Escuchamos unos gritos que provenían del campus, la cafetería quedó sola debido a los curiosos alumnos que se dirigieron de prisa a ver que pasaba. Hicimos lo mismo y fuimos a ver la pelea que habían formado dos chicos del equipo de fútbol americano.
—¿Quiénes son? —preguntó Claire.—No sé, no logro reconocerlos —contesté abriéndome paso entre los estudiantes.Al estar lo suficientemente cerca vi que se trataba de Asthon y Alex, este yacía debajo del pelirrojo mientras se golpeaban, y entre un puñetazo y el otro la sangre empezó a ser la protagonista de aquella riña fatídica.El entrenador mandó a que los separaran, su rostro estaba rojo por la ira, todos sabían que él no permitía este tipo de comportamiento entre sus jugadores. Noté a Will y otro chico con el uniforme del equipo, apartarlos con dificultad. Asthon tenía el labio roto y en su ceja bajaba un hilo de sangre hasta su mentón, pero Alex no salió con la misma suerte, estaba conRealicé acciones con mi cuerpo, me doblé, estiré las piernas, salté y giré, combinando con la misma dinámica que llevaba haciendo años atrás. Tenía tiempo sin hacerlo, y sabía que el cuerpo alcanzaba un mayor nivel en los movimientos de este arte, si lo llevara practicando durante largos períodos de entrenamiento especializado. Además que en el ballet, el bailarín debía ejercitarse para rotar o girar hacia afuera las piernas a la altura de las caderas, haciendo posible el movimiento conocido como arabesque.Terminé el baile y esperé la opinión de la profesora, me sentía un poco frustrada porque no llegué a hacer algo que la sorprendiera, lo más probable era que no me aceptara.—No estuvo tan mal, tienes potencial —mordí mi labio con fuerza. —Has perdido un poco la práctica por lo que vi en tus movimientos. —Asentí con la cabeza gacha.—Aprendo rápido las coreografías —comenté tratando de convencerla.—Eso veré para la próxima —
Asthon aparcó el auto y bajamos de el, se había ofrecido a llevarme a casa, pero primero pasaríamos por Burger Kinge para comprar comida, le hice saber que no traía dinero.—Yo la pagaré —le sonreí e ingresamos al local.El lugar estaba abarrotado de personas, me sería imposible llegar hasta la barra, pensé. Sentí las manos de Asthon en mis hombros, lo miré de reojo, sus ojos avellanas se posaron en los mío.—Eres tan baja que temo que no te vean y te pisen —mi boca cayó en picadillo. Golpeé su estómago por su comentario burlesco.Soltó una carcajada haciendo vibrar su pecho que estaba pegado a mi espalda. Me gustó esa sensación de tranquilidad que sentí al escuchar su risa.¿Qué? No, no, no...Deja de decir idioteces Jenna, aparté esos pensamientos y me dediqué a esperar a que Asthon ordenara las hamburguesas. La chica que nos atendió no dejaba de ver a Asthon como si de un dulce se tratase, es más, se lo comió co
—Hoy cuidaré de Jess —hice una mueca.—Rayos, ¿No tienes con quien dejarlo? —negué.—Mamá no me dará permiso para llevar a mi hermano porque todos somos menores de edad y no habrá un adulto responsable. —expliqué bajando al living.—Por eso no hay problema —dijo Matt. —Mi madre estará todo el día en casa, puedes dejarlo con ella, sabes que no se negará a cuidar del mocoso. —Añadió.—¿Tú crees? —asintió convencido. —Entonces iré a despertar a Jesse. El pequeño dormía hasta tarde, mamá dejaba que lo hiciera puesto que era un niño muy enérgico, en las noches luchábamos para que durmiera, debíamos mantenerlo ocupado durante todo el día, haciendo deporte o cualquier otra cosa y así estar lo suficientemente cansado a la hora de dormir.Entré a su acogedora habitación, las paredes pintadas de color azul claro y el suelo azulejo, daban al lugar un espacio confortable, amplio y luminoso. Había varios muebles, como el pequeño ar
POV. AsthonMiré el despertador, marcaba las 4:30 a.m. Me levanté de un salto de la cama, ingresé al baño a cambiar la ropa por una deportiva. Salí de la habitación bajando con cuidado las escaleras, sin hacer el menor ruido posible, los demás descansaban y no tenía la intención en despertarlos. Mamá solía tener el sueño liviano, se despertaba con cualquier ruido, desde que llegué he estado saliendo a correr temprano para no tener que lidiar con las tan ajetreadas mañanas donde las calles eran atestadas de personas apresuradas por llegar a tiempo a sus labores.Giré la perilla y cerré la puerta de madera, acomodé mi sudadera negra y me coloqué la capucha. Con los auriculares puestos comencé a trotar, bajo las luces de la farolas recorrí las oscuras calles de la ciudad. Mientras más avanzaba y aumentaba el ritmo, sentía el sudor bajar por mi cuerpo, respiraba por la boca y así no cansarme tan rápido, lo ideal era respirar por allí, al menos principalmente, para no sentir que me falta
