NinaLa pareja de ancianos me miraba fijamente a mí y a Luke, al que apretaba la muñeca con más fuerza de la que creía. Luke tenía los ojos muy abiertos, sin pestañear. Yo lo miraba implorante."¿Cómo dices, cariño?", preguntó la anciana, y su voz me devolvió a la realidad. "¿Qué era eso de un... qu
EnzoMe desperté con pereza por el sonido del hierro que gemía en mis oídos. Levanté la cabeza de la piedra helada en la que estaba acostado y distinguí una silueta pequeña que entraba en mi celda con cautela."Despiértese, mi señor", dijo en voz baja la muchacha, la misma de antes. Se arrodilló a m
Nina"Díganme qué quieren, intrusos", repitió el hombre armado con un cuchillo mientras más personas salían de entre el vivo follaje. Fruncí el ceño mientras miraba sus apariencias; ciertamente parecían humanos, pero mi lobo percibió un extraño olor mientras los miraba.Eran cambiaformas, pero no lo
EnzoMis ojos se clavaron en el enorme oso que se acercaba a mí a toda velocidad, doscientos kilos de furia gruñendo y garras largas como cuchillos. El ensordecedor rugido que se escapó de su garganta casi pareció hacer temblar la piedra bajo mis patas.Todos mis instintos me gritaron que me prepara
Nina"¿Vienes o no, lobito?".Luke y yo nos lanzamos una mirada incómoda cuando el hombre se paró frente a nosotros con su linterna apagada."¿Adónde nos llevas?", pregunté tímidamente.El hombre resopló. "A la reina", dijo molesto. "Y si no te apuras, puede que lleguemos demasiado tarde para tu esp
Tenía que ser una fortaleza enterrada imposible... ¿o quizá un palacio?De repente, se escucharon duras palabras desconocidas. Unos guardias enmascarados cruzaron sus lanzas para bloquearnos el paso, y sus hachas apuntaron inquebrantablemente a nuestros corazones. Nuestro guía suplicaba desesperadam
NinaLas rejas de la extraña celda debían de ser de plata, porque me quemaron la carne cuando intenté alcanzar a Enzo. Me estremecí y me aparté de su contacto."Enzo", jadeé, "¿qué está pasando aquí?"."Nina, Luke, ¿por qué arriesgaron todo para venir aquí?". Enzo se levantó, negando con la cabeza y
Nina"Hasta la muerte".Enzo y yo dimos un paso atrás, mirando a Mila con cautela."¿Hasta la muerte?", Enzo se mofó. "Mila, ¿estás loca?"."No". Se encogió de hombros, mirándose las uñas carmesí. "No estoy loca. Es una tradición"."Ilumínanos, entonces", dije. No tenía ninguna intención de pelear h