Diana. Durante la cena no miro a Max y doy gracias por que no allá aparecido por que no sabría que cara poner cuando lo vea pero durante el desayuno pasa lo mismos no come con nostros y me comienzo a preocupar de que tal ves me este evitando, después del desayuno la señora Gloria y yo vamos al salón donde me entrega otro pañuelo para qué practiqué mi bordado. -Gloria ¿ ocurre algo con el señor Max ? -lo preguntas por que no asistió al desayuno ni a la cena, verdad. -si, temo que mi falta de coordinación al bailar lo haya disgustado. -para nada solo que tiene algunos asuntos pendientes qué necesitaban de su atención y cuando trabaja come en su oficina. Al recordar nuestro baile de anoche siento que el pulso se me acelera y como las mejillas me arden por recordar su cercanía, sus ojos grises mirándome fijamente y como los mechones de su cabello negro adornaban su rostro, una sonrisa adorna involuntariamente me rostro. -¿ que le gusta al señor Max ? deseo hacerle un pañuelo
Diana. Esta mañana al ver por la ventana de mi habitación mientras me preparaba para el desayuno me percate de que la nieve a comenzado a desaparecer para darle paso a la primavera, ya han pasado dos meses desde que llegue aquí donde me han cuidado sin importar quien soy, salgo de mi habitación y me dirijo al comedor donde soy la primera en llegar y mientras me sirve el desayuno Alfonso llega Max y se sienta a mi lado en completo silencio, todavía tengo el pañuelo qué le borde con mi persona, tomo mucho aire para reunir mi valor y por fin entregárselo. -buenos días señor Max. -buenos días señorita Diana. ¿ como amaneció esta mañana ? -muy bien y más con el cambio de clima. -si, con la llegada de la primavera nos podremos retirar a la capital con seguridad. Esas palabras me alegran y mucho ya que podré por fin volver a ver a mis padres pero debo de enfocarme, meto la mano en mi bolsillo y saco el pañuelo con un poco de nervios para extenderse lo llamando su atención. -deseó darl
Maximiliano. Espero con ansias a Diana en la puerta de la casa ya listo con mi capa y botas para la nieve, escucho sus pasos venir y fijo mi vista en el pasillo para verla salir con el hermoso vestido verde con su capa a juego y se a recogido el cabello bajo su sombre de piel, me regala una sonrisa que acelera mi pulso y ase qué una dulce sonrisa adorne mi rostro. -¿ como me veo ? -pareces una princesa invernal. -gracias por todas las cosas Max. -de nada, ahora vamos qué los caballos nos esperan. Abro la puerta de la casa y hago un ademán para qué pase primero, al salir Jacobo nos espera con los caballos, al ver el rostro de Diana en ves de ser de felicidad se mira angustiada pensé que está salida le gustaría mucho pero con lo que me dijo de su temor a los equinos tendré que pensar en otra forma de poder pasear, me acerco a mi caballo y le extiendo la mano a Diana qué la toma con una sonrisa dulce. -¿ que te parece si compartimos el caballo ? Un rubor aparece en el rostro de
Diana. Al caerme del caballo junto con Max me lastime el pie pero no quise decirle nada a Max para no preocuparlo pero al comenzar a caminar así la mansión el dolo se está volviendo insoportable y en un paso el dolor me ase tropezar pero le doy gracias a dios que Max estaba a mi lado y rápidamente me tendio la mano para evitar mi caída, Max me mira muy preocupado. -¿ estas bien ? ¿ te duele algo ? -creó qué me torcí el pie. Max sin decirme nada me alza en brazos y me lleva a el tronco de un árbol caido donde me deja con mucho cuidado. -¿ puedo ? Max me ase una seña asía mi pie y solo asiendo, me levanto un poco el vestido y extiendo el pie, Max me quita con cuidado la bota y mira mi pie que está hinchado. -dios, esto por una torcedura. -en verdad cuando me caí del caballo me lastime el pie. -¿ por que no me dijiste nada ? -no quería ser una molestia. -jamás serás una molestia para mi y no quiero que me ocultes nada como esto otra vez, ten me confianza. -te la t
