EnzoDebí saber que Selena aparecería de repente. Supongo que me puse muy cómodo gracias a los extraños poderes de Nina; debí apartarla de los murales y continuar nuestro camino.Pero aunque hubiera hecho todo eso, quizá Selena nos encontraría de todos modos.Mientras estaba tirado en el suelo, sentí como si tuviera una tonelada de ladrillos sobre el pecho. Una fuerza invisible me inmovilizaba contra el suelo, haciendo que mis piernas se sintieran pesadas y débiles. El hechizo invadió mi garganta y mi boca, impidiéndome hablar.A mi lado, Nina cayó al suelo cuando intentó lanzarse a Selena. Yo caí poco después. Intenté alcanzar a Nina, como si tocarla la mantendría a salvo de algún modo, pero estaba muy débil. Incluso si movía la mano unos centímetros para intentar tocarla, sentía como si me clavaran dagas en la carne y los huesos.Aun así, aguanté el dolor para intentar llegar hasta Nina. Dejaría que cada fibra de mi ser se hiciera pedazos si eso significara protegerla. Si tan so
NinaEnzo clavó la aguja en el muslo de Selena y presionó el émbolo hacia abajo, inyectándole el suero azul brillante. Hubo un breve momento de realización antes de que comenzara la agonía.Selena empezó a gritar de dolor, y yo también. Sentía como si me quemaran todo el cuerpo desde dentro. Seguramente, en unos momentos moriría de dolor. Las dos nos retorcimos en el suelo, hasta que sentí que Enzo me rodeaba con sus brazos y me jalaba a su regazo.Se sintió como una eternidad, pero el dolor eventualmente paró. Selena casi al instante se puso de pie, gritando que el veneno de Enzo no funcionó con ella.Pero yo sabía que sí."¿Estás bien?". La voz de Enzo resonó en mi cabeza. Asentí lenta y sutilmente; no me sentía diferente. Todavía podía sentir un destello de mi lobo dentro de mí. Si yo aún tenía mi lobo, ¿Selena seguía teniendo el suyo?Ella levantó la mano, con lágrimas en los ojos, e intentó hechizarnos. Pero no funcionó. Por mucho que lo intentara, no funcionaba."¡¿Qué me
Nina"Hola, Nina", dijo la Luna.Estaba vestida de blanco. Incluso su pelo, sus pestañas y sus cejas eran de un blanco puro, y su piel era tan pálida como la de un fantasma. Lo único de color que tenía eran sus ojos rojos, que me miraban con desdén. Pero mientras sus ojos me miraban fríamente, tenía una sonrisa en la cara. Sentí como si estuviera mirando a la cara de alguien que lo único que quería era matarme."¡Mamá!", gritó Selena, levantándose a toda prisa. Corrió hacia la Luna, lloriqueando y gimoteando por el hecho de que ahora era humana. Pero la Luna solo hizo una mueca y, para mi sorpresa, empujó a Selena.Con la fuerza del empujón, Selena cayó de espaldas por las pequeñas escaleras que llevaban al trono, donde el Rey Alfa seguía sentado con el rostro inexpresivo. Selena cayó al suelo y siguió sollozando en silencio, acurrucada en posición fetal. Con un suspiro agitado, la Luna se levantó la falda y bajó lentamente los escalones, luego colocó su zapato sobre la cabeza de S
Nina"Estamos en casa", dijo Enzo, mirándose primero las manos y luego al cielo con la perplejidad evidente en el rostro.Miré alrededor, con la misma confusión, hacia el bosque que nos rodeaba. Estaba oscuro y la luna menguante nos daba luz suficiente para ver. Reconocí bien este espacio abierto del bosque; era exactamente el espacio abierto del que salimos la última vez. En la distancia, gracias a que las hojas ya se habían caído casi por completo de los árboles, podía ver la superficie plana del campo de atletismo y el contorno aproximado del estadio de hockey. Pero, ¿cómo ocurrió esto? ¿Cómo llegamos hasta aquí?Ninguno de los dos tenía lesiones físicas. El dolor que nos causó la Luna se sentía lejano, como si hubiera ocurrido hace siglos. Aún no podía creer que estuviera viva, e incluso me pellizqué para comprobarlo. Por supuesto, sentí el dolor. No estaba muerta, y Enzo tenía razón: estábamos en casa.Pero seguía sin entender cómo sucedió."¿Hiciste algo?", le pregunté a Enz
NinaSelena gimió miserablemente mientras estaba sentada en el suelo del bosque con la espalda apoyada contra un árbol. Enzo y yo nos lanzamos una mirada de preocupación antes de mirarla. No vi ninguna otra herida, aparte del golpe que se dio en la cabeza cuando la Luna la empujó, y mi instinto me decía que estaba exagerando su dolor. Lo que la Luna nos estaba haciendo antes, me di cuenta ahora que estábamos a salvo y libres de dolor, era puramente psicológico. En teoría, Selena no debería sentir más dolor que el que tenía en la cabeza, pero la forma en que se frotaba y hacía muecas de dolor por todo el cuerpo me hizo pensar lo contrario.Aún no sabía exactamente por qué vino con nosotros, pero mientras mi lobo volvía a despertarse lentamente después de su largo coma, ella me lo explicó; y mis sospechas sobre el vínculo de gemelas eran ciertas."Debió de venir con nosotros cuando nos teletransportamos", me explicó Cora. "No lo hice a propósito. Fue por tu vínculo de gemelas. Aunque.
