Capítulo 5 Fiesta de bienvenida
Nina

Justo como pensaba, Jessica llegó a casa una hora más tarde con el ceño fruncido.

"¿Adónde te fuiste?", me preguntó.

Estaba sentada en el sofá con un libro cuando ella llegó. Levanté la vista y por suerte, ya había preparado una excusa de antemano.

"Me dio dolor de estómago", respondí. "Tal vez por todo el alcohol de anoche. No pude atravesar la multitud, así que decidí regresar a casa".

Jessica dejó escapar un suspiro y entonces se dirigió a su habitación.

"Espero que te sientas mejor ahora al menos, porque hay una fiesta en a hoguera más tarde ya que ganamos el partido. Y ni se te ocurra decir que no. Tienes que ponerte ropa sexy y enseñarle a Justin lo que se está perdiendo".

Al decir eso, Jessica desapareció en su habitación, presumiblemente para prepararse para la fiesta. Le envié un mensaje rápido a Lori.

[¿Dónde estás? ¿Vas a la fiesta más tarde?]

Unos minutos después, Lori respondió: [Sí, se lo prometí a Jess].

Guardé el móvil, solté un suspiro y cerré el libro. Ya eran las siete, así que la fiesta probablemente empezaría en una o dos horas. Decidí ducharme y cambiarme.

Por alguna razón, mientras me preparaba, me di cuenta de que sí me importaba tener buen aspecto para la fiesta... Pero no para poner celoso a Justin.

Quería verme bien para Enzo.

Jessica, Lori y yo nos dirigimos a la fiesta alrededor de las nueve. Estaba ubicada afuera, como a una milla en el bosque detrás de la escuela. Era un antiguo campo de los años setenta con varias cabañitas, que habían sido limpiadas y reutilizadas por los estudiantes de la universidad para que las siguientes generaciones las usaran para... Bueno, para eso.

Las cabañas estaban alineadas en un círculo y en el centro, había una gran hoguera donde ya habían empezado el fuego y sonaba música a todo volumen. A medida que nos acercábamos, pude ver a chicos alborotados que gritaban, tiraban latas de cerveza al fuego y coqueteaban con chicas. Junto al fuego, chicos y chicas bailaban y se movían al ritmo de la música.

"Como una panda de monos", comentó Lori. Tenía las manos metidas en los bolsillos y la capucha subida. Casi en cuanto llegamos, sacó un porro y se fue a sentarse a fumar sola. Jessica y yo ya estábamos acostumbradas a su comportamiento, por lo que no nos molestaba el carácter solitario de nuestra extraña amiga.

"Por cierto, estás muy guapa", dijo Jessica, dándome un codazo. Había elegido un vestido negro corto con medias y botas, y encima llevaba una chaqueta de cuero. Aún tenía el cabello recogido en trenzas, pero me puse un poco de delineador y pintalabios. Con un poco de suerte, no lloraría esta noche.

Le respondí: "Gracias. Tú también".

Me acerqué a una hielera cercana y cogí una cerveza mientras Jessica se paraba a coquetear con un tipo borracho. Tomé un sorbo y miré a mi alrededor mientras intentaba decidir si quería unirme al baile o sentarme sola.

Mientras estaba allí, intentando decidir qué hacer, escuché lo que parecían ser voces enfadadas procedentes del interior de una de las cabañas. Yo no era más que una cotilla, así que me acerqué despreocupadamente a la cabaña, fingiendo mirar el móvil mientras escuchaba.

"Escucha, creo que dejé bien claro que solo estaba jugando".

Reconocí aquella voz inmediatamente: era Lisa. Y con ella estaba nadie menos que...

"¡Rompí con mi novia por ti! Dijiste que nos juntaramos".

Justin.

Escuché cómo Lisa se burlaba. "Nunca dije eso", respondió ella. "Además, sabías en lo que te estabas metiendo. ¿Por qué haría las cosas exclusivas contigo cuando puedo elegir a cualquier chico que quiera? Ay, eres patético".

"¿Ah, sí? Cualquier chico, ¿eh?", dijo Justin. "¿Qué tal Enzo, entonces? Todo el mundo sabe que sigues cabreada porque rompió contigo. Entonces, ¿por qué no sales y lo sacas a bailar, ya que aparentemente eres la que puede con cualquiera?".

Escuché el sonido de pisotones en el suelo y fue ahí cuando la puerta se abrió de golpe.

Lisa me miró desde lo alto de la escalera con una sonrisa burlona.

