Erika. Últimamente me estado dando cuenta de que algunas de mis amigas me están evitando y escuchado algunas damas hacer comentarios sobre mi a mis espaldas y no soy estúpida se muy bien que esa mujer a estado revelando ciertas cosas de lo que le hicimos y me estoy dando cuenta de que Lucían esta cada ves más frustrado ya que ninguna mujer desea qué se le acerqué y se desquita conmigo, el dinero qué tenemos se nos están acabando y si no tenemos alguna víctima terminaremos en la ruina pero lo que corona todo es el periódico qué me avienta Lucían a la cara cuando llega de la calle, lo tomo y comienzo a leer percatandome de que nos están acorralando. -¿ que es esto ? -¿ que eres ciega o estúpida para no saber leer ? allí está claro todo esa estúpida soltó la lengua debí contársela uando tuve la oportunidad. -deja de fangarronear nunca tuviste las agallas para cortarle algo. -¡ CÁLLATE ESTÚPIDA ! Lucían me da una bofetada qué me deriva, me sujeto la mejilla y lo volteo a ver co
Diana. Después de asegurarme de que Max trate con dignidad a Erika me retiro de la habitación y me dirijo a mis habitaciones para descansar un poco pero al abrir la puerta me llevo la sorpresa de que la princesa Jackelin esta sentada en mi recibidor tomado té, le hago una reverencia y la mira con amabilidad.-su alteza espero que no lleve mucho tiempo esperándome, nadie me aviso de su visita.-yo pedí qué no le avisaran pensé que estaría muy ocupada con mi hermano pero por favor tome asiento deseo poder hablar con usted.Me siento un poco nerviosa pero no dejo qué salga a flote y me siento frente a la princesa mientras una de las sirvienta me sirve té.-¿ de que desea hablar su alteza ?-¿ por que se acerco a mi hermano ?Medito la preguntado de la princesa y solo me viene a la mente decirle la verdad ya que su mirada es tan fría como la de Max. -en verdad él me encontró cuando me dejaron moribunda en el bosque.-y pensó en adherirse al emperador.-cuando lo conocí no sabia nada sob
Diana.Miro por el balcón y recapitulo todo lo que a pasado estos días la princesa Jackelin me a frecuentado casi todas las tardes para hablar conmigo sobre cosas sin relevancia, Elena y el marques Víctor han comenzado a salir como pareja incluso Elena a mandado una carta a sus padres para decirles las intenciones del marques y que los irán a visitar al final del mes, hoy a pasado algo muy importante el conde Lucían a llegado al palacio y a sido encarcelado en las mazmorras, en un par de días se iniciará su juicio y aunque solo lo mire por unos instantes me perturbó me invadió una ira asesina y deseaba tomar una daga y apuñalar lo asta que la vida abandone su cuerpo, tuve qué utilizar cada gramo de voluntad para no hacer nada pero ese sentimiento no a desaparecido a pesar del pasar de las horas, me alejo del balcón para sentarme al piano tal vez un poco de música me calme pero solo me frustró más ya que no logro tocar nada sin equivocarme.-¡ aaaaaah ! ¡ maldición no puedo !Dejo de t
Diana. Al despertarme lo primero que veo son los pectorales de Max que está dormido a mi lado, siempre avía tenido la tentación de poder pasar mi mano por ellos con calma y al tenerlos tan cerca son una tentación muy grande, estiró mi mano con lentitud y la coloco con suavidad en su pecho pero me detengo y me aseguro que no se a despertado, al ver que sigue dormido paso la punta de mis dedos su pecho con delicadeza para no despertarlo. -me ases cosquillas. Separo mi mano con pánico al darme cuenta de que me atrapó tocándole sin su permiso, Max abre los ojos y me mira con una sonrisa para tomar mi mano con delicadeza y colocarla de nuevo en su pecho. -por favor no te detengas si deseas puedes bajarla. Max comienza a bajar mi mano con lentitud por sus pectorales pero al sentir que llegamos a su ombligo retira la mano muy sonrojada para sentarme en la cama cubriendo mi desnudez con las sabanas. -Max no seas tan descarado. Max se sienta a mi lado y coloca su cabeza en mi hom
Diana.Al pasear por las calles del pueblo me percato de que no pasamos desapercibidos para nadie a pesar de que Max se a vestido de forma modesta pero tal ves sea por los soldados que nos rodean, volteo a ver de reojo a Max que se mira molesto creo que a él tambien le fastidian tantas personas a nuestro alrededor.-¿ mi señor ocurre algo ? ¿ le molestan los guardias ?-no es algo del protocolo lo que me pregunto es por que tenían que venir ellas.Max voltea sobre su hombro mirando a Elena y a la señora Gloria qué se mira moleta.-soy la dama de compañía de la duquesa es mi deber acompañarla siendo su chaperona.-mi deber es asegurarme qué el emperador se comporte decentemente.-me ofende qué insinúe qué are algo indecente frente a tantos ojos.-me e llevado algunas decepciones últimamente.Me produce gracia la discusión y el rostro de Max al ser regañado por la señora Gloria, tomo el antebrazo de Max para llamar su atención.-mi señor no debería de discutir con la dama qué lo crió.
