Inicio / Romántica / Mesa para tres / Una gatita enojada con su tigre
Una gatita enojada con su tigre

No sé en qué estaba pensando Héctor al aparecerse así en mi habitación, con su madre, para que llegáramos al compromiso de no hacernos más daño, cuando la única que le ha hecho daño a la otra ha sido ella, su mamá, y él debe saberlo, pero al pedirme que estrechara la mano de su mamá y me comprometiera a no hacerle daño fue como si me hubiera puesto al nivel de ella, es decir, como si yo fuera tan culpable como Regina y, aunque en ese momento no dije nada para no armar una escena, salí de mi habitación hecha una furia.

—¿No nos vas a decir nada, Esma? —preguntó Rubí cuando ya estábamos a mitad del segundo plato del almuerzo.

Giré la mirada todavía con la boca llena y mis ojos no debieron haber expresado nada positivo, porque la asusté enseguida. Me sentí mal por eso. Estaba exagerando y ellas no tenían la culpa de lo que había pasado arriba. Incluso me sentí mal por la forma en que le hablé a Rubí después de que me preguntara, de la forma más inocente, con quién estaba en mi cuarto.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo