Maximiliano.Hoy me siento tan nervioso durante el desayuno que me mantuve en silencio y al terminar me retiro a mi oficina dondee esconde de Diana, esto se me ase tan vergonzoso pero en realidad no sé como actuar después de lo que hice, no puedo pretender que nada paso ya que para mi fue mi primer beso, ya me intenté disculpar pero due pésima y con mucha falta de tacto, tal vez deba de abordar esto con otro enfoque debo de imaginar que Diana es la dipromatica de otra nacion y mi deber es convencerla de hacer una alianza para mi nación pero que tonteria estoy pensando no quiero solo hacer una amistad falsa con ella deseo algo más pero no sé como abordarlo y no deseo humillar me pidiendo la ayuda de Gloria, ya soy un hombre adulto y devo de saber cómo tratar estos temas pero como tal vez deba de decirle todo mi plan y que lo e cambiado después de conocerla bien pero si hago eso corro el riesgo de que desprecie aunque desde un principio le dije que nuestra alianza era solo para ver caer
Diana.Los días pasan y mi pie mejora mucho, el dolor desaparece al igual que el color oscuro que adquirió, la señora Gloria me ayuda a mejorar mi etiqueta y Max cada dia pasa mas tiempo conmigo pero a mantenido su distancia de mi espacio personal, hoy por fin llega el día que nos iremos de esta mansión asia la capital y conoceré al emperador, me e vestido con un vestido de color azul cielo, me siento nerviosa pero me calmo ya que me dijo la señora Gloria que estará a mi lado durante todo el tiempo, salimos de la mansión y ya nos esperan los caballos, como desearia no tener que usar este medio de trasporte pero los caminos no son muy buenos para que entre un carruaje, me armo de valor y me acerco a uno de los animales.-espera Diana tu irás conmigo.Escucho la voz de Max que se acerca a mi ya montado en el caballo negro muy grande, supongo que volveré hacer una carga en la parte posterior de animal, Max me extiende la mano que tomo y este me alza la mano con una facilidad que me sorpr
Diana. Siento que alguien me mueve levemente y me llama por mi nombre, abro los ojos y lo polímero que veo es un saco de color azul oscuro qué se siente suave pero firme volteo asía arriba y me percató de que estoy recargada en el pecho de Max que me mira con una dulce sonrisa, siento como las mejillas me arden por la vergüenza y me separa de él con rapidez. -¡ lo siento mucho ! -no te preocupes fui yo quien te acomodo para que descansarás más cómodamente pero ya hemos llegado mira. Max me señala la ventanilla del carruaje y miro con asombró la capital del imperio hay muchos edificios de varios pisos y de colores variados las tiendas de ropa, joyas, restaurantes y pastelerías se extienden por una plaza por la cual pasamos llamando mucho mi atención, nos acercamos a un porton dorado que abren dándonos el paso y me sorprende mucho ver unos jardines tan hermosos y bien cuidados, el jardinero le pone mucho empeño. -al llegar al palacio no nos podremos ver tan seguido por mi trabajo p
Diana. Ya pasaron dos días y todavía no e visto a Max, se que esta ocupado con dos deberes como empleado del emperador pero tendria la esperanza de que me vendrá a ver esta mañana pero pero paso el desayuno y no apareció, un suspiro cansado sale de mis labios y miro con pesadez las teclas del piano qué mando Max el día de ayer para que siguiera practicando. -¿ ocurre algo señorita Diana ? -no es nada solo qué me siento un poco sola. -descuide solo serán por unos días más, después del baile el emperador mandara más empleadas para que la atiendan. -no necesito que nadie me atienda solo deseo con quien hablar. -pero no es nada apropiado qué una dama de alcurnia haga las cosas por si misma. -señora Gloria no soy una dama de alcurnia soy una simple plebeya. -no debería de decirte esto pero Max esta proponiendo qué te den el titulo de duquesa. -¿ QUE ? pero para eso debes de tener cuna noble. -no es necesario verás yo soy la hija de un simple campesino qué trabajo para el emperado