Diana. Me retiro en la compañía de Elena qué me sugiere ir a dar un paseo por los jardines y a pesar de que estoy cansada por la salida al pueblo aceptó ya que deseo despejar mi mente de lo que acaba de pasar con la princesa qué me trajo malos recuerdos de mi familia. -disculpa duquesa ¿ como supiste que hacer ? La voz de Elena me saca de mis pensamientos regresando me al camino de los jardines imperiales. -ya olvidaste a mi tía leídy Cindy. -cierto ella era igual ¿ verdad ? -a si es. Recuerdo de nuevo a mi tía que fue abandonada en el altar por su prometido y se hundió en una depresión de la qué no poder salir, a veces mi madre la ayudaba a desahogarse cuando la dejaba romper cosas de la casa pero como su círculo de amigas la abandonaran un día no lo soporto más. -espero que la princesa no termine igual. -yo igual, es una chica muy joven y bella, deberíamos invitarla a salir con nosotras. -me párese bien. -¿ como siguen las cosas con el marques Víctor ? El ros
Diana. Al escuchar las palabras del señor Alfonso me invaden una oleada de emociones qué se contradicen entre ellas, me siento feliz de que podré ser madre antes de llegar a los treinta pero me perturba saber que es un hijo concedido fuera del matrimonio, por dios que van a pensar mis padres, mi madre se va a decepcionar de mi y mi padre pensara qué soy una mujer de faldas ligeras, siento una opresión en el pecho que no me deja respirar y las manos me comienzan a sudar, por fin las emociones me ganan los ojos se me comienzan a llenar de lágrimas y no puedo parar. -por favor no llores. La voz de Max me saca de mis pensamientos y me toma del mentón con delicadeza para que lo mire, mis emociones se calman al verlo a los ojos qué están llenos de preocupación y alcanzo a distinguir una leve lagrima en uno de ellos.-¿ que ocurre ? ¿ por que lloras ? ¿ no estas feliz ?-me siento muy consternada, no sé como reaccionarán mis padres y no podre ocultar mi embarazo por mucho tiempo.-¿ y por
Diana. Después de unos días Max por fin me permite levantarme de la cama solo por que le dije que lo iba a ser sin importar su opinión pero Elena no se despega de mi en ningun momento, me sigue a todos lados incluso a la oficina del marques Víctor el cual me di cuenta que la miraba de reojo muy seguido, una sonrisa se dibujo en mi rostro al pensar que entre ellos dos ya hay algo solo espero que pase a algo más serio antes de que Elena se comience a deteriorar por su enfermedad pero no creó qué sea justo qué el marques se enamore de alguien que morirá aunque pensar de esta forma me ase sentir mal por Elena, ella no tiene la culpa de nacer enferma, al terminar mi trabajo deseo tomar un poco de aire fresco pero cuando se lo menciono a Elena esta se alarma. -¡¿ QUE ?! no, a penas te recuperaste si sales te puedes volver a sentir mal. -Elena te aseguro que estaré bien. A pesar de las protestas de Elena me acompaña a los jardines traseros pidiendo a la sirvientas que nos traigan una