NinaMientras miraba el cuerpo dormido de mi hermana gemela, no pude evitar pensar que se veía extrañamente pacífica e inocente por primera vez desde que la conocí. Casi me hizo preguntarme si existía una versión de Selena en algún lugar que no fuera malvada y conspirando constantemente.Mis amigos y yo estuvimos sentados en la enfermería un rato más, hablando de lo qué pasó en el reino de los hombres lobo. La Luna seguía al mando, y no teníamos forma de saber lo que nos haría a nosotros y al mundo entero. Si realmente estaba tan empeñada en eliminar a todos los humanos de la tierra, algo me hacía pensar que tenía muchos más aliados de los que yo creía.Cuando nos enfrentamos a Selena al principio, pensé que trabajaba sola. Pensaba que solo era una niña amargada y asustada que tenía miedo de que yo le robara a su pareja, y nada más. Incluso cuando descubrí que trabajaba con la bruja, pensé que eso era todo; seguramente nadie más trabajaba a su lado.Pero qué equivocada estaba.Sel
NinaLuke y Matt decidieron turnarse para vigilar a Selena. No creía que fuera capaz de hacer gran cosa, y parecía que mis palabras sobre la Luna le abrieron los ojos un poco, pero aun así me alegré de tener a mis amigos cerca para que me ayudaran con eso. Lo haría yo misma, pero estaba completamente agotada por todo. Pasaron casi cuarenta y ocho horas completas sin poder apenas dormir, aparte del par de horas que Enzo y yo dormimos en el camión de Frank, y el sueño me llamaba.Decidimos volver al apartamento de Enzo. Agarré algunas cosas de mi piso antes de ir con él y, cuando entramos, me invadió una oleada de nostalgia. Me pareció una eternidad desde la última vez que pisé este lugar, aunque en realidad solo pasó un mes."Hogar, dulce hogar", dijo Enzo, abriendo la puerta y empujándola para revelar su dormitorio oscuro, silencioso y extrañamente reconfortante. "Será bueno dormir un poco. ¿Tienes hambre? ¿Necesitas bañarte?".Asentí a ambas cosas. Estaba hambrienta, sucia y compl
NinaLa mañana siguiente, después de pasar la noche en el apartamento de Enzo, me desperté con una nueva sensación de vida. A pesar de la falta de sueño, sorprendentemente salté de la cama antes de que sonara el despertador. Enzo me encontró después de un momento en la cocina, preparando café y desayuno."¿Ya te levantaste?", preguntó Enzo, frotándose los ojos con sueño. "¿Y vestida también?".Asentí y sonreí mientras ponía dos tostadas en un plato y empezaba a untarlas con mantequilla. "Voy a clase", dije.Enzo enarcó las cejas. Sabía que estaba sorprendido de que quisiera volver a clase tan pronto, e inmediatamente expresó su preocupación."¿Segura que no quieres descansar primero?", me preguntó. "Todo ha sido muy agitado. Estoy seguro de que la decana y tus profesores entenderán si necesitas faltar un par de días más".Sacudí la cabeza con vehemencia. "No. Voy a ir a clase. Solo quiero volver a sentirme como una persona normal, y ya falté a muchas clases este semestre".Enzo