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Capitulo 4: Dolores del pasado.

-¿A que te refieres con eso Antonopulos? - pregunta Emma mirandolo fijamente a los ojos.

-Amo a Anna, pero se que es alguien a quien le gusta mucho el dinero y no hace nada para ganárselo, en cambio tu... Trabajas en tus tierras, no tienes miedo a ensuciarte, tienes mucho carácter, no te dejas avasallar por nadie y eso me gusta mucho en las mujeres -Andreas la observa de arriba a abajo y por un momento sus ojos hacen un encuentro y se quedan mirando fijamente, si tan solo fuera más bonita o al menos se vistiera de mujer, piensa Andre para sus adentros, realmente la vería como alguien irrestible. Emma no puede creer lo que está escuchando, sin dudas sigue creyendo que Andreas es el hombre más extraño que ha conocido. Unos momentos la desprecia y otros la trata amablemente.

Después de llevarlo a conocer sus tierras, Emma regresa a la estancia sin poder escapar de él...que antes de despedirse le recuerda que debe cumplir su promesa, esta noche tiene que cenar vestida de mujer, por supuesto se lo dice riéndose de ella sin pensar en la sorpresa que va a llevarse.

Ella entra a su habitación y se toma una ducha refrescante, está muy agotada, sin dudarlo necesita unos días de descanso, seguro que las tierras y los animales sobrevivirán sin ella, tiene buenos empleados que hacen muy bien su trabajo.

Después de salir del agua y cambiarse con su ropa habitual decide ir a la habitación de Anna, necesita hablar con ella... Contarle la situación, la apuesta, la partida de pool, y lo de vestirse de mujer.

Su madre siempre quiso que Emma se vistiera como una mujer, en realidad antes de los 18 años ella era muy femenina, siempre estaba maquillada y espléndida, pero después de lo sucedido nunca más pudo hacerlo. Así que Emma tiene una valija repleta, con los más hermosos vestidos que le compro su mamá, con el deseo de verla como una mujer normal... Sin dudas, Leila estará muy contenta cuando la vea.

Emma toca la puerta de la habitación dw su hermana y allí es atendida por Andreas, quien la abre y la invita a pasar, al parecer, ya debe haber hablado con Anna y le explicó la situación.

-¡Emma! Hermanita, pasa -exclama Anna con una hermosa sonrisa en su rostro, a ellos les parece gracioso a Emma no... De solo estar vestida como mujer, se siente la persona más insegura del mundo.

-Las dejo para que hablen a solas, adiós amor - Andreas se acerca a Anna y le da un beso increíble en los labios, Emma queda como una tonta observándolos, como desearía un beso de esos, pero enseguida se regaña ella misma, es su cuñado, no puede estar pensando esas cosas. Una vez que André sale de la habitación Anna invita a su hermana a sentarse en la cama a su lado.

-Así que André y tú hicieron una apuesta.

-Algo así... Me gano una partida de pool -confiesa Emma decepcionada, aún no puede creerlo.

-¿ Lo dices enserió? -pregunta sorprendida, sabe lo bien que juega su hermana, nadie conocido había podido ganarle aun -¿ Andreas te ha ganado? No sabía que era tan bueno jugando al pool.

-Pues si lo es y muy bueno por cierto... Lo malo que por haber perdido debo vestirme como mujer - Anna puede ver la amargura en los ojos de su hermana y es entendible, Emma ha sufrido mucho por el solo hecho de ser mujer.

-Tranquila Emma solo serán unos minutos y podrás volver a tu ropa segura - Anna abraza a su hermana para consolarla, al ver que caen lágrimas en sus ojos - algún día tendrás que hablar de ello Emma, solo estás haciendote daño guardandolo para ti.

-No puedo olvidarlo, Anna no puedo -exclama Emma llorando, recordando esa horrible tarde de lluvia en la que John le arruino su vida para siempre.

Cuando Emma tenía 18 años era la gran promesa en los saltos de obstáculos con su caballo Malevo. John Hender era un profesor de equitación que había viajado especialmente desde Inglaterra para entrenar con ella.

Ambos, rápidamente, se convirtieron en muy buenos amigos, pasaban la mayoría del juntos, los caballos eran sus pasiones así que podían estar horas hablando, sin embargo para Emma, John era solamente eso.. Un buen amigo en el que confiar y charlar de caballos.

Una tarde de verano, durante un entrenamiento, comenzó a llover torrencialmente, haciendo que Emma y John se queden varados en el lugar, sin poder regresar a la casa durante varias horas. Sentados en el establo comenzaron a hablar de los futuros campeonatos de salto, de los caballos, hasta que John no soporto más y se acercó a Emma para besarla. En ese momento ella no lo pensó y lo rechazo de buena manera, diciéndole que lo veía como un amigo, sin embargo él no quería ser su amigo. Emma comenzó a sentirse más incómoda y quiso alejarse del establo, no le importaba irse bajo la lluvia.

John no dejó que lo haga. De un tirón, tomó a Emma del brazo y la empujó a la montaña de paja en la que estaban sentados, sentándose sobre ella. A pesar de que lloraba y suplicaba que no le hiciera daño no logro que John tuviera piedad, mucho menos que alguien la escuchara, ya que en ese momento la lluvia era cada vez más intensa y todos estaban bajo techo esperando que terminará de llover.

John rompió en pedazos la ropa de Emma y la hizo suya con fuerza, ella lloraba y pedía a gritos que se detuviera y él solo seguía embistiendo su débil cuerpo sin tener un poco de piedad. Ese hombre no solamente rompió su ropa... Rompió sus sueños, sus ilusiones, y con unas simples palabras terminó de destruir su vida:"es tu culpa Emma, por ser una mujer increíblemente hermosa".

