Diana. No me gusta escuchar la desesperación en la voz de Julieta pero tampoco puedo abogar por ella ya que al parecer fue culpable del entendimiento, después de esa desagradable visión Max me lleva a mis aposentos emperador me alegra que está vez puedo ir caminando, al llegar a mi recibidor me encuentro con mis padres acompañados por Víctor que se miran muy preocupados. -¿ que paso ? -nada grave madre solo un mal entendido. -disculpá Diana qué lo diga pero eso fue un mal entendido te tendieron una trampa. -¿ que ? ¿ como qué una trampa ? Mi madre se preocupa por las palabras imprudentes de Elena a la que miro con molestia, mentí deliberadamente para no preopupar la pero tendré que hablar de esto con Elena después. -ya todo fue aclarado madre y se encarcelaron a los culpables. -hija deja de dar vueltas al asunto y di que paso. -el día de ayer alguien dejo unos chocolates en mis habitaciones y pensando que me los avía enviado Max se los día a una sirvienta sin saber qu
Maximiliano. Sabía que mi madre intentaría algo en contra de Diana pero no pensé que llegaría tan lejos pero con esto ya tengo motivos para expulsar a la duquesa Julieta peri también tengo que limpiar a mis guardias ya que me di cuenta de que algunos ayudaron a mi madre a mis espaldas, mis emociones me traicionan y hablo sin pensar bien frente a los padres de Diana qué se quedan muy serio y expectantes de que diga algo más ya que mis palabras parecieron una propuesta de matrimonio y lo único que se me ocurre es escapar de la habitación con las mejillas sonrojadas, como fui tan descuidado aunque pensándolo bien debería de hablar con sus padres y expresar les mis deseos con su hija para tener su bendición, al imaginarme despertando al lado de Diana cada mañana y teniendo hijos, no puedo evitar que una sonrisa tonta aparezca en mi rostro. -¿ mi señor se encuentra bien ? La voz de Jacobo me saca de mis estado y me regresa a mi realidad, ya llegue a la entrada de las mazmorras, me rec
Diana. Me entere por las señora Gloria qué la duquesa Julieta perdió el titulo y tierras qué conllevan y que el emperador la condenó a permanecer encerada durante seis meses en las mazmorras, me aprecio un poco exagerado quitarle su titulo pero no ouedo intervenir más con las decisiones de Max ya logre qué les perdonará la vida a las sirvientas, mande un ramo de rosas blancas a la familia de Ana con mi más sentido pésame junto con algo de dinero qué mi paga, se que esto no devolverá la vida de su hija pero en algo les ayudara, esta tarde voy a una fiesta de té en compañía de Elena y Jacobo como guarda espaldas a petición de Max que era su única condición para dejarme ir, últimamente se a vuelto más paranoico se asegura qué alguien pruebe mi comida antes de que coma y todos los cubiertos y platos los han cambiado por unos de plata ya que este metal reacciona con la mayoría de los venenos. -ya llegamos. La voz de Elena me saca de mi mente y al ver por la ventanilla del carruaje veo
Diana. Me recargo en el balcón de mi habitación y admiro el paisaje qué se puede ver desde este lugar tan privilegiado pero que es tan precario a la vez en cualquier momento puedes hacer algo que no le guste al emperador o a la sociedad y caer sin importar quien seas esta muy demostrado con Julieta qué a perdido el titulo y propiedades solo por una orden del emperador, se que no debo de sentir pena por ella ya que cometió un delito pero no lo puedo evitar nunca me avía involucrado en algo tan peligroso y delicado y me pregunto que perjudicar a tantas personas valdrá la pena por solo vengarme de una persona, paso una de mis manos por mi hombro tocando la cicatriz y un suspiro sale de mis labios, me pregunto que hubiera pasado si jamás le hubiera hecho caso a ese desgraciado tal vez ya dirigiera una pequeña parte de la empresa mercantir de mi padre y Elena sería mi intérprete para poder tener tratos con los extranjeros, mi vida hubiera seguido su curso y no conocería a Max, al pensar e
