- ¿Y entonces el zopenco de Dylan no te llamó para insultarte a nombre de su amante?- me pregunta Carlos mientras está tomando un helado, con mucha tranquilidad, en una balsa en forma de cisne que flota pacíficamente, en nuestra piscina exterior.- Bueno, yo lo tengo bloqueado, pero de seguro tampoco tendrá ganas de meterse conmigo después de que su bisabuelo se debió enojar muchísimo con él, por asociarse públicamente con Elena y después de que yo mencioné su romance secreto a mis espaldas- dije subiendo los hombros sin darle importancia a lo que pase con la vida de Dylan, eso no es problema mío, incluso el tema de la tonta venganza ya lo olvidé- la advertencia de Ethan en la fiesta seguro también surtió efecto, deberías haberle visto la cara de pánico que puso- agregué riendo burlona, mientras refrescaba mis pies en el agua fresca de la piscina y comía mi paleta sabor sandía.- Y hablando del caballero andante- comenzó a decirme Sisi y ya por el tono sabía que buscaba chismes jugoso
Así fue pasando el tiempo, donde se contrató todo un equipo encargado de organizar bodas de la alta sociedad. Aunque era un poco tedioso estar escogiendo entre un color u otro, entre un tipo de tela u otra, que sí las flores, la posición de los invitados y miles de pequeños asuntos, que en conjunto sumaban muchísimos, pero supongo que si no hubiese tenido a ese equipo tan competente, hubiese terminado toda la preparación, un año después. Gracias al cielo, Ethan también me ayudó a tomar todas las decisiones, nos sentábamos en la cama por las noches a escoger las muestras y las cosas que enviaban para que decidiéramos. En realidad, para qué voy a negar que estaba súper emocionada con la idea de por fin tener la boda de mis sueños y esta vez sí puedo asegurar que con el hombre de mis sueños. Mi compañía iba por súper buen camino, incluso mucho mejor que como estaba antes, es cierto que tener ayuda de dos gigantes era otra cosa, porque el grupo WW también se volvió nuestro socio comerc
- Absolutamente NO- me dice rotundamente Carlos- ¿no has escuchado decir que es de mala suerte ver a novio antes de la boda? - Eso es pura superstición y necesito hacer algo importante- le respondo sin dar un paso atrás, sentada en mi cuarto, que ya no parece mi cuarto, sino un campo de batalla de productos de belleza de todo tipo. - Mira que eres testaruda mujer, ¿no puedes darme lo que quieres regalarle para yo llevárselo?- me pregunta Sisi ya exasperado. - ¿Qué gracia tiene si se lo das tú?- le pregunté con cara de “¿eres tonto?” - Entonces me rindo, has lo que te dé la gana, no te aguanto más- me responde dramáticamente sentándose de golpe en el mueble. - Vamos, no te enojes que te vas a entrujar el traje, mi rubio hermoso - le respondo burlona, dándole un beso en la mejilla para que ya deje el berrinche. - Bueno, yo te lo advertí, si a tu hombre no se le levanta en la noche de bodas, es todo tu culpa- dice resoplando. - ¡Calla tu boca de cuervo!- exclamo haciendo todos los
Aquí estoy finalmente, esta es la noche que tanto he esperado, pero ahora que llegó el momento, me tiemblan las manos del nerviosismo.Me miro frente al espejo, donde una Alexa sonrojada y recién bañada con sales aromáticas, con un camisón de seda y encaje rojo, de la marca Carine Gilson, me devuelve la mirada.Gracias al cielo, Carlos tuvo la decencia de también regalarme este camisón de seda a juego, con el conjunto que tenía debajo, que no era para nada conservador y sí, bastante revelador.Estamos actualmente en una villa de lujo de una isla paradisiaca que Ethan compró para pasar nuestra luna de miel a solas.No estamos realmente completamente solos, algunas personas encargadas del mantenimiento de la villa y del servicio, viven en la isla, pero en otras viviendas separadas a nosotros.Básicamente, estarían aquí en algunas horas del día y de manera totalmente discreta, para no interrumpir nuestro mundo de dos personas.También, por supuesto, no podía faltar la seguridad, porque a
