Maximiliano. Las palabras que dijo Diana en el baño me llenan de tanta vergüenza y no puedo creer todavía que dijo que no le importaba que los demás pensaran que era mi amante cualquier otra mujer se hubiera escandalizado o puesto muy nerviosa pero ella contestó con tanta serenidad que me sorprendió bastante pero jamás convertiría a Diana en mi amante si ella quisiera la convertiría en mi esposa pero para poder casarme con ella debo de revelarle quién soy en verdad y que ella acepte lo que soy ya que si su actitud cambia hacia mi persona después de que le diga la verdad sabré que lo que siente ella es interés y no amor aunque en esta sociedad el amor solo es algo que aparece en las novelas que leen las damas, en realidad el amor no existe son pocos matrimonios que son realmente felices en los que los hombres no engañan a las mujeres y que las damas son realmente amadas y apreciadas por lo que son, después del desayuno llevo a Diana a la biblioteca dónde está el piano ya que por órden
Diana.Siento la cara arder por la vergüenza, que acaba de pasar, Max me besó y apesar de que no es mi primer beso me sentó tan diferente llena de expectativa y una emoción desbocada, cuando me dejan sola en la habitación me cubro la banca para ahogar un grito lleno de emoción, por dios que voy hacer ahora por que permití esto debí de separarme de él pero mi cuerpo quería otra cosa, me levanto del banquillo del piano para poder tomar un poco de aire acercándome de la ventana abriéndola para que entre el aire fresco que llena mis pulmones, que voy hacer ahora, debería de actuar como si nada hubiera pasado o molestarme con él pero en verdad me gustó el beso y quisiera que volviera a pasar, por dios que estoy pensando como me puedo atrever a pensar en semejante cosa, él un aristócrata y yo solo soy una plebeya sin linaje alguno, me arrodilló frente a la ventana y me recargó en el marco para ver el bosque que apenas quieren regresar a la vida con su verdor, escucho la puerta abrirse y la
Maximiliano.Hoy me siento tan nervioso durante el desayuno que me mantuve en silencio y al terminar me retiro a mi oficina dondee esconde de Diana, esto se me ase tan vergonzoso pero en realidad no sé como actuar después de lo que hice, no puedo pretender que nada paso ya que para mi fue mi primer beso, ya me intenté disculpar pero due pésima y con mucha falta de tacto, tal vez deba de abordar esto con otro enfoque debo de imaginar que Diana es la dipromatica de otra nacion y mi deber es convencerla de hacer una alianza para mi nación pero que tonteria estoy pensando no quiero solo hacer una amistad falsa con ella deseo algo más pero no sé como abordarlo y no deseo humillar me pidiendo la ayuda de Gloria, ya soy un hombre adulto y devo de saber cómo tratar estos temas pero como tal vez deba de decirle todo mi plan y que lo e cambiado después de conocerla bien pero si hago eso corro el riesgo de que desprecie aunque desde un principio le dije que nuestra alianza era solo para ver caer
Diana.Los días pasan y mi pie mejora mucho, el dolor desaparece al igual que el color oscuro que adquirió, la señora Gloria me ayuda a mejorar mi etiqueta y Max cada dia pasa mas tiempo conmigo pero a mantenido su distancia de mi espacio personal, hoy por fin llega el día que nos iremos de esta mansión asia la capital y conoceré al emperador, me e vestido con un vestido de color azul cielo, me siento nerviosa pero me calmo ya que me dijo la señora Gloria que estará a mi lado durante todo el tiempo, salimos de la mansión y ya nos esperan los caballos, como desearia no tener que usar este medio de trasporte pero los caminos no son muy buenos para que entre un carruaje, me armo de valor y me acerco a uno de los animales.-espera Diana tu irás conmigo.Escucho la voz de Max que se acerca a mi ya montado en el caballo negro muy grande, supongo que volveré hacer una carga en la parte posterior de animal, Max me extiende la mano que tomo y este me alza la mano con una facilidad que me sorpr