Diana. Esta mañana me levanto temprano y me quedo sentada en la cama observando por la ventana, la nieve casi se ha derretido por completo Gloria me dijo que no tardamos en regresar a la capital y es algo que me tiene un poco preocupada ya que no iré a mi casa sino al palacio del emperador donde por fin podré conocer al regente del cual hay tantos rumores pero lo que todos concuerdan es que es muy guapo aunque solo quiero ir a mi casa pero deseo vergarme de Lucían por todo lo que me hizo, yo jamás he sido cruel o mala con alguna persona para que los demás me traten de la misma forma pero él se ha ganado un lugar en mi corazón un lugar lleno de rencor y de odio que incluso ni siquiera yo sabía que tenía deseo verlo encerrado tras las rejas para que no pueda volver hacerle esto a ninguna mujer dios sabrá cuántas más no habrá sido torturadas y desaparecidas por esa pareja de psicópatas lo único bueno de lo que me pasó fue conocer a Max puede ser un poco serio pero tiene buen corazón y a
Diana.Estando en latina me percato de que la señora Gloria se me queda viendo mucho en el brazo donde tengo una profunda cicatriz que me va desde el hombro hasta el codo, supongo que se ha de sentir un poco incómoda al ver algo tan feo me pregunto cómo se irán a sentir los demás aristócratas cuando me vean llegar al palacio ya que en época de invierno los vestidos son de manga larga y llegan hasta el cuello pero en verano son más cortas las mangas y se permite un poco de escote seré la humillación y el hazme reír del palacio, coloco mi mano sobre la cicatriz para que Gloria deje de verla y entro un poco más en el agua desvíando la mirada y hablo con un tono triste.-lo siento señora Gloria sé que es algo difícil de ver pero por favor que no me mires de esa manera.-lo siento señorita pero estaba pensando en que al llegar al palacio Alfonso prepare medicina para atenuar sus cicatrices y asi pueda usar libremente vestidos de verano.Voltea a ver a Gloria que me mire ya con una dulce so
Maximiliano. Las palabras que dijo Diana en el baño me llenan de tanta vergüenza y no puedo creer todavía que dijo que no le importaba que los demás pensaran que era mi amante cualquier otra mujer se hubiera escandalizado o puesto muy nerviosa pero ella contestó con tanta serenidad que me sorprendió bastante pero jamás convertiría a Diana en mi amante si ella quisiera la convertiría en mi esposa pero para poder casarme con ella debo de revelarle quién soy en verdad y que ella acepte lo que soy ya que si su actitud cambia hacia mi persona después de que le diga la verdad sabré que lo que siente ella es interés y no amor aunque en esta sociedad el amor solo es algo que aparece en las novelas que leen las damas, en realidad el amor no existe son pocos matrimonios que son realmente felices en los que los hombres no engañan a las mujeres y que las damas son realmente amadas y apreciadas por lo que son, después del desayuno llevo a Diana a la biblioteca dónde está el piano ya que por órden
Diana.Siento la cara arder por la vergüenza, que acaba de pasar, Max me besó y apesar de que no es mi primer beso me sentó tan diferente llena de expectativa y una emoción desbocada, cuando me dejan sola en la habitación me cubro la banca para ahogar un grito lleno de emoción, por dios que voy hacer ahora por que permití esto debí de separarme de él pero mi cuerpo quería otra cosa, me levanto del banquillo del piano para poder tomar un poco de aire acercándome de la ventana abriéndola para que entre el aire fresco que llena mis pulmones, que voy hacer ahora, debería de actuar como si nada hubiera pasado o molestarme con él pero en verdad me gustó el beso y quisiera que volviera a pasar, por dios que estoy pensando como me puedo atrever a pensar en semejante cosa, él un aristócrata y yo solo soy una plebeya sin linaje alguno, me arrodilló frente a la ventana y me recargó en el marco para ver el bosque que apenas quieren regresar a la vida con su verdor, escucho la puerta abrirse y la