"Si vas a escuchar a escondidas, al menos no lo hagas tan obvio", dijo ella. Luego, se echó el cabello por encima del hombro y bajó rápidamente los escalones. La seguí observando hasta que llegó a la hoguera, donde Enzo estaba parado bebiendo mientras un grupo de chicas, incluyendo a Jessica, lo adulaban.

"Hola, Enzo", dijo Lisa con voz cantarina, balanceando la coleta mientras se acercaba a él. La mayoría de las otras chicas de la universidad no se atreverían a acercarse a Enzo tan despreocupadamente con tantas chicas a su alrededor, pero teniendo en cuenta que Enzo y Lisa solían salir, no era del todo inesperado por su parte.

"Hola", respondió Enzo. Para mi sorpresa, sus ojos me miraron brevemente por encima del hombro de Lisa. Sentí como si volviera a mirarme el alma, pero se le pasó rápido cuando volvió a mirar a Lisa.

Lisa cruzó los brazos sobre el pecho, sin duda para juntar sus pechos, y se balanceó hacia delante y hacia atrás desde los talones hasta la punta de los pies. "¿Quieres bailar?", preguntó ella. "Todavía no tengo pareja de baile esta noche".

Enzo frunció el ceño y dio un trago a su cerveza, mirando a Lisa de arriba abajo. A su alrededor, la gente empezó a observar la escena.

"Hace mucho que rompimos, Lisa", dijo Enzo.

Lisa bajó las manos y las cerró en un puño. "¡Venga ya!", dijo ella. "No me digas que no extrañas esto". Señaló su cuerpo, que seguía vestido con su ajustado uniforme de animadora.

Enzo simplemente se encogió de hombros y volvió a su conversación con las otras chicas como si Lisa ni siquiera estuviera allí. Lisa se marchó enfadada. Sin embargo, cuando se fue, su mirada se dirigió hacia mí una vez más y se fijó en mí. Sus ojos casi parecían brillar de nuevo, y de repente, sentí miedo.

Dejé caer involuntariamente mi cerveza y me alejé rápidamente, buscando un lugar detrás de una de las cabañas desocupadas. Solo necesitaba unos minutos a solas y luego podría volver... Con suerte, Enzo tendría sus ojos puestos en otra chica para entonces.

"Hola, Nina".

Prácticamente me sobresalté al oír la voz de Enzo detrás de mí. Me giré para mirarlo; él estaba bloqueando la luz del fuego con su enorme cuerpo, lo que parecía algo amenazador en la oscuridad.

Sin embargo, se me ocurrió otra cosa... Cuando nos conocimos en el bar, nunca intercambiamos nombres. ¿Cómo sabía mi nombre?

Sin decir nada, traté de ignorarlo y volver hacia el fuego, ya que toda esta interacción me hacía sentir incómoda. Sin embargo, Enzo me cerró el paso y se cruzó de brazos.

"¿Por qué me evitas?", preguntó él, sonando un poco dolido.

Me detuve y me mordí el labio. Miré a su alrededor y noté a Jessica bailando junto al fuego con un chico nuevo.

"No te estoy evitando", dije yo.

Enzo suspiró y desplegó los brazos. "Pues sí que parece", respondió él. "Anoche te fuiste tan bruscamente".

"¿Qué quieres que te diga?", susurré para que nadie pudiera oír si estuvieran escuchando a escondidas. "Tuviste tu rollo de una noche conmigo. Nunca ves a las chicas más de una vez. Deberías agradecérmelo porque te lo estoy poniendo fácil".

"¿Es eso lo que realmente piensas de mí?", preguntó Enzo. Él no intentó ocultar su voz en absoluto.

Por alguna razón, ahora me sentía más segura enfrentándome a él. "Todo el mundo sabe que eres un mujeriego que solo se acuesta con chicas una vez antes de pasar a la siguiente", respondí, dando un paso a su alrededor. Esta vez no me bloqueó, sino que se giró y frunció el ceño.

"Bueno, tú eres diferente", respondió él.

¿Acaso era una broma? ¿El capitán del equipo de hockey, la estrella de la universidad y un mujeriego conocido, pensaba que yo era lo suficientemente "diferente" como para seguir hablándome después de acostarnos? Me pregunté a mí misma si Lisa o Justin lo habían metido en esto para restregarme en la cara que yo nunca encontraría el amor.

Enzo se acercó más a mí y me apartó un poco el cabello de los ojos, bajando finalmente la voz para susurrar: "Quiero tener una segunda vez contigo".
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