Maximiliano.Siento que algo me ase cosquillas en la punta de la nariz y al abrir los ojos lo primero que veo es el cabello negro de Diana qué ya es mucho más largo qué antes, bajo la mirada a su hermoso rostro qué esta tan pacíficamente, todavía no puedo creer que allá aceptado ser mi esposa, debo de empezar a planear la boda pero primero debo de encargarme de mi madre ya que cuando se entere de esto sería capaz de apuñalar a Diana con sus propias manos pero me preocupare de eso después por ahora disfrutare del calor del cuerpo de Diana, que comienza hacer un puchero para después abrir los ojos y mirarme fijamente, le doy una sonrisa dulce y miro como sus mejillas se tornan de un rosa intenso y se cubre la cara con las sabanas.-¿ ocurre algo futura mi futura esposa ?-no digas nada solo dame algunos minutos para procesar de nuevo todo.-te doy el tiempo que quieras mi dulce ángel de cabellera de ébano.Abrazo a Diana y le doy un casto beso en el cabello qué vuele a rosas, anoche me
Maximiliano.Al estar listo para empezar mi día me siento de tan buen humor qué me dan deseos de cantar a los cuatro vientos qué me voy a casar con Diana pero no sería lo más prudente, me encuentro en el pasillo a la duquesa Gloria qué me trae el periódico y al verla la tomo de las manso y comienzo a bailar con ella como si estuviéramos en un baile.-¿ mi señor pero que le pasa esta mañana ?-me siento tan feliz y lleno de dicha.-¿ ya leyó los periódicos ?-no, esta mañana no me importan los chismes de la sociedad.-y si tiene que ver con la duquesa Diana.Me detengo y tomo el periódico de sus manos para comenzar a leer y una sonrisa aparece en mis labios, me doy cuenta de que Diana movió bien sus fichas y le reveló lo necesario a la duquesa Paula y aquí dice que no dio nombres pero con las acusaciones con los que acuse ayer al conde Lucían al periodista todos unieron las partes.-fantástico.-sabe que esto acelerará todo verdad.-si lo sé y es lo que deseo terminar con esa porquería
Diana. Casi estoy lista para ir a desyunar pero no dejo de sentir la mirada acusadora de Elena en mi espalda, volteo a verla atraves del espejo. -Elena deja de verme así. -lo siento pero jamás pensé que tu caerías en los pecados carnales. -no era algo que tuviera planeado solo paso. Elena termina de ajustarme el vestido y me da la vuelta para verme de frente se acerca mucho a mi y me habla en un tono apenas audible. -¿ como fue ? Esas palabras me producen muchas vergüenza y me asen recordar lo de anoche, me separo de ella con prisa y me cubro la boca. -Elena ¿ como se te ocurre preguntar esas cosas ? -solo es curiosidad pero me alegro que por ti, que puedas ser feliz con un hombre que te ama. Por mi mente pasa el recuerdo de lo feliz que me sentía cuando el conde me propuso matrimonio pero recuerdo que esa ves se sentía diferente y temo que está vez me pase lo mismo que con el tiempo Max se aburra de mi, un sentimiento de temor se instala en mi pecho. -Elena debo decirte qu
Diana. Me dirijo a las habitaciones qué les asignaron a mis padres pero no están allí, salgo de allí y camino sin rumbo alguno por el pasillo, me pregunto donde están no recuerdo que me hayan avisado que saldrían. -duquesa qué bueno que la encuentro. La voz de la señora Gloria llama mi atención y me ase de tenerme. -¿ ocurre algo duquesa Gloria ? -el emperador la espera en el invernadero principal. No recuerdo tener una cita pendiente con Max pero sin protestar la sigo por los pasillos. -duquesa Diana puedo ser sincera con usted. -por supuesto duquesa Gloria. -le pido de todo corazón que cuide de Maximiliano, a veces se puede comprobar como un niño descarado y sin vergüenza pero en el fondo es una buena persona a pesar de su aspecto serio, lo cuide y lo crié lo mejor que pude y ahora le paso ase responsabilidad a usted. -me asegurare de cuidarlo con mi vida Gloria y mu has gracias por cuidarme todo este tiempo. Me detengo frente a las purtas del invernadero y le doy un abra