Los chicos entraron con cajas de alcohol, les avisé que tendríamos una tarde para divertirnos. Mi madre tuvo que irse a una reunión de la empresa, y aprovecharía de su ausencia para pasar la tarde con mis amigos. Me tensé al sentir unos delgados dedos posarse en mi hombro, el olor a perfume de fresa me desagradó, no era necesario girarme para saber que se trataba de Harper, la rubia que llevaba días tras de mí.Ya estaba acostumbrado a ese tipo de comportamiento de parte de las chicas, que hacían cualquier cosa por llamar mi atención. —Hola, guapo —murmuró de forma coqueta. —¿Qué tal, preciosa? —dije guiñando un ojo.La miré detalladamente, vestía un shorts plateados y el bañador debajo, llevaba el cabello suelto que caí como cascada bajo su espalda. Sinceramente, Harper era el tipo de chica que a simple vista cautivaba con solo mirarle. Alta, rubia, popular y con un cuerpo impresionante para su edad, era casi una modelo. Sin embargo, lo que tenía en belleza quedó eclipsado por toda
POV. Jenna.Llegué a casa después de bajarme del auto de Matt, subí a mi habitación encerrándome en ella. La escena de hace minutos seguía latente en mi cabeza, no dejaba de dar vueltas lo que acababa de presenciar en la mansión de los Hartmann.Encendí el ordenador y teclee 'TEI', rápidamente cargó y pulsé la primera página que apareció.El trastorno explosivo intermitente se caracterizaba por la presencia de arrebatos o reacciones agresivas recurrentes, donde se evidencia una falta de control de los impulsos y contaba con la presencia de agresiones verbales, gritos, lanzar o romper objetos, entre otras. También agresiones físicas contra la propiedad y personas. Para que esas reacciones se consideraran como parte del TEI debían ocurrir de manera reiterada en el tiempo, es decir, dos arrebatos por semana en un plazo de tres meses.Los arrebatos del trastorno explosivo intermitente se caracterizaban por presentar los siguientes aspectos; Eran impredecibles y veloces, se presentaban sin
—Por supuesto, toma asiento. —Me acerqué e hice lo que pidió.—Verá director, el grupo está planeando que la temática del baile sea de Hollywood. —Asintió con sus manos en el escritorio. —Hemos elegido ese porque nos apasiona las películas y queremos vivir todo el glamour de la Meca del cine, y una fiesta temática inspirada en Hollywood es justo lo que estabamos buscando. —Me parece muy interesante, nunca hemos hecho un baile elegante. —Sonreí al escucharlo. —¿Qué tienen en mente?—Colocar una alfombra roja a la entrada del salón de fiestas y decorar todo como si fuera una cena de gala de los premios Oscar. —De tan solo imaginarlo me parecía estupenda la temática.— Y lo más divertido de la dinámica en este tipo de fiestas, es usar accesorios y utilería para crear originales y entretenidas sesiones de fotos. —Finalicé entusiasmada.—Aprobaré porque han desempeñado un buen progreso en la preparatoria Townsend Harris High School. —Dijo con orgullo. —Y merecen una excelente graduación
—¿Qué edad crees que tienes? —inquirió con mofa.—Cumpliré dieciséis para tu información —se defendió la coqueta chica. —Y tengo novio.—¿Tienes qué? —preguntó Arthur mirándola con una ceja arqueada.Rebeca rodó los ojos con fastidio.—Ay hermanito, pensé que lo sabías, ¿Oliver no te comentó? —dijo con fingido asombro.—¿Oliver? —Beca asintió. —¿Qué tiene que ver él en… —Su boca se cerró de golpe, negó con la cabeza mirando a Rebeca con enojo.Mientras tanto, los que estábamos escuchando su conversación, no entendíamos nada. Miré a los demás pero todos estaban al igual de intrigados que yo. —¿Quién es Oliver? —Matt tuvo el atrevimiento a preguntar. —Ese imbécil es mi mejor amigo, o eso creía —Habló Arthur sin despegar la vista de su hermana menor. —¿Desde cuándo llevan ocultando lo que sea que tienen? —la chica lo ignoró. —¡Dime! Rebeca ni se inmutó con su grito, al contrario de mi que me sobresalté en el sofá al escucharlo.Arthur miró con decepción a su hermana, era obvio que no