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Un enojo algo infantil

-¿te sucede algo?-escucho como me habla Elliz quien esta recostada en nuestra cama mientras yo salgo del baño de una refrescante ducha.

-No.-le contesto con simplicidad mientras me acerco a buscar una ropa adecuada para el día de hoy-¿porque lo dices?-cuestiono dándole la espalda.

-no... Por nada-escucho como susurra mientras hace una pausa.-Alma y Amber vienen hoy a la casa a cenar ¿cierto?

-sí, así me ha comentado David.- digo, y solo escuchar el nombre de esa pequeña niña algo se estremece dentro de mi

-debería decidirse por alguna de ellas dos, sé que le que le gusta Alma, lo trae loco-escucho una risa de sus labios yo sigo sin voltearme a verla mientras me dirijo al baño- pero no noto el mismo interés de ella hacía él.-susurra. Salgo y la noto pensativa- ¿será que tiene novio?-pregunta y esa última frase me desagrada.

¡El único novio de Alma soy yo!

Es lo que pasa por mi mente y no dejo de pensar que estoy siendo jodidamente egoísta.

-quizás... no lo sé-atino a decir mientras salgo de la habitación directo a la sala de estar en espera de la pequeña niña que debe estar por llegar en mi casa. Me pongo a pensar detenidamente que ya tengo 7 meses al lado de esa chiquilla que cada día me vuelve loco un poco más si es preciso, tenerla cerca genera en mi algo que ni yo mismo logró explicar en ocasiones ni momentos. Recuerdo entonces en ese momento que casi no asistía hoy debido a que tenía planes, planes que yo insistí que dejara a un lado para poder verla hoy con tranquilidad, pero para llegar a esa paz tuvimos una discusión.

-he dicho que no, Alma- le digo con enojo mientras frunzo el ceño. La sola idea de que saliera sola con ese tipo de amigos suyos no me agradaba en lo más mínimo.

-es que no te estoy pidiendo permiso, Mathias.- dice levemente y noto como está un poco confundida por la actitud que tengo en estos instantes; hasta yo me siento confundido.- te estoy avisando que no podré ir a tu casa este fin de semana porque saldré, eso es todo.

-no lo acepto- respondo mientras la miro fijamente- esas salidas no traen nada agradable, eres menor de edad y no puedes salir sola por la calle, ni siquiera con David.

En estos momentos me siento un niño enojado y encaprichado en algo que tiene lógica, ella tiene el derecho a salir pero la sola idea de que ande con esos jóvenes no me agrada en lo absoluto.

-¿David?-dice- David solo sabe cuidarme y respetarme- su voz sale de una manera baja y sé que se siente intimidada en estos momentos haciéndome sentir de una manera inexplicable, no me gusta verla así.- he cambiado con él, incluso eh cambiado en mi escuela con mis compañeros por ti, Mathias.- su voz se quiebra y siento que va a llorar- mi mundo no puede estar girando en torno a ti todo el tiempo.

-pero el mío lo hace contigo todo el tiempo, Alma- le confieso tomando su delicado rostro entre mis manos y era verdad desde que ella había aceptado estar a mi lado mi mundo se reducía en muchas cosas y una de las más importantes es ella.-¿entiendes que te has convertido poco a poco en todo lo que deseo en la vida?- susurro mirándola fijamente, deseando lo mismo que ella me mirara fijamente notando que todo lo que le digo es verdad y así fue esos ojos brillantes cafés me miraban llenos de ilusión haciéndome derretir en un jodido segundo.- solo quiero cuidarte y que estés conmigo en cada oportunidad que tengamos ¿entiendes?- le digo mientras acaricio su mejilla con mi pulgar suavemente y acercándome a su rostro logrando así poder rozar esos labios apetitosos que tengo frente a mi.- no vallas, por favor quédate conmigo- le pido como último recurso besándola.

Me quede atrapado en ese recuerdo al grado de no percatarme que ya ella había llegado, es sábado por la noche fin de semana y ella estará conmigo. Me acerco hasta donde se encuentra con Elliz preparando la cena, la saludo y ella me regresa el saludo con una sonrisa trato de aparentar en lo más que puedo lo bien que me hace sentir tenerla cerca de mí. El verla con Elliz es algo incómodo pues sé que ella no se siente a gusto con eso más hace su mayor intento y quisiera en este momento hacer algo para hacerla sentir mejor.

Me quedo allí un rato pero luego opto por retirarme y dirigirme a la mesa, veo que David está sentado allí andando su móvil.

-¿qué haces, hijo?-le pegunto tratado de ocupar mi mente y no pensar tanto en Alma. Esa pequeña niña que está ocupando mi mente mucho tiempo del que yo pensaba.

