengo ganas de todo y a la vez de nada, madre – Respondí –
Capítulo 214. Bellos recuerdos, parte 2Narra, David De María RamírezLa verdad la masa no daba para nada más, esa iba a ir directo al bote de la basura, estaba totalmente perdido, tendríamos que hacer lo que dice mi consentida, compara algo ya hecho para comer, aunque si se me había antojado mucho esa pizza.–Deja eso amor, no sirve ya – Alondra se pegó a mí y la empecé a besar – No sé, como la gente se tortura cocinando, siempre se puede comprar comida.La besé saliéndome de control y aprovechando que mi madre había subido a bañarse, la cargué en mis brazos y la senté en una de las encimeras de la cocina, separando sus piernas y pegándola a mí lo más posible, al mismo tiempo que la seguía besando, ambos caímos en la desesperación y pronto mi mano se deslizó por debajo de su falda para despojarla de sus bragas y yo, tardé pocos segundos en liberar a mi amigo que pedía a gritos estar dentro de ella, eso se notó cuando despacio me metí en mi consentida y la empecé a hacer mía.–En este
Capítulo 215. Divinas atencionesNarra Alondra Ferreyra PérezAl llegar a la hermosa casa de mis amigos en Santiago de Chile, me quedé muy sorprendida de ver lo lujosa y lo hermosa que era. Uno de los empleados tomó mi mochila escolar y la llevó a una de las recámaras destinadas para las visitas que fueran a tener mis amigos. Ana Laura y Víctor, me acompañaron a esa recámara y me quedé impresionada, nunca en mi vida había visto una recámara tan grande, lujosa y espaciosa.–Alondra, siéntete como en tu casa – Dijo Víctor – En esta recámara vas a estar súper cómoda, ya lo verás.Me encontraba en una recámara digna de una princesa de cuento, era hermosa y muy espaciosa, me encantaba la decoración, estaba llena de elegancia y glamour, se notaba el gran poder adquisitivo del que contaba Víctor y no es por envidia, pero mi amiga supo elegir muy bien al hombre adecuado.–Sí, Alondra, aquí hay de todo, ven conmigo – Dijo Ana Laura – Toallas en el baño, una bata y sandalias de descanso y en el
Capítulo 216. Mejor solaNarra, Alondra Ferreyra Pérez–Lo eres amiga y, ya que te tengo aquí, quiero decirte que lamento lo de Batman. Es un pendejo – Dijo Ana Laura – Se arrepentirá de haberte dejado ir.No pude responder nada sobre aquello y empezamos a comer de una ensalada muy rica y de una carne que me encantó. Yo sentía tristeza, pese a todo y pensaba en instantes que les iba a amargar la vida a mis amigos, no debía estar así y era algo que no podía evitar, al pensar que estuve a nada de ver a David y que eso no pudo ser.–Chicos, la comida estuvo deliciosa – Me sequé una lágrima – Deben saber algo, lo que me tiene más triste no es lo de Batman, es que estuve cerca de volver a ver a David, allá en Morelia.–No inventes, Alondra – Ana Laura negó con la cabeza – No entiendo como no tienes dignidad, ese tipejo ya no debe de importarte. Él te dejó en la calle, te cortó después de hacer uso de tu cuerpo y además…Ana Laura no debía hablar de esa forma del hombre que yo amaba, ella a
Capítulo 217. Regreso a Madrid, parte 1Narra, David De María RamírezLlegó el día de mi regreso a Madrid, mi madre y también Fina me fueron a llevar al aeropuerto de la Ciudad de México. Me llenaba de nostalgia todavía, el hecho que no había podido ver a mi consentida, pero ahora, lejos de deprimirme por ella, es que yo quería ser mejor y al volver a Madrid, estaba resuelto a que todo cambiara, estaba decidido plenamente y tenía la convicción de lograr sacar lo mejor posible mis materias y con esa misma seguridad se lo prometí a mi madre.–David, hijo que te vaya bien mi amor – Dijo mi madre – Ponles muchas ganas a tus materias de la Universidad y te prometo que pronto estaré allá visitándote.Yo ya me había hecho esa proposición, tengo que ser mejor de ahora en adelante, me tengo que enfocar en mi futuro en las cosas buenas y ser una mejor persona, no quiero volver a estar involucrado con gente que no me aporta nada a mi bienestar, lo de Nicky es una lección que aprendí de muy mala
Capítulo 218. Regreso a Madrid, parte 2Narra, David De María RamírezSabía lo que me diría, que ya tenía que olvidarla y que ya era tiempo, pero de eso nada. Ahora, más que nunca, yo me he decidido a ser un mejor hombre para el día que ella y yo, nos volvamos a encontrar.–No me pareció justo que me hubieran ocultado eso, te imaginaras como me puse, quería ir a buscarla a Ciudad de México o a donde estuviera, pero logré contenerme.Mi vida hubiera cambiado a partir de ese momento en que nos hubiéramos visto, no he sido el mismo desde que la dejé, mi vida se estaba yendo por el drenaje, a punto estuve de morir y ya no quiero volver a estar en esa situación, ella es mi salvación, por eso y porque la amo con locura sé que voy a recuperarla.–No puedo decir nada, colega – Sabadelle negó con la cabeza – Tú sí que has caído en una depresión por esa tía y por más que busco respuestas a eso, no las encuentro. Ella no es una tía que su belleza deslumbre, no es una súper modelo y eso lo sabes