Capítulo 125. La llegada de un amigoNarra David De María RamírezPasó un poco de tiempo desde que mi madre volvió a México y en esos meses yo seguía fiel con mi adicción y un día que sentí que mi mundo iba a colapsar, mi amigo Ismael me llegó por sorpresa a Madrid, siendo esta vez sin previo aviso. Yo me encontraba en el piso de escapadas de Sabadelle, estábamos tomando cañas y la visita de mi amigo, nos sorprendió a los dos.–Hola, De María, hola, Sabadelle – Nos saludó Ismael – Lamento haber venido sin previo aviso, me vine con unos amigos de México y pensé en venir a saludarlos, ahora que tuve tiempo.Una grata sorpresa para los dos, Ismael se presentaba muy alegre al piso, estábamos tomando cañas y un amigo más se nos unía, esperaba que se pudiera quedar aquí con nosotros, ya que decía que venía con amigos, ya después se podían quedar para verse más tarde u otro día.–Hola amigo, pasa por favor – Saludé con un fuerte abrazo a Ismael – Qué bueno que estás aquí, adelante pasa.Mis
Capítulo 126. Como mi segundo padreNarra David De María RamírezEra muy extraño que mi madre respondiera de esa manera y hablara con el ánimo por los suelos, algo le pasaba. La conocía tanto como ella me conocía a mí, por eso éramos muy buenos amigos.–Dime madre, ¿Qué te sucede? – Me alarmé de escucharla tan mal – Algo muy malo debe pasarte para que estés así.Esperaba que no estuviera enferma, ella nunca se quejaba de nada, pues utilizaba sus medicamentos naturistas o iba a con la doctora de la acupuntura y se mejoraba, pero ahora la notaba muy decaída.–No es nada malo hijo, es que quisiera ir a lo del Gran Premio de México y no me puedo aguantar de invitarte, para entonces ya estarás de vacaciones – Dijo mi madre abatida – Es en dos semanas.Era cierto lo que decía mi madre, estaría de vacaciones y desde luego que me gustaría estar, allá con ella para asistir para acompañarla y para que dejara esa tristeza, así que iría a acompañarla, aunque no fuera muy aficionado a las carreras
Capítulo 127. Una gran tristezaNarra Alondra Ferreyra PérezLas cosas estaban de maravilla entre mi Batman y yo, pasamos un tiempo maravilloso y cuando estábamos cerca de ir a lo del Gran Premio de México, un día que volví del taller, me sorprendí al ver que Carmen estaba arreglando una maleta, no sabía que este fin ella fuera a ir conmigo y con Batman a Ciudad de México, pero nosotros como siempre no teníamos ningún inconveniente en llevarla.–Hola, Carmen – La saludé – No sabía que este fin irías también con nosotros a Ciudad de México, qué bueno. Así, Daniel y yo, podemos invitarte a cenar allá a un lugar que nos gusta mucho a ambos.Era una gran sorpresa para mí, estaba encantada de que se fuera con nosotros, le pediría a mi Batman que me consiguiera un boleto para mi mamá, me disculpaba por no haberla invitado desde que él me dijo, había sido una falla totalmente de mi parte.–Hola, hija. No te preocupes, Alondra. Sí, iré a Ciudad de México, pero me iré con mi mamá esta vez, si
Capítulo 128. En buena compañíaNarra Alondra Ferreyra PérezSu voz se escuchaba melancólica, me sentía mal dejándola así, pero ella no se quiso venir con nosotros, y me angustiaba que estuviera tan cabizbaja, no me gustaba verla así, quería consolarla, que viera que no estaba sola y que ojalá pudiera venir con nosotros, pero no puede esta vez.–Claro que sí, mamá. Dime, ¿Estás bien?No estaba bien aunque estaba segura de que me iba a decir que si lo estaba, a simple vista se notaba que la estaba pasando mal, pero yo ya no quería insistir, no me quería ver molesta, ella necesitaba estar tranquila.–Sí, estoy bien. Ahora ya váyanse ustedes porque no quiero que se les haga más noche en la carretera.Y yo no quería que ella se preocupara más de lo que veía, que ya estaba por ese asunto familiar que tenía que ir a ver allá también a Ciudad de México, como me había dicho que su familiar estaba muy grave, debía irse muy tranquila.–Qué le vaya a usted también muy bien – Dijo mi Batman – Me