Diana. Siento que alguien me mueve levemente y me llama por mi nombre, abro los ojos y lo polímero que veo es un saco de color azul oscuro qué se siente suave pero firme volteo asía arriba y me percató de que estoy recargada en el pecho de Max que me mira con una dulce sonrisa, siento como las mejillas me arden por la vergüenza y me separa de él con rapidez. -¡ lo siento mucho ! -no te preocupes fui yo quien te acomodo para que descansarás más cómodamente pero ya hemos llegado mira. Max me señala la ventanilla del carruaje y miro con asombró la capital del imperio hay muchos edificios de varios pisos y de colores variados las tiendas de ropa, joyas, restaurantes y pastelerías se extienden por una plaza por la cual pasamos llamando mucho mi atención, nos acercamos a un porton dorado que abren dándonos el paso y me sorprende mucho ver unos jardines tan hermosos y bien cuidados, el jardinero le pone mucho empeño. -al llegar al palacio no nos podremos ver tan seguido por mi trabajo p
Diana. Ya pasaron dos días y todavía no e visto a Max, se que esta ocupado con dos deberes como empleado del emperador pero tendria la esperanza de que me vendrá a ver esta mañana pero pero paso el desayuno y no apareció, un suspiro cansado sale de mis labios y miro con pesadez las teclas del piano qué mando Max el día de ayer para que siguiera practicando. -¿ ocurre algo señorita Diana ? -no es nada solo qué me siento un poco sola. -descuide solo serán por unos días más, después del baile el emperador mandara más empleadas para que la atiendan. -no necesito que nadie me atienda solo deseo con quien hablar. -pero no es nada apropiado qué una dama de alcurnia haga las cosas por si misma. -señora Gloria no soy una dama de alcurnia soy una simple plebeya. -no debería de decirte esto pero Max esta proponiendo qué te den el titulo de duquesa. -¿ QUE ? pero para eso debes de tener cuna noble. -no es necesario verás yo soy la hija de un simple campesino qué trabajo para el emperado
Maximiliano. Desde que llegue al palacio mis deberes me invadierón como si fueran una tormenta, hoy mande a la costurera con Diana para que le preparen un vestido digno de ella, quisiera poder ir a verla hoy en la tarde pero esta pila de papeles me retiene en mi oficina y no dejan de llagar más, la mayoría son propuestas de matrimonio por parte de algunos nobles qué tengo que rechazar de forma cortes pero clara ya que la única mujer que deseo tener a mi lado es a Diana con su dulce sonrisa y su hermosos ojos qué me cautivan, un suspiro cansado sale de mis labios llamando la atención de Jacobo que permanece firme a mi lado.-¿ pasa algo mi señor ?-creés qué pueda terminar hoy estos papeles.-amenos qué le salgan otro parte brazos no.La tarde avanza y Gloria toca a mi puerta para después entrar con el carrito de comida.-¿ ya es hora de comer ?-si mi señor.Me levanto del escritorio y paso a la pequeña mesa qué esta en mi oficina donde la señora Gloria deja mi comida junto con la de
Diana.Abro los ojos y miro el bello techo de mi habitacion, siento que alguien me aprieta la mano y al voltear a ver me doy cuenta de que es Max que está dormido recargado en mi cama y sujetando mi mano fuertemente como si tuviera miedo que me fuera, miro su rostro sereno y calmado su cabello negro adorna bellamente su rostro de piel blanca cejas delgadas, nariz fina y labios delgados, recuerdo el día que me besó y todavía no comprendo que paso por mi mente cuando permití ese acto qué siendo sincera desearía qué volviera a pasar, miro a mi alrededor y todavía es temprano para que Gloria llegué a despertarme, creo que me estoy volviendo loca, aparto unos mechones de cabello de su rostro con delicadeza para no despertarlo y me comienzo a inclinar sobre él lentamente.-¿ que ases ?Me separo rápidamente y llena de vergüenza al escuchar la voz de Max que abre los ojos y me mira con una sonrisa dulce.-¡ NADA !-segura por un momento pensé que me robarías un beso.-no, no es así.-es una