Los chicos entraron con cajas de alcohol, les avisé que tendríamos una tarde para divertirnos. Mi madre tuvo que irse a una reunión de la empresa, y aprovecharía de su ausencia para pasar la tarde con mis amigos. Me tensé al sentir unos delgados dedos posarse en mi hombro, el olor a perfume de fresa me desagradó, no era necesario girarme para saber que se trataba de Harper, la rubia que llevaba días tras de mí.Ya estaba acostumbrado a ese tipo de comportamiento de parte de las chicas, que hacían cualquier cosa por llamar mi atención. —Hola, guapo —murmuró de forma coqueta. —¿Qué tal, preciosa? —dije guiñando un ojo.La miré detalladamente, vestía un shorts plateados y el bañador debajo, llevaba el cabello suelto que caí como cascada bajo su espalda. Sinceramente, Harper era el tipo de chica que a simple vista cautivaba con solo mirarle. Alta, rubia, popular y con un cuerpo impresionante para su edad, era casi una modelo. Sin embargo, lo que tenía en belleza quedó eclipsado por toda
POV. Jenna.Llegué a casa después de bajarme del auto de Matt, subí a mi habitación encerrándome en ella. La escena de hace minutos seguía latente en mi cabeza, no dejaba de dar vueltas lo que acababa de presenciar en la mansión de los Hartmann.Encendí el ordenador y teclee 'TEI', rápidamente cargó y pulsé la primera página que apareció.El trastorno explosivo intermitente se caracterizaba por la presencia de arrebatos o reacciones agresivas recurrentes, donde se evidencia una falta de control de los impulsos y contaba con la presencia de agresiones verbales, gritos, lanzar o romper objetos, entre otras. También agresiones físicas contra la propiedad y personas. Para que esas reacciones se consideraran como parte del TEI debían ocurrir de manera reiterada en el tiempo, es decir, dos arrebatos por semana en un plazo de tres meses.Los arrebatos del trastorno explosivo intermitente se caracterizaban por presentar los siguientes aspectos; Eran impredecibles y veloces, se presentaban sin
—Por supuesto, toma asiento. —Me acerqué e hice lo que pidió.—Verá director, el grupo está planeando que la temática del baile sea de Hollywood. —Asintió con sus manos en el escritorio. —Hemos elegido ese porque nos apasiona las películas y queremos vivir todo el glamour de la Meca del cine, y una fiesta temática inspirada en Hollywood es justo lo que estabamos buscando. —Me parece muy interesante, nunca hemos hecho un baile elegante. —Sonreí al escucharlo. —¿Qué tienen en mente?—Colocar una alfombra roja a la entrada del salón de fiestas y decorar todo como si fuera una cena de gala de los premios Oscar. —De tan solo imaginarlo me parecía estupenda la temática.— Y lo más divertido de la dinámica en este tipo de fiestas, es usar accesorios y utilería para crear originales y entretenidas sesiones de fotos. —Finalicé entusiasmada.—Aprobaré porque han desempeñado un buen progreso en la preparatoria Townsend Harris High School. —Dijo con orgullo. —Y merecen una excelente graduación
—¿Qué edad crees que tienes? —inquirió con mofa.—Cumpliré dieciséis para tu información —se defendió la coqueta chica. —Y tengo novio.—¿Tienes qué? —preguntó Arthur mirándola con una ceja arqueada.Rebeca rodó los ojos con fastidio.—Ay hermanito, pensé que lo sabías, ¿Oliver no te comentó? —dijo con fingido asombro.—¿Oliver? —Beca asintió. —¿Qué tiene que ver él en… —Su boca se cerró de golpe, negó con la cabeza mirando a Rebeca con enojo.Mientras tanto, los que estábamos escuchando su conversación, no entendíamos nada. Miré a los demás pero todos estaban al igual de intrigados que yo. —¿Quién es Oliver? —Matt tuvo el atrevimiento a preguntar. —Ese imbécil es mi mejor amigo, o eso creía —Habló Arthur sin despegar la vista de su hermana menor. —¿Desde cuándo llevan ocultando lo que sea que tienen? —la chica lo ignoró. —¡Dime! Rebeca ni se inmutó con su grito, al contrario de mi que me sobresalté en el sofá al escucharlo.Arthur miró con decepción a su hermana, era obvio que no
