Maximiliano. Hoy Diana saldrá del palacio y me siento inquieto por no poder ir con ella por lo tanto he organizado un grupo de guardias qué la va a escoltar y he dado la orden de no dejarla sola en ningún momento y si algo le pasa los matare personalmente pero aun así no me siento cómodo con el hecho no poder ir y me molesta mas que el marques Víctor ira con ella ya me han informado qué se han hecho cercanos incluso toman el té juntos y ahora paseara a su lado, al imaginarlos caminando juntos pasándola bien me irita y no me deja concentrarme en la junta, a esto hora ya deben de están en el pueblo y con solo pensar que Diana le sonría a otro hombre rechino los dientes y me levanto de mi asiento con brusqueda. -discúlpen me pero tendremos que continuar esta junta después. Mi reacción sorprende a todos los presentes pero antes de que alguien me diga algo salgo del salón seguido por Jacobo que me sigue de cerca. -mi señor se puede saber ¿ que pasa ? -necesito que me prestes ropa. -¿
Diana.Esta mañana parece de cuento el sol es cálido y una corriente de aire fresco mueve la copa de los árboles y la compañía de Elena me llena de alegría, paseamos por el área donde están los mercado y mis padre rápidamente se separan de nosotros ya que mi padres comienzan hacer negocios con los mercantes, no me preocupo mucho por separarnos ya que tres de los cuatro guardias qué nos acompañan se quedan con ellos a mi petición, nosotros seguimos caminando y al pasar por una librería todos concordamos en entrar rápidamente Elena encuentra un libro de versos en alemán qué toma con mucha emoción.-mira duquesa este es el tomo qué me ase falta para mi colección.-¿ sabes leer alemán ?-no solo se leerlo si no que lo hablo con mucho fluidez aparte de otros tres idiomas.-que interesante qué una mujer se interesa por los idiomas.-mi padre es maestros y siempre quise ser maestras de lenguas.-¿ y por dejo su deseo ?-de donde somos no me autorizaron la licencia para enseñar son pocas las
Diana. Después de calmar mi rabia salgo de mi habitación encontrándome a la señora Gloria sentada esperándome en mi salón privado, de seguro la mando Max para que me lave el cerebro. -duquesa Gloria ¿ qué la trae a mis aposentos ? -me informaron qué al parecer se encontró con alguien que la molesto en el pueblo. Valla que es buena para ocultar las palabras de Max, tomo aire para calmarse mi mente y cuidar mis palabras. -no es nada grave duquesa ¿ no desea tomar té ? -sería algo agradable. Caminamos asía el recibidor y le pido a una de las chicas de servicio qué nos traigan el té al balcón donde esperamos en un silencio incomodo asta que es rompido por Elena qué entra al recibidor muy alarmada por mi. -Diana nos preocupantes mucho cuando te llevaron. -¿ les dijiste a mis padres ? -no, les dije que te cansaste y decidiste regresar al palacio solo lo sabemos el marques y yo.-¿ te pasó algo Diana ?Miro a la señora Gloria de forma calmada y maldigo qué Elena a veces no piense
Diana. Me limpio las lágrimas con prisa al escuchar qué alguien se acerca por el pasillo, a los pocos minutos veo a una a los guardias qué me trajeron aquí. -muevete ya te van a enjuiciar. -puedo saber que delito cometí. -no estamos autorizados para decir nada acerca del juicio. Me acerco a los barrotes para que me saquen de este lugar maloliente, me llevan a un ala del palacio qué no conozco y al entrar en ves de mirar a Max presente en la sala están la emperatriz viuda junto con una doncella vestida como las chicas de servio pero jamás la había visto antes, hago una leve reverencia asía ella y me percató ato de que a mi derecha esta la duquesa Julieta. -¿ puedo saber el por que me han tratado como un criminal ? -me parece algo descarado por tu parte preguntar eso pero sabiendo de donde provienes y lo que hiciste no me sorprende tu desfachatez, el día de ayer le regalaste unos chocolates a una sirvienta que avías envenenado solo por que esa sirvienta te miro de forma fea
