Había una pequeña escotilla en el depósito de agua. Me arrodillé junto a ella, la abrí y empecé a verter el contenido de cada frasco. Por si acaso no funcionaba, guardé varios viales y los metí en la mochila antes de volver a cerrar la escotilla y salir. Enzo y yo no tuvimos que hablar. Nos lanzamo
NinaEnzo y yo nos separamos, mirándonos a los ojos con incredulidad. De alguna manera, nuestro plan había funcionado; ¡todos los salvajes se habían convertido de nuevo en nuestros compañeros de clase! No pude evitar soltar una carcajada incrédula y lanzar mis brazos alrededor del cuello de Enzo, so
NinaHubo un largo e incómodo silencio después de que anunciáramos nuestra nueva manada. No sólo los Luna Llena -especialmente Lewis- estaban horrorizados y enfadados de que Enzo aparentemente planease abandonar su manada, sino que la decana Cynthia también estaba sorprendida de que me refiriese a n
EnzoAquella noche apenas dormí. Aunque el campus se había salvado, aún quedaban muchas cosas por las que preocuparme, principalmente mi padre. Si el Rey Alfa retiraba su ayuda, eso solo significaba una cosa: creía que me había escapado del todo y no sabía nada de Nina. Si no sabía lo de Nina, signi
NinaEnzo y los demás nos quedamos mirando con incredulidad a Lewis y al decano mientras salían de la sala de conferencias. ¿De verdad ni siquiera iban a intentar ayudar a las ciudades de los alrededores? Podía entender que la principal preocupación de Cynthia fuera su campus, pero los Luna Llena er
NinaEsa misma noche, el resto de la manada se dirigió a nuestro dormitorio para la reunión. Lori, Jessica y yo preparamos algo de comer para todos, aunque ya empezábamos a quedarnos sin comida porque la tienda de víveres estaba desierta. Por suerte, Matt y los demás trajeron lo que pudieron encontr
Pero al mismo tiempo, las palabras de mis amigas eran reconfortantes y exactamente lo que necesitaba oír. Su dulce apoyo iba a ser suficiente para sacarme de esta, y estaba segura de ello. ... Al final de la fiesta, por fin llegó el momento de nuestra reunión oficial. Todo el mundo estaba un poco
EnzoAquella noche apenas dormí. Incluso cuando abracé a Nina, sintiéndola dormir plácidamente en mis brazos, no pude relajarme ni un momento. Mi mente no paraba de pensar en lo que estaba por venir; ¿qué haría cuando volviera al reino de los hombres lobo? No podía entrar sin más en la mansión del R