Maximiliano. Desde que llegue al palacio mis deberes me invadierón como si fueran una tormenta, hoy mande a la costurera con Diana para que le preparen un vestido digno de ella, quisiera poder ir a verla hoy en la tarde pero esta pila de papeles me retiene en mi oficina y no dejan de llagar más, la mayoría son propuestas de matrimonio por parte de algunos nobles qué tengo que rechazar de forma cortes pero clara ya que la única mujer que deseo tener a mi lado es a Diana con su dulce sonrisa y su hermosos ojos qué me cautivan, un suspiro cansado sale de mis labios llamando la atención de Jacobo que permanece firme a mi lado.-¿ pasa algo mi señor ?-creés qué pueda terminar hoy estos papeles.-amenos qué le salgan otro parte brazos no.La tarde avanza y Gloria toca a mi puerta para después entrar con el carrito de comida.-¿ ya es hora de comer ?-si mi señor.Me levanto del escritorio y paso a la pequeña mesa qué esta en mi oficina donde la señora Gloria deja mi comida junto con la de
Diana.Abro los ojos y miro el bello techo de mi habitacion, siento que alguien me aprieta la mano y al voltear a ver me doy cuenta de que es Max que está dormido recargado en mi cama y sujetando mi mano fuertemente como si tuviera miedo que me fuera, miro su rostro sereno y calmado su cabello negro adorna bellamente su rostro de piel blanca cejas delgadas, nariz fina y labios delgados, recuerdo el día que me besó y todavía no comprendo que paso por mi mente cuando permití ese acto qué siendo sincera desearía qué volviera a pasar, miro a mi alrededor y todavía es temprano para que Gloria llegué a despertarme, creo que me estoy volviendo loca, aparto unos mechones de cabello de su rostro con delicadeza para no despertarlo y me comienzo a inclinar sobre él lentamente.-¿ que ases ?Me separo rápidamente y llena de vergüenza al escuchar la voz de Max que abre los ojos y me mira con una sonrisa dulce.-¡ NADA !-segura por un momento pensé que me robarías un beso.-no, no es así.-es una
Maximiliano.Apezar de estar cansado no perderé esta oportunidad de desayunar en la compañía de Diana, después de acompañar al joyero a la salida regreso con Diana qué sigue para cerca de la mesa sujetando ese collar tan sencillo qué le gustó tanto, me hubiera gustado que eligiera uno más elaborado pero tal vez estaba muy sorprendida por mi regaló o le daba pena pedirme algo más costoso por eso adquirí todas las joyas pata que se las ponga el día que guste, me acerco a Diana y tengo deseos de abrazarla y pegarla a mi cuerpo pero debo de intentar mantener la decencia y más en presencia de Gloria qué no dudará en darme un reprimenda a pesar de que ya soy un adulto.-¿ te gusto mucho tu collar ?-si muchas gracias pero creo que comprar todas las piezas fue demasiado.-para nada además al vivir aquí en el palacio te aran mucha falta.-no creo que pase tanto tiempo en el palacio como para usarlas por lo menos una vez después de todo el baile será en unos días.-de eso quiero hablar contigo
Diana.Las palabras de la señora Gloria me llenan de vergüenza pero no puedo evitar en pensar tener un hijo de Max y como seria, no pido casarme con él por su estatus mas alto que el mio pero no me negaría a tener una noche con él, me percato de que Max me esta mirando muy sonrojado y decido decir una locura.-señora Gloria no será uno si no tres, verdad Max.Miro a Max con una sonrisa burlona esperando que me siga el juego y después de unos minutos este se comienza a reír.-si Gloria serán dos niños y una niña.-hay no con ustedes no se puede hablar ya perdieron la compostura.No puedo mantener la compostura y me comienzo a reír como si fuera una niña provocando la risa de Max que su une a mi, después del terminar el desayuno Max me ofrece dar un paseo por el palacio que acepto con mucho gustó, Max me ofrece su brazo para que lo tome y lo hago con una sonrisa grande en el rostro, al salir de la habitación nos empezamos a encontrar a chicas de servicio qué se nos quedan viendo fijamen