Estoy muy cómodamente acostada boca abajo en la cubierta de nuestro inmenso y moderno yate, tomando el solecito de la tarde, con mi bikini de Emilio Pucci, compuesto por un sujetador de estilo bandeau sin tirantes y la parte inferior más clásica de corte medio, en colores vibrantes de turquesa, amarillo y naranja. Por último mis gafas de sol de Dior con un estilo moderno, para cuidarme los ojos.Mientras tanto, mi amado esposo, lleva unos pantalones cortos de playa de Vilebrequin, color blanco brillante, una camisa semiabierta de lino, de Raph Lauren, en un tono azul claro que combina con sus ojos y un sombrero de paja de Panamá Borsalino, para protegerse del sol, demasiado guapo este hombre, lo quiero encerrar en mi habitación y no mostrárselo a nadie.Me aplica pacientemente la crema solar en toda la espalda y lo que no es la espalda también.Siento como sus anchas manos van masajeándome a medida, que recorre mis hombros, mi espalda y se va desplazando hacia abajo.- Esa zona que es
Así pasamos una semana perdidos en nuestra burbuja de amor, pero lamentablemente el mundo real nos esperaba allá afuera y era imposible no regresar a él.Con la promesa de volver a esta isla, que se ha convertido en uno de los sitios más importantes del mundo para mí, nos despedimos, montamos en el helicóptero que nos llevaría hasta un hangar privado, en una ciudad más grande y tomar el jet privado de Ethan, para regresar a casa.Aunque el viaje no era muy largo, volar siempre me daba un poco de sueño y pereza, así que cerré los ojos en mi cómodo asiento y dejé que Ethan trabajara cómodamente a mi lado.El pobre, me imagino que poderse liberar de todas sus responsabilidades por una semana, ahora supone, que tiene más trabajo acumulado y el secretario Conrad debe estarse halando los pelos.Hablando del secretario Conrad, entre mi nebulosa de sueño, creo escuchar que Ethan está hablando con él. Pienso en mi interior que es muy irresponsable atender aparatos electrónicos en los aviones,
Abrí los ojos, completamente mareada y desorientada. Mi cabeza latiendo de dolor ferozmente.Lo último que recuerdo es haberle dicho a Diego que fuera a buscar algo de Lia y acto seguido entró un camarero, que no era el mismo que me había atendido antes, me pasó la carta para que fuera escogiendo y cuando estaba concentrada en ver el menú, sentí de repente un dolor agudo en el cuello.Solté rápido la carta, me llevé la mano al cuello y miré incrédula la jeringa en la mano del camarero, goteando de la punta un líquido residual, el resto del contenido era lógico que había sido acabado de inyectar en mi cuerpo.¡Qué descuidada había sido!Intenté abrir la boca para pedir ayuda, pero un fuerte mareo, hizo que mi vista se nublara rápidamente y caí en la inconsciencia, sin poder hablar ni una palabra por la droga que me suministraron.Mi garganta se sentía pastosa, mis labios resecos y agrietados. Intenté enfocar mi visión para ver donde me tenían y en qué condiciones.Porque estaba más que
Punto de Vista de Ethan:Esta última hora ha sido una de las más agonizantes de mi vida, no recordaba desde los 10 años lo que era sentirse totalmente desesperado.Desde que el guardaespaldas de Alexa me llamó para decirme que la había perdido, sentí que el mundo se caía.Me arrepiento amargamente del momento en que decidí quitar la protección secundaria que la seguía y darle más libertad, para que no sintiera que estaba controlando sus acciones todo el tiempo.Pero la vida, me demostró que mi paranoia no era en vano y que ese temor que tenía de que Henry Wilde fijara su objetivo en mi esposa, se cumplió al final.Siento que estoy perdiendo el control total de mis emociones y solo una oscuridad asesina envuelve todos mis sentidos.Si le pasa algo a Alexa, sé que no podré soportarlo, como a los 10 años soporté perder a mi ser más querido, mi madre.Esta vez no soy tan fuerte como ese niño pequeño, esta vez veré al mundo arder y me llevaré a la familia Wilde por delante, para luego irme