—Es el entrenamiento, los exámenes, ya sabes. —Confesó serio.Deseé tener el valor de preguntarle cómo estaba de su trastorno, si le había ocurrido los siguientes días, pero conocía a Asthon y estaba segura que no me hablaría de algo tan personal. Me limité a guardar silencio sin saber que más decir para tener una conversación fluida, era pésima en eso. Detuvo el auto en dos calles más abajo de donde vivía, no quedaba tan lejos de mi hogar.—Gracias por traerme —tomé mi mochila y me dispuse a bajar.—Le das mis saludos a Jessica —asentí y me despedí sacudiendo la mano. Se marchó perdiéndose por las calles desoladas.Caminé a casa apresurada para no llegar tarde a la academia, mamá buscaría a Jesse después del trabajo. Subí a la habitación y tomé una ducha rápida, me cambié con la vestimenta de danza, era una combinación de leggings tres cuartos, falda circular muy corta con banda en la cintura y top deportivo con bordes en color contrastante. Salí de la habitación con las zapatilla
Estaba ansiosa, me hallaba en la sala esperando la llegada del chico que sería mi cita. Claire se le ocurrió la brillante idea de planear la salida el día sábado en la mañana. Comentó algo referente a visitar el zoológico, lo que me pareció súper extraño, ¿Quién iba a un zoológico durante una cita?No me malinterpreten, amaba los animales, visitaba el zoológico de pequeña con mis padres. Así que, tal vez no sería tan mal y estaba subestimando al pobre chico. Me vestí con un overol enterizo color gris y debajo una camisa blanca de mangas cortas. De calzado opté por mis clásicos tenis del mismo color y apliqué un maquillaje sencillo para cubrir mis leves ojeras que se estaba formando, dejé mi cabello suelto con unas pronunciadas ondas y listo. No me esperaría tanto, de que una simple vista y no me importaba impresionar al chico.Que sea él y no mamá, porfavor. Supliqué en mi mente.Fui a abrir la puerta al escuchar el timbre, y sí, un chico moreno con ojos color miel se encontraba al f
El ambiente era distendido, oscuro, solo que esa oscuridad era interrumpida por las luces led, la música a todo volumen, tan fuerte que retumbaba con fiereza en mis oídos. Me aturdía tanto bullicio, no me sentía bien para ser sincera, era como si no encajara ahí. Sin embargo, al ladear la cabeza avisté una mesa llena de comida, entonces vi la situación desde otra perspectiva. Jason me dijo algo que no comprendí, debido al estridente sonido de fondo. Si quedaba sorda no sería cosa rara, parecía uno de esos sitios bastantes concurridos donde las estrellas de rock con su música despedazan la audición de las personas. Sentí como una mano me tomaba del brazo arrastrándome por toda la pista que bullía de jóvenes bailando al ritmo de la canción que sonaba. Por el perfume sabía que se trataba de Jason, llegamos a un sofá negro donde habían varios chicos que supuse eran amigos del chico a mí lado. El olor a cigarrillo inundó mi nariz, era una extraña mezcla de alcohol y ese repugnante humo
—Quédate aquí, ya regreso. —Ordené cerrando con seguro el auto y corriendo de vuelta a la mansión.Tropecé con varias personas que me insultaron, subí las escaleras a toda velocidad, el segundo piso tenía un largo pasillo con puertas se los dos lados. Revisé cada una y todas estaban vacías, observé una al final pero pensé que de seguro tampoco habría nadie allí dentro. Giré sobre mi eje para marcarme, no obstante un llanto me hizo detener en medio del oscuro pasillo. Me acerqué a la puerta y abrí con cuidado de no hacer ruido, lo que vi me enfureció, un hombre estaba encima de una chica, que sin duda alguna era Jenna. —¡Quítate la ropa! —vociferó y Jen se encogió ocultando su rostro al ver al hombre levantar su puño. —¡A ver niñita, no escuchas...—Si le pones una mano encima te arrepentirás —volteó hacia mí.—Apártate de ella sino... —¿Qué? ¿Qué es lo que me harás? —retó desafiante mientras se acercaba y sacaba un arma.Debía admitir que el sujeto era una masa de músculos a compar