Abrí los ojos, completamente mareada y desorientada. Mi cabeza latiendo de dolor ferozmente.Lo último que recuerdo es haberle dicho a Diego que fuera a buscar algo de Lia y acto seguido entró un camarero, que no era el mismo que me había atendido antes, me pasó la carta para que fuera escogiendo y cuando estaba concentrada en ver el menú, sentí de repente un dolor agudo en el cuello.Solté rápido la carta, me llevé la mano al cuello y miré incrédula la jeringa en la mano del camarero, goteando de la punta un líquido residual, el resto del contenido era lógico que había sido acabado de inyectar en mi cuerpo.¡Qué descuidada había sido!Intenté abrir la boca para pedir ayuda, pero un fuerte mareo, hizo que mi vista se nublara rápidamente y caí en la inconsciencia, sin poder hablar ni una palabra por la droga que me suministraron.Mi garganta se sentía pastosa, mis labios resecos y agrietados. Intenté enfocar mi visión para ver donde me tenían y en qué condiciones.Porque estaba más que
Punto de Vista de Ethan:Esta última hora ha sido una de las más agonizantes de mi vida, no recordaba desde los 10 años lo que era sentirse totalmente desesperado.Desde que el guardaespaldas de Alexa me llamó para decirme que la había perdido, sentí que el mundo se caía.Me arrepiento amargamente del momento en que decidí quitar la protección secundaria que la seguía y darle más libertad, para que no sintiera que estaba controlando sus acciones todo el tiempo.Pero la vida, me demostró que mi paranoia no era en vano y que ese temor que tenía de que Henry Wilde fijara su objetivo en mi esposa, se cumplió al final.Siento que estoy perdiendo el control total de mis emociones y solo una oscuridad asesina envuelve todos mis sentidos.Si le pasa algo a Alexa, sé que no podré soportarlo, como a los 10 años soporté perder a mi ser más querido, mi madre.Esta vez no soy tan fuerte como ese niño pequeño, esta vez veré al mundo arder y me llevaré a la familia Wilde por delante, para luego irme
- Solo te advierto que si Alexa no regresa a mí, sana y salva, vendré a buscar tu cabeza- le dije a Henry Wilde, con una frialdad congelante que sacaba a flote todo mi resentimiento y mi odio, hablaba muy en serio y no era solo una amenaza.Sé que pudo ver en mis ojos que si Alexa no sobrevivía, él tampoco. Así que si quería salir ileso, solo tenía una opción y era matarme también con ella.Salí con el secretario Conrad de esa mansión que detestaba y nos subimos en el auto con los dos guardaespaldas que me habían detenido y que eran de nuestra gente.- Habla- le dije a penas, arrancó el auto porque ya no aguantaba más incertidumbre.- Señor, sabemos donde la tienen por el hombre misterioso que estábamos siguiendo, Marco Williams – me dice y recuerdo perfectamente ese nombre, de los dos secuestros que había sufrido con anterioridad- recuerde que le dije que había venido al país y nunca dejamos de seguir su pista. Justo cuando usted salió me llamó el informante, que Marco se había puest
Punto de Vista de Alexa:Mi cuerpo entero grita en agonía por el dolor y este hijo de su desgraciada madre, ni siquiera me levantó del frío suelo para que estuviese mejor.He perdido tanta sangre de mi cabeza, que siento húmeda toda la mitad de mi rostro herido, casi ahogada en un charco de lágrimas y sangre.Porque sí, al final, cuando recuperé un poco la conciencia y se me pasó el ataque de rabia que tuve, volvió el pánico y la desesperación.Siento como me abandona la esperanza y solo ruego para que Ethan no caiga en su trampa y jamás pise este almacén que apestaba a muerte.Vuelvo a intentar en vano mover mis muñecas ya si fuerza y en carne viva por el roce y me pregunto si rompiendo mis dedos tendría una oportunidad para sacar mis manos de la prisión de las cuerdas.En las películas he visto que funciona, pero la vida real ya es otra cosa y no sé si será factible que sufra más dolor por algo incierto.Pero de todas formas, ya no me quedaba nada más que perder, así que me dispuse
