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Sentimientos inexplicables

Abro mis ojos de forma pausada cuando la claridad llega a mí, hoy es lunes y desde hace dos días no sé nada sobre Alma me ha ignorado olímpicamente. Me levanto de la cama dirigiéndome directamente al baño lavo mis dientes y me doy una ducha con agua fría como todas las mañanas, una rutina muy acoplada a mí. Salgo dela ducha y voy al vestidor, elijo el atuendo acorde al día un traje gris oscuro, camisa blanca, zapatos a juego y el reloj rolex original que siempre uso color plata.

Me dirijo hacia la cocina donde veo a David desayunando y Elliz está a su lado

-buenos días, cariño

-buenos días, papá

-buenos días- les respondo de forma cálida mientras me sirvo una taza de café mientras me quedo observándolos. Elliz me observa.

-¿solo eso vas a tomar?-dice en modo de duda mientras su barbilla reposa en su mano izquierda.- ¿quieres que te sirva algo?

-no, estoy bien así. Amor.- le digo pero sé que no está muy convencida. Usualmente mi apetito es normal pero hoy no lo tengo de ese modo gracias a cierta persona que ignora mis mensajes, no soy hombre que actúa de esa manera que pierde el apetito por simplicidades pero esa niña a puesto mi mundo de cabeza. He intentado comunicarme con ella innumerable veces y no respondía ni a mis mensajes ni llamadas

-¿me llevaras al instituto papá?-la voz de David me saca de mis pensamientos.

-claro hijo. Aún hay tiempo.-le digo. Mientras termino mi café y doy una ojeada a mi celular.

Nada...no me ha enviado ni un solo mensaje

David se levanta toma su mochila, Elliz se acerca mí y me da un beso en la comisura de mis labios.

-que tengas un buen día, cielo.

-gracias, amor.- salgo directo a la cochera donde entro en mi auto y David se monta en el copiloto.

Arranco directamente hacia el instituto pensando en poder ver a Alma e intentar a hablar con ella, no le comunico nada a David puesto que trato de pasar desapercibido con el tema de que ella muy probablemente ira hoy a la casa, mi hijo ha tomado como rutina invitarla los lunes a la casa ella pasa el día con nosotros y luego la llevamos hacia su casa.

Llegamos al instituto David baja despidiéndose de mí, mientras cierra la puerta yo miro hacia varias direcciones tratando de situar a Alma pero no logro ubicarla en ningún lugar de las afueras del instituto, arranco en el auto directo a la empresa sin esperar nada más y resignado a verla durante esa hora.

Pasado unos minutos llego a la empresa, entro por las amplias puertas de vidrio templado que dan hacia el interior de la empresa, paso por el vestíbulo principal mientras escucho los buenos días de parte de los empleados les respondo cortésmente mientras saco mi celular e intento comunicarme con Alma nuevamente el sonido de que cae la llamada está en mi oído pero ella no atiende.

Bufo frustrado.

-Señor Mathias- fijo mi vista sobre Ana, mi secretaria- recuerde su reunión con el Abogado para la iniciación de su próximo negocio, es dentro de 20 minutos.-me anuncia

-está bien, gracias.-le respondo con cortesía mientras me dirijo a mi oficina e intento nuevamente llamar a Alma pero ella continua sin atender. Decido entonces enviarle un texto

Alma, atiende por favor.

Le doy la opción enviar espero unos minutos y no obtengo respuesta, el abogado con el que tengo la reunión está en el portal de mi oficina le hago gesto para que entre mientras lo saludo de manera cortés estrechando nuestras manos, le invito a que tome asiento mientras nos disponemos a entablar la conversación sobre mi nuevo proyecto abrir un Mercado en el que se dispongan variedades selectivas de alimentos a la ciudad, analizamos los términos legales, requerimientos, entre otros temas diversos y de vez en cuando doy una ojeada a mi celular pero nada llega. El Sr Muñoz se marcha de mi oficina y vuelvo a enviarle a esa niña caprichosa.

¿Por qué no contestas?

Doy la opción enviar, espero una respuesta y nada llega. Intento enviarle un último mensaje con una frase que sé muy bien puede hacer que me reenvíe un mensaje.

Por dios, te estas comportando como una niña inmadura.

Envió y se perfectamente que ese mensaje puede hacerla enojar un poco más de lo que este, ella odia que le digan inmadura no es que lo sea, pero siento que en estos momentos lo está siendo y creo que lo peor del caso es que yo me bajo a un nivel de rogarle.

Por dios...

A mis 32 años insistiéndole a una adolescente de 16 años.

Necesito hablar contigo, no es lo que piensas.

Vuelvo a escribirle y esta vez obtengo una respuesta.

Si para usted ser inmadura es entender que posees preferencia bien inmadura que soy entonces, más que inmadura digamos tonta por haber pensado que tú querías pasar tiempo conmigo. Espero y entiendas que no quiero hablar contigo por eso no le contesto, señor.

Su respuesta me parece un poco graciosa, me ha respondido y es lo que quería. Esta molesta, enojada y celosa.

Mi pequeña celosa...

De hecho estas hablando conmigo, me has respondido. Deja de pensar esas cosas.

Espere un rato por una respuesta pero no llega, mi humor cambia así que decido realizar todas las actividades pendientes en la oficina puesto que luego debía ir por David al instituto y sea como sea trataría de ver a esa niña malcriada que está haciendo que mis emociones se revoloteen en un sentido inigualable y que jamás había pensado experimentar con alguien.

