—No voy a dormir en el piso.—Claro que lo harás ¿y sabes por qué? Porque estas son las consecuencias de tomar decisiones apresuradas. Oh mi querido Julian, como gran empresario que eres seguramente conoces los riesgos de apresurarse con cada paso mal dado.—lo miro — Y hoy, estas son las consecuenciasJulian rio crédulo. No se estaba tomando enserio las palabras del que solía ser su "amable" y "servicial" empleado James.—Ahora tengo mi reunión de negocios —dijo mirando hacia su reloj quitándole importancia a aquel incidente. Entonces se acomodó el traje — y seguramente cuando regrese dentro de unas horas, tu habrás cambiado de opinión.***Cuatro horas después. Tessa no cambio de opinión.Increíble.Esto era indignante.—Mira el lado bueno, el piso sigue siendo tan caro como tu colchónJulian, un tanto irritado suelta desde el suelo—¿podrías al menos lanzarme una almohada?—Claro—dice ella mientras le lanza una.Una que le cae justo en el cara —mira a donde apuntas— le recrimina el—
La conversación del dia de ayer le había dado a Tessa un nuevo panorama para ver a Julian Anderson bajo otra luz diferente. Era raro como se abrían las personas cuando no se veían cara a cara. Y más aun, esa extraña, pero maravillosa forma que tomaban las palabras cuando no habia luz. Tessa bajo la mirada hacia su desayuno. Julian estaba justo al otro lado de la mesa comiendo, y de alguna forma pudo verlo incomodo. —¿T-te... te duele la espalda?— se atrevió a preguntar ella con cierto grado de culpabilidad —No es nada. En dos días los empleados tendrán su descanso y la cama de la pared estará ya instalada. No te preocupes. Por alguna razón Tessa no podía dejar de darle vueltas a la confesión del dia de ayer ¿Virgen? ¿Cómo que virgen? El gran, famoso, guapo, sexy, y soltero más codiciado de la ciudad Julian Anderson jamás ha estado con ninguna mujer. ¿Jamás de los jamases? ¿Era eso posible? ¿Acaso... nunca se habia enamorado? Cada vez que el decía algo, Julian se volvía aun más
Al terminar la jornada laboral ella tomo un taxi a su antigua casa, luego de vestirse como Tessa, salió nuevamente esperando tomar un taxi hacia la mansión Anderson, pero se dio cuenta de que otra persona ya estaba al pie de su casa —No sabía que pasarías por mí. —dijo en cuanto se acercó al carro reconociéndolo —Sabes, hay que encontrar un método más eficiente para irnos juntos. —le contesto Julian desde adentro —Sabes, es raro verte manejando a ti —No dependo de mi personal para todas las cosas —¿Sabes hacer de todo? —Soy un adulto funcional, Tessa. —soltó mientras empezó a chequear su celular —¿Cocinar? ¿barrer? ¿trapear? —Si. Si. Si.—contesto sin siquiera levantar su vista de la pantalla. —ahora súbete, y abróchate el cinturón, nos vamos a casa A casa... Tessa aun no había tenido tiempo para poder llamarle a la mansión su casa. Ella asintió y obedeció —¿Qué es eso que tienes allá atrás?— pregunto mientras miraba por el retrovisor —Una especie de lona. Tessa evito solt
El muy descarado de Julian (en opinión de Tessa) se paseó por la habitación como si no fuera nada. Ignorándola por completo a ella. Sus ojos castaños lo observaron desde sus brazos hasta su definido abdomen. Julian no era en extremo musculoso, pero tenía un cuerpo bien marcado y tonificado. Ella no entendía como se podía tener un cuerpo asi cuando se pasaba la gran mayoría del tiempo sentado detrás de un escritorio. —¿Q-que… que estás… que estás haciendo…?—se atrevió a preguntar consternada luego de un rato Por fin, sus ojos azules la observaron, mientras el agua aún se escurría de sus cabellos hacia su cuerpo —¿perdona? —¡Asi!— señala Tessa casi histérica —¡¿Por qué rayos no tienes una camiseta puesta?! —Camiseta…—murmura Julian aún más confundido —¡No puedes pasearte asi en frente de mí! El inclina su cabeza levemente mientras entrecierra los ojos un tanto desubicado. Julian no estaba entendiendo la razón de este drama —¿Te alarmas solo por esto?— pregunta incrédulo —¡Claro