- Solo te advierto que si Alexa no regresa a mí, sana y salva, vendré a buscar tu cabeza- le dije a Henry Wilde, con una frialdad congelante que sacaba a flote todo mi resentimiento y mi odio, hablaba muy en serio y no era solo una amenaza.Sé que pudo ver en mis ojos que si Alexa no sobrevivía, él tampoco. Así que si quería salir ileso, solo tenía una opción y era matarme también con ella.Salí con el secretario Conrad de esa mansión que detestaba y nos subimos en el auto con los dos guardaespaldas que me habían detenido y que eran de nuestra gente.- Habla- le dije a penas, arrancó el auto porque ya no aguantaba más incertidumbre.- Señor, sabemos donde la tienen por el hombre misterioso que estábamos siguiendo, Marco Williams – me dice y recuerdo perfectamente ese nombre, de los dos secuestros que había sufrido con anterioridad- recuerde que le dije que había venido al país y nunca dejamos de seguir su pista. Justo cuando usted salió me llamó el informante, que Marco se había puest
Punto de Vista de Alexa:Mi cuerpo entero grita en agonía por el dolor y este hijo de su desgraciada madre, ni siquiera me levantó del frío suelo para que estuviese mejor.He perdido tanta sangre de mi cabeza, que siento húmeda toda la mitad de mi rostro herido, casi ahogada en un charco de lágrimas y sangre.Porque sí, al final, cuando recuperé un poco la conciencia y se me pasó el ataque de rabia que tuve, volvió el pánico y la desesperación.Siento como me abandona la esperanza y solo ruego para que Ethan no caiga en su trampa y jamás pise este almacén que apestaba a muerte.Vuelvo a intentar en vano mover mis muñecas ya si fuerza y en carne viva por el roce y me pregunto si rompiendo mis dedos tendría una oportunidad para sacar mis manos de la prisión de las cuerdas.En las películas he visto que funciona, pero la vida real ya es otra cosa y no sé si será factible que sufra más dolor por algo incierto.Pero de todas formas, ya no me quedaba nada más que perder, así que me dispuse
Bip. Bip. Bip Escuchaba el pitido constante de un aparato sonando y quería pedirle a alguien que por favor lo callara, pero sentía mi garganta cerrada y sin una gota de humedad. Mi cabeza se sentía embotada y pesada y mis pensamientos no eran para nada coherentes. Al parecer me dormí de nuevo y comencé a soñar con cosas de mi vida, como si fuese una película antigua. Me vi sonriendo con mis padres en un viaje a la playa cuando era pequeña. Elena también estaba ahí en este extraño sueño onírico, me sonreía dulcemente como solía hacerlo cuando éramos pequeñas, pero incluso en el sueño, recuerdo lo falsos que son sus sentimientos hacia mí y ya no quiero mirarla más, así que me dispongo a seguir jugando con mis amados padres, pero ya no los veo por ningún lugar y comienzo a ponerme ansiosa, me giro para preguntarle a Elena si ella los ha visto ir a algún sitio, pero ella tampoco está y me encuentro sola en una playa, completamente desierta. Comienzo a llorar y a llamar a mis padres y
Cansada de tantos exámenes y preguntas, finalmente nos volvieron a dejar solos. No es que me estuviese poniendo chulita con los médicos, obvio que ellos hacían su trabajo y les agradecía demasiado el haberme salvado la vida, pero la verdad es que estaba muy agotada, solo de estar aquí acostada moviendo la boca, qué desastre.- ¿Qué sucedió con Dylan?- dije sacando por fin al genio de la botella porque alguien tenía que hacer la pregunta. No quería que Ethan se molestara al recordar a ese hombre y las cosas despreciables que me hizo, pero quería saber si mi vida aún corría peligro, ahora tenía que velar por dos personas.- Dylan murió- me respondió de repente, después de un momento de silencio- cuando hizo su último acto imperdonable en este mundo contigo, huyó pensando que tendría una oportunidad de escapar, pero la policía tuvo que dispararle para detenerlo- concluye y me quedo estupefacta porque nunca me imaginé ese desenlace.Que se pierda una vida humana, nunca es algo bueno, pero