Iba a hacerle entender que lo que tenía en su mente era algo totalmente absurdo e ilógico.

Espero la hora indicada para salir de la oficina y dirigirme hacia el instituto en busca de mi hijo pensando en que quizás Alma no aceptaría ir a la casa hoy debido a su nivel de enfado y poca tolerancia, en tan solo 7 meses había aprendido a conocer a la perfección a esa niña. En el trayecto intente marcarle nuevamente pero descarte la idea, no quería continuar discutiendo con ella prefería hablar de una vez por todas y aclarar todo esto.

En el trayecto decido llegar a un restaurant de paso y pido 4 platos para llevar. El mesero dice que debo pasar dentro de media hora por el pedido y decido ir por David. Observo mi reloj son las 12:45 pm. Aun me queda tiempo para llegar al instituto y muy probablemente hablar con Alma.

No tardó mucho en llegar, me estaciono y logro visualizar a Alma y David quienes estar conversando más allá de la salida del instituto, fijo mis orbes sobre ellos y noto como ella está un poco alterada. ¿Qué estará pasando con esos dos? Me quedo un rato observándolos hasta que de un momento a otro David la toma por el brazo y técnicamente la arrastra con el hasta el instituto, ella se suelta de su agarre y yo decido acercar mi auto hasta el frente del instituto donde ambos miran el coche, Alma duda en montarse y noto como da un paso hacia atrás cuestionando el hecho de si o no; de pronto observo como se monta en la parte trasera y David en el copiloto.

La observo a través del retrovisor.

-hola, Alma. ¿Cómo estás?- le hablo con serenidad y tranquilidad.

-Hola, señor. Bien y ¿usted?- su formalidad cortante me hace fruncir el ceño. ¿De verdad continuara actuando de esa manera? Me dispongo a arrancar en el auto en dirección al restaurant durante el trayecto Alma opta por hablar con David sobre cualquier cosa del instituto y las materias ignorándome completamente lo que hace que me sienta frustrado y aprieto con fuerza el volante. Pasado más de unos minutos llegamos al restaurant en el que había estado anteriormente antes de ir por los muchachos.

-David ve y trae lo que encargue.- le digo mientras le entrego el dinero para que termine de cancelar el resto de la comida, mi hijo asiente y baja de auto dejándonos solos a Alma y a mí, me giro sobre mía siento y al observo noto como ella traga grueso se ha puesto nerviosa siempre hace eso cuando estamos solos y sin previo aviso la tomo por su brazo y la halo hacia mi cuerpo.

No soporto esta situación y sus labios son una jodida tentación para mí.

Uno sus labios con los míos sin siquiera avisar, la beso con vehemencia, con anhelo de sentir su suavidad, sin siquiera pensarlo ella corresponde y eso me hace sentir lo inexplicable me hace querer besarla aún más sin siquiera separarnos para respirar. Adoro la sensación que provoca tener sus labios sobre los míos, tan tibios, suaves y calientes.

Me encanta tanto este contacto...

Nos retiramos lentamente.

-¿Qué cree que hace?- me dice retirándose de mi con brusquedad.

-¿Qué hago?- digo mientras una sonrisa ladeada se asoma en mis labios- besarte, eso hago.

-no lo hagas- dice- tu hijo puede vernos- se excusa mientras se acomoda en el asiento y observa a través del vidrio del auto, había olvidado completamente que David está en el restaurant de hecho ha tardado en llegar pero el lado positivo de ellos es que puedo hacer entrar en razón a esta niña terca que tengo frente a mí. Me acerco y tomo su mentón haciendo que sus ojos se fijen sobre los míos unos sus orbes café brillan de una manera tierna lo que me genera la sensación de querer besarla otra vez.

-por favor, alma ya discúlpame. No pensé que lo de Amber te enojaría tanto. No volverá a pasar.- le digo tratando de hacerla entrar en razón y de la manera más serena y tranquila posible, me mira detenidamente unos segundos y luego retira su rostro bajando su mirada, no me gusta verla con esa inseguridad.-ey-llamo suavemente.- te quiero- le confieso abiertamente mientras fija sus orbes sobre los míos sin esperar una respuesta la beso.

La beso como si eso concluyera todo lo que necesito que ella entienda, necesito sentirla mía, cerca de mí... necesito sentir esos labios que dan calor a mi cuerpo, a mi vida y a mi corazón. Alma me hace sentir lo que jamás había sentido y tenerla así es una ternura y una tentación al mismo tiempo.

Una combinación muy fascinante y encantadora para mí.

Sin dudar corresponde a mi beso, a mi tacto dejándose llevar por mí, por el ritmo que estamos mercando en estos momentos, siento su lengua rozar con la mía y eso hace que quiera intensificar más esto, pero el control puede más en estos momentos.

- yo también te quiero- me dice y siento que esa palabra significa mucho más para mí de lo que pienso, de lo creo y de lo que imagino.

La miro detenidamente.

¿Qué está haciendo esta niña conmigo? Está cambiando todo mi mundo. En 7 meses que tengo con ella, a su lado me ha hecho experimentar un sinfín de emociones que no sabía que aun existían en mi interior. Me saca de mi rutina atrayéndome a un mundo nuevo el cual quiero conocer en todo los sentidos posibles y si es necesario quedarme allí por siempre y para siempre.

Esta niña ha revolucionado mi mundo y yo aún no caigo en el hecho de que estoy enamorado de alguien que es menor que yo...

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