Punto de Vista de Ethan:Casi siento que podía venirme en mi mano, cuando Alexa comenzó a mover sus caderas sobre la mesa, mientras se penetraba con dos dedos hasta los nudillos.Su sexo rosado, completamente enrojecido, lleno de su delicioso líquido por el deseo y desesperadamente necesitado.Era una tentación que me llamaba y no podía rechazar, ni aunque muriera mil veces.Así que me levanté bruscamente, me arrodillé frente a Alexa y comencé a lamerla mientras sus dedos aún entraban y salían.- Ethan…- gimió entrecortadamente, con su voz de sirena, que me tiene hechizado y sentía que tendría que aguantarme mucho esta noche, si no quería tener un orgasmo antes que mi esposa.La halé por las nalgas, totalmente perdido por la excitación, hasta un límite bien peligroso en la mesa, le rompí las bragas, puse la punta de los pies sobre mis hombros y me dediqué a comerme desesperadamente su depilado sexo, mi lengua entraba y salía penetrándola y probando hasta el último pliegue interior, al
No sé realmente ni que hora es, abro suavemente mis adormilados ojos y lo primero que viene a mi cerebro, aún dormido, es toda la noche mágica y apasionante que he vivido. Debo decir que como consecuencia me duele cada pedacito de mi cuerpo y sobre todo la parte inferior, que fue deliciosamente abusada y utilizada. Así que considero que este dolor placentero, no es más que mi trofeo de victoria por haber podido aguantar la masacre que Ethan Wilde hizo con mi cuerpo, durante casi toda la noche. Cuando dijo que se había contenido demasiado, lo decía totalmente en serio, creo que me cobró por todas las “manualidades”, que se tuvo que hacer por mi culpa. Pero no es que me esté quejando ni nada, aún no puedo creer que mi cuerpo se pueda sentir tan pleno, complacido y hermoso al compartirlo con un hombre, pero no cualquier hombre, sino ese que me hace suspirar de amor, que hace que cada poro de mi piel se sienta vivo y que se preocupa, no solo por darme un placer sexual increíble, sino ta
Estoy muy cómodamente acostada boca abajo en la cubierta de nuestro inmenso y moderno yate, tomando el solecito de la tarde, con mi bikini de Emilio Pucci, compuesto por un sujetador de estilo bandeau sin tirantes y la parte inferior más clásica de corte medio, en colores vibrantes de turquesa, amarillo y naranja. Por último mis gafas de sol de Dior con un estilo moderno, para cuidarme los ojos.Mientras tanto, mi amado esposo, lleva unos pantalones cortos de playa de Vilebrequin, color blanco brillante, una camisa semiabierta de lino, de Raph Lauren, en un tono azul claro que combina con sus ojos y un sombrero de paja de Panamá Borsalino, para protegerse del sol, demasiado guapo este hombre, lo quiero encerrar en mi habitación y no mostrárselo a nadie.Me aplica pacientemente la crema solar en toda la espalda y lo que no es la espalda también.Siento como sus anchas manos van masajeándome a medida, que recorre mis hombros, mi espalda y se va desplazando hacia abajo.- Esa zona que es
Así pasamos una semana perdidos en nuestra burbuja de amor, pero lamentablemente el mundo real nos esperaba allá afuera y era imposible no regresar a él.Con la promesa de volver a esta isla, que se ha convertido en uno de los sitios más importantes del mundo para mí, nos despedimos, montamos en el helicóptero que nos llevaría hasta un hangar privado, en una ciudad más grande y tomar el jet privado de Ethan, para regresar a casa.Aunque el viaje no era muy largo, volar siempre me daba un poco de sueño y pereza, así que cerré los ojos en mi cómodo asiento y dejé que Ethan trabajara cómodamente a mi lado.El pobre, me imagino que poderse liberar de todas sus responsabilidades por una semana, ahora supone, que tiene más trabajo acumulado y el secretario Conrad debe estarse halando los pelos.Hablando del secretario Conrad, entre mi nebulosa de sueño, creo escuchar que Ethan está hablando con él. Pienso en mi interior que es muy irresponsable atender aparatos electrónicos en los aviones,