-hablando con Amber.-me responde sin más y esa respuesta me deja neutro.

-¿Amber viene a la casa?- David asiente y yo no puedo evitar fijar la vista hacía donde esta Alma. Se perfectamente bien que ella y Amber no se llevan muy bien que digamos. De hecho, había descubierto que Alma era celosa, muy celosa... y si existía algo que ella no toleraba es que Amber estuviese cerca de mi o de David. Sabía perfectamente que Alma lo protegía como una hermana y su concepto de Amber no era uno muy decente.

Dejo escapar un suspiro.

Esta será una larga noche

Escucho el timbre de la puerta e instintivamente sé que es Amber puesto que David se ha levantado. Ella y David se conocen desde hace un par de años, cuando coincidieron en un curso de primeros auxilios desde allí habían mantenido comunicación entre ambos forjando una amistad, de ante mano yo sé perfectamente que Amber siente atracción por mi hijo, pero él se va más por Alma. Por mi pequeña niña...

Aunque en más de una ocasión me he dado cuenta que puede intentar algo con Amber quizás para tratar de superar a Alma, lo que sería un buen progreso debido a la pequeña y profunda situación que existe entre nosotros en estos momentos. En más de una ocasión he pensado en lo que mi hijo podría pensar si se entera de la verdad que existe entre Alma y yo.

Trato de alejar mis pensamientos de esa realidad.

Amber me saluda desde lejos y se introduce a la cocina. Pensé una y otra vez en Alma, en o que estaría pasando por su mente que seguramente no sería nada agradable.

-hijo...-llamo a David con voz calmada.

-¿sí? Papá.- responde fijando sus orbes sobre los míos.

-creo que invitar a Amber hoy no fue una muy buena idea.

-¿porque lo dices?-pregunta mirándome con intriga pero luego de un segundo cuando ve Alma y Amber mirándose fijamente mientras ella le retira los platos de la mano hace un gesto incómodo.

-vez...-le susurro cuando Amber está cerca de nosotros evitando ser escuchados

-creo que tienes toda la razón-me dice mientras niega con su cabeza admitiendo su error.

De un momento a otro mientras terminan de colocar la mesa Amber toma asiento entre David y yo quedando en medio de ambos. Puesto que yo tenía reservado para la pequeña niña que presiento se enojará en exceso.

-¿qué tal todo Mathias?-me pregunta mientras me sonríe amablemente.

-todo bien Amber gracias por preguntar.-le respondo tratando de apaciguar la mirada asesina que mi pequeña tiene puesta sobre mí, se perfectamente que me esta fulminando con la mirada pues la he visto e soslayo y se perfectamente que le desagrada el que Amber este entre nosotros dos.

Todo una vez servido y cada quien en su puesto nos disponemos a cenar.

-buen provecho-dice Alma educadamente antes de empezar a cenar.

-gracias-respondí dándole una mirada rápida. Y después de mi los demás respondieron lo mismo para empezar a comer tranquilamente. Luego de culminar y lavar los platos se me ocurrió la idea de ver una película en el plasma que está en la sala de estar, trate en lo posible por quedarme cerca de Alma para poder rozar su mano sin que nadie se diera cuenta. Ya pasado el tiempo de una manera rápida

Decido que es hora de llevarlas.

-creo que es hora de llevarlas, chicas. Ya es algo tarde-David mira a Amber y Alma, ellas asienten.

-vamos, las llevo- les comunico mientras me dirijo hacia la mesa de estar donde están las llaves de mi auto, las tomo y salgo hacia el garaje seguido de Alma, Amber y David. Una vez allí enciendo el auto y salimos directo a llevar a las muchachas, Amber vive un poco más lejos que Alma, por mi mente pasa llevar a Amber primero y así pasar más tiempo con Alma, pero sé que si quizás hago eso mi hijo va a pensar e imaginar muchas cosas lo que no nos ayudaría en nada así que dejo primero a Alma, al llegar a su departamento bajo de forma rápida del auto sin despedirse de mi o de David.

Se enojó....

Fue la conclusión a la que llegue ante su actuación.

Continué con el viaje en silencio, unos minutos después dejamos a Amber en su casa. Se despide de David y de mí. Una vez regreso a casa David me habla.

-¿Qué le sucedería Alma?-me pregunta con intriga, sabía que la manera en la que ella había bajado lo había intrigado.

-no lo sé-le contesto tratando de sonar desinteresado pero era todo lo contrario.

-parecía enojada, molesta...-susurra- muy molesta diría yo-afirma y niega con su cabeza

-también pude notar eso. Quizás porque se enojó.-David me mira como si fuese obvio por qué se había enojado- ¿Qué sucede?-le pregunto

-recuérdame por favor no hacer que ellas se vuelvan a encontrar.- me dice y no puedo evitar sonreír

-no creo que fuese solo por eso.