Bip. Bip. Bip Escuchaba el pitido constante de un aparato sonando y quería pedirle a alguien que por favor lo callara, pero sentía mi garganta cerrada y sin una gota de humedad. Mi cabeza se sentía embotada y pesada y mis pensamientos no eran para nada coherentes. Al parecer me dormí de nuevo y comencé a soñar con cosas de mi vida, como si fuese una película antigua. Me vi sonriendo con mis padres en un viaje a la playa cuando era pequeña. Elena también estaba ahí en este extraño sueño onírico, me sonreía dulcemente como solía hacerlo cuando éramos pequeñas, pero incluso en el sueño, recuerdo lo falsos que son sus sentimientos hacia mí y ya no quiero mirarla más, así que me dispongo a seguir jugando con mis amados padres, pero ya no los veo por ningún lugar y comienzo a ponerme ansiosa, me giro para preguntarle a Elena si ella los ha visto ir a algún sitio, pero ella tampoco está y me encuentro sola en una playa, completamente desierta. Comienzo a llorar y a llamar a mis padres y
Cansada de tantos exámenes y preguntas, finalmente nos volvieron a dejar solos. No es que me estuviese poniendo chulita con los médicos, obvio que ellos hacían su trabajo y les agradecía demasiado el haberme salvado la vida, pero la verdad es que estaba muy agotada, solo de estar aquí acostada moviendo la boca, qué desastre.- ¿Qué sucedió con Dylan?- dije sacando por fin al genio de la botella porque alguien tenía que hacer la pregunta. No quería que Ethan se molestara al recordar a ese hombre y las cosas despreciables que me hizo, pero quería saber si mi vida aún corría peligro, ahora tenía que velar por dos personas.- Dylan murió- me respondió de repente, después de un momento de silencio- cuando hizo su último acto imperdonable en este mundo contigo, huyó pensando que tendría una oportunidad de escapar, pero la policía tuvo que dispararle para detenerlo- concluye y me quedo estupefacta porque nunca me imaginé ese desenlace.Que se pierda una vida humana, nunca es algo bueno, pero
- Al fin estoy en casa- dije suspirando encantada, por acabar de salir de esa sala de hospital, que muy VIP y todo, pero ya estaba criando hongos allí.Además, no quería que Ethan siguiera incómodo trabajando, sentado con la laptop en el sofá o durmiendo en una pequeña cama auxiliar, porque se rehusó a dormir en la habitación para el acompañante y tampoco quiso dormir conmigo, por temor a lastimarme. Tampoco dejó que Carlos, ni la Sra. Pembroke se quedaran por la noche nunca. A penas me dejó sola algunos días y sé que fue por una razón de fuerza mayor.Tuvo que ir a declarar a la policía sobre el tema de su abuelo, su participación en mi secuestro y toda la podredumbre que salió después en una profunda investigación, cuando su hombre de confianza comenzó a confesar.Lavado de dinero, evasión fiscal, secuestro a varias personas e incluso asesinatos salieron a la luz. Aunque el abuelo de Ethan es bastante mayor, no creo que le tengan ninguna consideración y es prácticamente seguro, que
+ 8 meses y medio después... - Dame ese helado de chocolate, rubio diabólico, o no te voy a perdonar- le digo prepotente a Carlos, mientras lo señalo con mi cuchara llena de helado, también de chocolate.- Digamos que te estoy intimidado- me respondió poniendo los ojos en blanco, burlándose de mí, mientras continuaba comiendo de su apetitosa copa de helado de chocolate con chispas de menta- ¿qué piensas hacerme, si no puedes mirarte ni los pies con esa enorme barriga?, eso es para no decir las otras partes de tu cuerpo, a las que no les debes haber echado ni un vistazo hace rato, pobre Ethan- agregó muy tranquilamente y con mis hormonas revueltas solo quería arrebatarle por la fuerza ese delicioso helado, pero tenía razón, soy una pequeña bola que no puede matar ni un pollo, en estos momentos.- Ya me las pagarás- lo amenacé falsamente, apretando los dientes – Diego, por favor, me puedes pedir en la barra otro helado- le dije a mi guardaespaldas que estaba también sentado en la mes