Diana. Siento que la sangre me vuelvo al cuerpo cuando salgo de ese salón, jamás en mi vida avía tenido tanto miedo pensé por unos minutos mi vida se acabaría pero al tener a Max tan cerca de mi cuerpo se calma poco a poco, llama al medico qué a los pocos minutos llega acompañado de mis padres y Elena qué esta temblando como una hoja al viento junto con el marques y la señora Gloria, después de que el medico me revisa y anuncia que solo necesito descanso se retira y la primera en avalanzarse sobre mi y preguntar por mi es Elena como siempre. -¿ como estas ? ¿ te hicieron algo ? ¿ que paso ? -Elena por el amor de dios calma te y has una pregunta a la vez. -lo siento señor Verdegri. -no te preocupes Elena estoy bien solo que me tomaron por sorpresa. -¿ Diana me podrías explicar lo que paso ? Miro a Max que está sentado a mi lado con una mirada preocupante instalada en sus ojos. -me acusaron de matar a una criada con veneno, le regale los chocolates qué tu me mandaste ayer. -yo
Maximiliano. Lo que dije fue para hacer caer en desesperación a las personas involucradas pero antes de que funciona Diana decide intervenir y me pregunto como resolvería ella está situación y esta podría ser una buena oportunidad para ver como afronta los problemas, la miro con atención y su mirada so torna sería y tan fría. -señoritas se que su trabajo es solo limpias las habitaciones del palacio y atender a los nobles qué no les importa si están cansadas o se sienten enfermas y sinceramente creo que todas ustedes son inocentes pero alguien debe de pagar por la lamentable perdida de Ana qué fue una doncella muy buena y amable asía mi. -¿ y que sertesa tienen ellas de que tu no lo planeaste ? Miro de forma asesina a la duquesa Julieta qué se atreve a meterse en la conversación siento que no tengo dudas de que ella fue la que mando los chocolates con veneno pero no esta tan loca como para hacer eso pero por otro lado esta mi madre que la manipula como si fuera un títere. -duquesa
Diana. No me gusta escuchar la desesperación en la voz de Julieta pero tampoco puedo abogar por ella ya que al parecer fue culpable del entendimiento, después de esa desagradable visión Max me lleva a mis aposentos emperador me alegra que está vez puedo ir caminando, al llegar a mi recibidor me encuentro con mis padres acompañados por Víctor que se miran muy preocupados. -¿ que paso ? -nada grave madre solo un mal entendido. -disculpá Diana qué lo diga pero eso fue un mal entendido te tendieron una trampa. -¿ que ? ¿ como qué una trampa ? Mi madre se preocupa por las palabras imprudentes de Elena a la que miro con molestia, mentí deliberadamente para no preopupar la pero tendré que hablar de esto con Elena después. -ya todo fue aclarado madre y se encarcelaron a los culpables. -hija deja de dar vueltas al asunto y di que paso. -el día de ayer alguien dejo unos chocolates en mis habitaciones y pensando que me los avía enviado Max se los día a una sirvienta sin saber qu
Maximiliano. Sabía que mi madre intentaría algo en contra de Diana pero no pensé que llegaría tan lejos pero con esto ya tengo motivos para expulsar a la duquesa Julieta peri también tengo que limpiar a mis guardias ya que me di cuenta de que algunos ayudaron a mi madre a mis espaldas, mis emociones me traicionan y hablo sin pensar bien frente a los padres de Diana qué se quedan muy serio y expectantes de que diga algo más ya que mis palabras parecieron una propuesta de matrimonio y lo único que se me ocurre es escapar de la habitación con las mejillas sonrojadas, como fui tan descuidado aunque pensándolo bien debería de hablar con sus padres y expresar les mis deseos con su hija para tener su bendición, al imaginarme despertando al lado de Diana cada mañana y teniendo hijos, no puedo evitar que una sonrisa tonta aparezca en mi rostro. -¿ mi señor se encuentra bien ? La voz de Jacobo me saca de mis estado y me regresa a mi realidad, ya llegue a la entrada de las mazmorras, me rec