-¿crees que este celosa?- pregunta le doy una mirada rápida, falta poco para llegar a la casa.

-¿celosa?- él asiente- ¿Por qué?

-quizás de Amber...-responde.- puede que por fin se esté dando cuenta de sus sentimientos hacía mí, papá.-la ilusión se asoma por su voz y me hace sentir pésimo.

Si tan solo supieras, David...

Mi mente viaja muchas veces en ese pensar y no puedo evitar sentirme por momentos mal.

Llegamos a la casa, ambos bajamos del auto y entramos. Me dirijo hacia la habitación que comparto con Elliz, ella esta acostada entro al baño y me coloco la pijama necesito hablar con Alma.

-¿Amor?- escucho como Elliz me llama. La observo.

-dime, cielo.-le respondo.

-¿te apetece dormir?- me propone, la miro y pienso en las veces que he estado a su lado desde aquel día que decidimos comprometernos debido a lo que me obligó a casarme con ella. Pienso varias veces que si eso no hubiese sucedido nada ese día todo sería distinto.

-más tarde.- le respondo y salgo mientras tomo asiento en amplio sofá donde estaba antes sentada Alma. Tomo mi teléfono y le envió un mensaje.

¿Por qué bajaste así del auto?

Presionó enviar y la respuesta no tarda en llegar.

Por nada, Señor.

Leo y con solo notar su respuesta tajante sé que le ha sucedido algo.

¿Qué sucede, Cariño, porque me llamas señor?

Presionó enviar, necesito saber que le sucede. Sé que algo le ha molestado pero su actitud es difícil sobrellevar. Su respuesta llega y me hace suspirar agotadamente, jamás imagine verme en esta situación a mi edad

¿Por qué? Le explico porque le llamo señor y lo que me sucede resulta que usted tubo el gran descaro de estar cerca de su querida Amber que por lo visto le agrada demasiado. Pasa y acontece que usted me dejo a mi primero que a ella dándole a su niña una gran prioridad. Pero del resto no pasa nada, y le llamo señor porque no sé cómo mas catalogarlo.

-definitivamente esta celosa...-susurro para mí mismo. En cierto modo me parece graciosa la actitud que esta niña está tomando. Daría lo que fuese por tenerla frente a mí y besarla como nunca, opto por responderle.

Por dios, Alma. ¿Por qué piensas todo eso? Déjate de esas tonterías no existe preferencia ella vive más lejos que tú, es todo.

Presiono la opción de enviar y su repuesta no tarda ni dos minutos.

¿Es todo? Disculpe entonces, no sabía ese pequeño detalle pero como el señor me pidió no salir para pasar más "tiempo conmigo" no pensé que estuviera tan loco por dejarme a mí y luego llevarla a ella, ya que si hubiese querido pasar más tiempo conmigo la hubiésemos llevado a ella de primera. Pero por lo visto tome la decisión incorrecta mejor me hubiese ido a pasar la noche con mis amigos, quizás ellos si valoren su tiempo junto a ti.

¡Caramba! Sí que está furiosa esta niña, mi niña malcriada caprichosa y celosa.

Por dios mi amor, no pienses ni digas esas cosas. Lo lamento no pasara de nuevo

Envió tratando de calmarla. Pero mis esfuerzos son en vano

Si, tienes razón no volverá a pasar nunca más. Adiós.

Su respuesta me deja pensativo. ¿Adiós? ¿Qué quiere decirme con eso? ¿Está dando por terminado esto? ¿Solo por dejarla primero a ella?

Dios....

Alma es un caso único en la vida. Debo llenarme de mucha paciencia. Intento responderle pero me veo interrumpido.

-¿papá?- David esta frente a mi mientras me mira fijamente.

-¿Qué sucede, David?-le pregunto mientras dejo el celular a un lado.

-¿Qué haces acá solo?

-no tengo sueño aun- le respondo con sinceridad ya que la pequeña discusión con Alma me ha quitado cualquier ganas de dormir.

-humm...-hace una pausa para continuar- pero deberías descansar siempre estas ocupado con asuntos de la empresa.-me mira-no quiero que te estreses.- su preocupación me hace sentir algo en el pecho, David siempre ha sido un hijo ejemplar dispuesto a ayudar en todo al preocuparse por su madre y por mí.

-tranquilo, ya me iré a la cama... tu igual deberías hacerlo ya es tarde.

-lo sé...

-buenas noches, David- le digo mientras me levanto del sofá camino hacia el coloco mi mano derecha sobre su cabello y lo revuelvo alborotándolo un poco.

-¡papá!- me regaña y no puedo evitar reír.

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