—¡Buenos días jefe!— menciono ella cuando arribo a la empresa. La sonrisa usual de ella acompañaba sus mañanas mientras abría las persianas de par en par.—Hoy en la tarde tengo una reunión. — lo oyó mencionarNi un hola… vaya genio… Ella debería ser la resentida aquí.—¿Quiere que esté presente?El niega — en esta reunión no. Te quedaras en tu oficina adelantando el trabajo de mañana—Oh… claro… —menciono ella mientras recordaba lo sucedido del dia de ayer. Veinte minutos después de aquel incidente, la luz habia vuelto. Sin embargo, el ambiente fue diferente. Julian no volvió a mencionar nada sobre lo sucedido. De hecho, se puso sin objeción alguna su camiseta y se acostó en el suelo para dormir y ella en la cama.Tessa volvió a mirarlo, tan solo allí en su escritorio.Estaba claro que algo diferente pasaba ahora mismo. Pero… ¿Qué era?Lo observo con más detenimiento un largo rato. Se dio cuenta de que él no la estaba mirando. Hoy en la mañana incluso pareció querer evitarla. Despué
Luego de varias horas de trabajo, a la hora de la salida, James estaba por irse a su casa, pero escucho de pronto la voz de un hombre a sus espaldas —Conmigo.— eso sonaba a orden y solo podía provenir de una sola persona. —¿Qué? El solo miro hacia su reloj. Normalmente este era un rasgo principal de Julian, casi siempre estaba mirando la hora. Es como si sintiera que a cada segundo lo necesitaban en alguna otra parte. El siempre se estaba moviendo. Siempre haciendo algo. Casi como si no conociera lo que significaba la palabra descansar, o simplemente estarse quieto. —Vendrás conmigo. —dijo llamando ahora al ascensor —Pero... no es prudente—contesto con lógica —si nos vamos juntos... alguien podria vernos, ¿Y cómo me volvería, —bajo la voz —Tessa? Sus ojos la miraron como un mar en calma —entra—pidió cuando el ascensor llego. Ignorando por completo su pregunta Ella obedeció —técnicamente, ya es mi hora de salida, jefe El siguió sin responder. Ella se aclaro la garganta —me refi
Tessa había estado viviendo sola desde hace un tiempo. E incluso cuando vivía con su hermano ella había aprendido a cocinar. No porque su hermano no lo hiciera. Simplemente era porque a ella le gustaba hacerlo.Una mujer de gesto pálido y mirada oscura la saludo cordialmente cuando la vio en la planta baja —Señora Anderson, ¿se le ofrece algo?¿Señora Anderson?« Oh claro. » recordó « soy la futura esposa de Julian. »Vaya farsa.—He venido a preparar una sopa.—¿Preparar?— la mujer pareció desconcertada —¿desea que le haga una sopa?Ella negó —no. no. La hare yo misma.La mujer entendió y no se opuso a sus órdenes, incluso se ofreció a ayudarla por si necesitaba algo como una asistente de cocina, pero Tessa volvió a negar. Asi que la mujer pronto se despidió y le dejo la cocina para que ella pudiera trabajar. Si se le hizo una petición rara, o descabellada, ella jamás lo demostró.Estando ya sola, Tessa se puso manos a la obra. Y asi lo hizo, además mando a un trabajador a comprar la
Tessa pudo haberse apartado. Hubiera sido tan fácil esquivarlo… o eso creía. Es decir… el cuerpo de su jefe estaba tapándole cualquier salida, pero… el estaba debilitado por la fiebre, seguramente un tambaleo lo haría caer, o mínimo apartarse.Pero no. Se quedo. Contra todo pronóstico se quedó. Experimentando asi una sensación de ansia, nervios, y anhelo. ¿lo anhelaba?¿Y porque Julian decía todas esas cosas? No lo entendía. Pero cuando sus labios tocaron los suyos simplemente dejo de pensar. Por unos segundos no importaba nada mas que el poco aire que estaban compartiendo aquellos dos en aquel espacio tan reducido.Julian tenia la boca caliente. Su tacto se sentía caliente. ¿eso se debía a la fiebre?Entonces ella intento apartarlo. No estaba bien. El estaba enfermo. Quizás ni siquiera era consciente de lo que estaba haciendo. Ella no quería esto asi.—Juian… estas enfermo, no sabes lo que haces. —murmuro con dificultad —Tu no quieres esto...—¿No me escuchaste... decir que lo quería