En ese momento el pequeño Tomas llegó a salvarla de John, quien sabe si su intensión no era matarla luego de abusar de ella, por suerte su pequeño salvador llegó, haciendo que John se fuera del lugar.

Después de ese día no supo nada más de él, a la mañana siguiente ya se había ido de la estancia y había regresado a su país natal. Emma no se lo dijo a nadie hasta dos años atrás, que en una noche de borrachera, se lo confesó a su hermana.

Emma no volvió nunca más a ser la niña dulce, sonriente, femenina que era, se convirtió en lo que es ahora, una mujer dura, fría, vestida con vestimenta de hombre... Así se siente más segura, no hay forma de que un hombre se sienta atraído por alguien que actúa igual a ellos

-Emma olvídate de eso, no sigas lastimándote por favor... Entiende que no fue, ni será tu culpa, ese John era un malnacido.

-No sabes lo difícil que es para mí volver a vestirme de mujer después de 8 años -exclama sin poder contener las lágrimas que siguen cayendo sin cesar.

-Lo sé hermanita... Pero entiende que André no sabe nada de lo que te paso, si no jamás hubiese pedido algo así. Solo comenzó como una charla entre nosotros, él me decía que como podíamos ser tan diferentes en apariencia siendo hermanas gemelas y yo le dije que éramos diferentes, incluso le dije que tú eras más bonita y bueno la curiosidad lo llevo a eso... Pero André no es una mala persona Emma.

-Lo sé Anna, aun así debo cumplir con mi palabra.

-Tu palabra siempre la has cumplido Emma, esta no será la excepción, volverás a ser la hermosa mujer que eres durante unas horas... No dejaré que nadie te haga daño hermana.

-Gracias Anna -ambas hermanas se abrazan y Anna puede ver que Emma trajo una valija con muchos vestidos.

-¿Estos son los vestidos que mamá te compró todos estos años? -pregunta Anna sorprendida de la insistencia de su madre, obvio que si ella supiera la verdad de lo sucedido habría ayudado a su hija a superarlo, pero Emma nunca quiso contárselo a nadie.

-Si son esos-Emma los observa con tristeza... Volverá a ser lo que era por unas horas... Y eso hace que le duela el corazón.

-Encontraremos un hermoso vestido para ti, dejarás a todos con la boca abierta.

Cuando Emma baja las escaleras minutos después, nadie puede creer lo que ven sus ojos, mucho menos Andre... Que esta perplejo a lo que está viendo... La mujer más hermosa del mundo, bajando las escaleras, al lado de Anna. Andreas siente como su corazón comienza a latir con fuerzas... Nunca había latido así por una mujer... Pero es entendible piensa él... Jamas había visto una mujer tan increíble

Emma se puso el mejor vestido que pudo encontrar, elegido por Anna por supuesto, ella es la que sabe de esas cosas.

Ella escogió, para el tipo de cuerpo de Emma, un vestido color bordeus, mangas largas, corto, bien pegado a su cuerpo. Dejó su cabello ondulado suelto casi hasta la cintura y en su cuello lleva una gargantilla de perlas bellísima. Su rostro lleva un maquillado muy delicado.

Realmente esta magnífica.

-Emma hija... No lo puedo creer... -Leila se acerca a ella llorando y la abraza, no puede creer que este vestida como mujer - te ves bellísima.

-Mamá no llores...-por un lado también entiende la angustia de su madre, Emma, de un día para el otro, dejó de ser la niña hermosa que era, para estar vestida todo el día como un hombre.

-Es que estoy muy emocionada, no se que decir... Y además verte en ese vestido, lo compré hace dos meses para ti, sabía que te quedaría increíble...

-Gracias mamá - Emma le da un beso en la mejilla con mucho cariño.

-Mi amor es verdad... Estas muy hermosa, tu eres bella pongas lo que te pongas-acota Leonard frente al cambio de Emma.

Pero el que no sale de su asombro y no ha dicho absolutamente ni una palabra es Andreas... Quien diría que Emma podía ser tan hermosa... Anna se lo había dicho y él no había querido creerlo, realmente es hasta más bonita que Anna, no podrá sacarse la imagen de Emma por un largo tiempo.

-Amor... ¿No te parece que mi hermana esta bellísima? -le pregunta Anna burlándose de el.

-Este... - titubea antes de que salga una palabra inteligible de su boca, decir la palabra bellísima es quedarse corto para describirla-si Anna... Has hecho un buen trabajo con ella.

-Emma está preciosa André admítelo... Te dije que era hasta más bonita que yo- continúa poniendo en vergüenza a Emma que se pone colorada.

-Ya Anna... Me da vergüenza.

-Lo siento Emma, ¿por que no vamos a la mesa? Seguro Maria ya habrá servido la cena.

-Si-cada uno se ubica en sus respectivos lugares, Emma y Anna como siempre una al lado de la otra, por eso nota cuando llaman a su hermana por teléfono y aparece un nombre en la pantalla "Mariano"

-Lo siento, continúen sin mí, es una amiga de Estados Unidos, debo atenderla -miente Anna, que se levanta de la mesa y se dirige al jardín. Allí toma su celular y devuelve la llamada... - hola amor... nos vemos mañana en el lugar de siempre... Te amo.

Emma que había seguido a su hermana, porque estaba muy rara, escucha lo que acaba de salir de su boca y no puede creerlo.... Su hermana es una mujer infiel. Esta engañando a Andreas antonopulos.

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