Capítulo 129. De nuevo en MéxicoNarra David De María RamírezEl tiempo se pasó volando y llegó el día que volví a México después de mucho tiempo de no pisar tierras mexicanas, me vine en el mismo avión con mi amigo Ismael afortunadamente y así me sentí mejor no viniendo solo en el vuelo, así pudimos venir platicando. Llegamos al aeropuerto de Ciudad de México y cuando recogimos el equipaje de mi amigo, salimos juntos del aeropuerto, a él ya lo esperaban sus padres que vinieron por él, desde Morelia y a mí, me estaba esperando mi madre y apenas nos vimos y nos abrazamos.–David, hijo que bueno que ya estás aquí en México – Mi madre estaba muy emocionada – Estoy feliz de tenerte aquí, por cierto, no trajiste nada de equipaje salvo esa mochila de mano.No había sido necesario que cargara con ninguna maleta, mi viaje no la ameritaba, solo pasaría unos días aquí en Ciudad de México, no me voy a mover para ningún otro lado, por nada del mundo pondría un pie en Morelia, no le veo la razón d
Capítulo 130. No es tiempo suficienteNarra David De María RamírezYo era el que la estaba pasando mal, nadie sabía en realidad la herida tan grande que llevaba en mi corazón, Alondra era y seguirá siendo la mujer de mi vida, no la puedo olvidar así tan fácil.–David, estoy demasiado preocupada por ti – Admitió mi madre – Ha pasado ya demasiado tiempo, ya casi un año desde que terminaron y no puedo creer que, aún, no la puedas dejar atrás.Totalmente comprobado, casi un año había pasado y la cosa seguía igual para mí, no había sido fácil y no lo va a ser, ella vive presente en cada una de las cosas que hago, que veo y que es imposible de olvidar, ni siquiera ya lo intento, solo me resta vivir el día a día, sin ella muy a mi pesar.–No puedo dejarla atrás, madre – Dije desesperado – Sabes que eso no es fácil, tú mejor que nadie deberías de evitar todo lo que me recuerde a Alondra, tú sabes cuánto la amé y cuanto la amo. Es como si con ella, mi vida se hubiera acabado.No le podía menti
Capítulo 131. Una fuerte impresiónNarra Alondra Ferreyra PérezSe había despejado la incógnita y de la peor manera posible para mí, estando con mi Batman y con Simone y Nacho en uno de los accesos del autódromo, vi a Carmen y ella me vio a mí, pero me ignoró de la peor manera y en aquel momento no sé, qué fue lo que más me dolió, ser ignorada por Carmen o que ella me ocultara que mi güero estaba en México, sentí ganas de dejar atrás a Batman, a Simone y a Nacho y a correr como loca desesperada detrás de ellos, pero mi amiga Simone notó lo que me estaba pasando.–Chicos, tengo que ir al baño ¿Quieres ir tú también, Alondra? – Me preguntó Simone – Hay que ir antes de ir a buscar nuestros lugares, luego no vamos a poder salir.No entendía por qué Carmen se escondía de mí, si ya yo había visto a David, no lo podía creer, eso me estaba rompiendo el alma en mil pedazos, porque Carmen sabía lo que yo sentía por su hijo, sabía que yo lo amaba todavía.–Sí, sí quiero ir – Declaré – Es más, ne
Capítulo 132. Como en el limboNarra Alondra Ferreyra PérezNo supe ni lo que pasó, hasta que abrí los ojos y estaba en un servicio médico, pero al parecer, seguíamos ahí mismo en el evento. Mi Batman, tomaba mi mano fuertemente y apenas me vio abrir los ojos, me besó con mucha ternura, con amor y con mucha desesperación y yo, por supuesto que le respondí ese beso tan apasionado a mi chico, sin poder tener por mucho tiempo los ojos abiertos.–Alondra, me asustaste mucho – Dijo mi Batman – Te amo, preciosa y pensé que te había pasado algo muy grave, hasta pensamos en irnos del evento.Todavía me sentía en el limbo, como si no fuera mi cuerpo, sentía todo como una especie de aturdimiento en mi cabeza y en mi cuerpo, como si no me encontrara en ninguna parte y a la vez sí. Era todo muy confuso para mí.–Batman, ¿Qué pasó? – Pregunté aturdida – No, no podemos irnos con el trabajo que te costó que viniéramos.Teníamos que quedarnos, no les iba a echar a perder el día a todos, habíamos veni