—¿Qué haces? —abrí los ojos escuchando a Asthon detrás de mí.—Nada, buscaba un vaso de agua —Mentí escondiendo la barra de chocolate. Fruncí el entrecejo al verlo reírse.—¿Y que me dices de esto? —estiró su mano y rozó mi labio con su pulgar limpiando el rastro de chocolate. —Nunca has sabido mentir, Jen. Y, ¿Por qué robas de mis barras?Su cercanía me estaba afectando más de lo que creía, lucía tan sexy con su cabello rojizo que se hallaba mojado y pegado a su frente. —Lo siento, tengo hambre —Me encogí de hombros evitando mirar su torso desnudo.—Ya veo. —Dijo mirándome con burla.Me sonrojé abochornada de parecer una famélica y siquiera le ofrecí de la única barra que había. Como si hubiera leído mis pensamientos, se acercó quitándome la barra y mordió de ella. Solté una risita viendo que también se había embarrado de chocolate, imité su acción de hace minutos atrás y limpié su labio inferior con mi dedo, al percatarme de lo que hice el sonrojo de mis mejillas se intensificó. N
—Bueno, ya ves que no soy Matt —Murmuró con enfado.Dios...Trágame tierra y escúpeme en júpiter, pedí al sentir el torso firme del pelirrojo que se hallaba en el suelo conmigo encima.—Disculpa, Dios que torpe... —Intenté levantarme pero el suelo mojado me hizo resbalar y volví a caer pero esta vez mis manos fueron a parar en el pecho de Asthon. ¡Maldición! Nuestros labios se hallaban cerca, tanto que solo era cuestión de movernos y simplemente podían rozarse. Parpadeé borrando esos pensamientos indebidos y me aparté para que pudiera levantarse. —Jen, el pastel huele muy... —Nos giramos viendo a Matt, este nos miró sin entender que hacíamos tirados en el suelo y finalmente observó a su hermano. —¿Por qué estás lleno de harina? Seguido de esto comenzó a carcajearse provocando que el pelirrojo lo mirara fulminante.Apreté los labios para no reírme, la verdad es que todo fue muy gracioso.No me di cuenta cuando Asthon se acercó a mí y en cuestión de segundos me subió a su hombro y c
La cafetería de la preparatoria bullía más de lo habitual, me encontraba almorzando con mis amigos. El olor a frituras era desagradable, no entendía como permitían que lo estudiantes se alimentaran de ese montón de grasa. Era amante de las hamburguesas, hot dog, las pizzas y todo lo que se relacionara con comida rápida, sin embargo mamá nos obligaba a Jesse y a mí a comer saludable, peto últimamente encargaba pizzas para no tener que hacer la cena cuando mamá llegaba tarde a casa. —¿Qué tal si vamos a acampar? —Habló Claire.—Lo dice la que le teme a un mosquito. —Dijo Matt mordiendo de su sandwich.—Cariño, ¿Y tu moral? —atacó la pelinegra. —Le tienes fobias a las polillas, al contrario de mi que soy alérgica a esos bichos.Matt iba a replicar por lo que me adelanté a hablar antes que esos dos comenzaran sus estúpidas peleas sin sentidos. —Me gusta la idea, eso de compartir juntos, considerando que nos veremos el año que viene y todos tenemos planes de irnos de viaje. —Comenté.—Bu
Ingresé al baño y me despojé del uniforme, formando un charco en mis pies. La recogí colocándola en el cesto de ropa sucia, entré a la ducha y me permití disfrutar del agua caliente que resbalaba por mi cuerpo. Mojé mi cabello, di leves masajes aliviando el dolor de cabeza que tenía, dejé que el agua impactara en mi cabeza y terminé de restregarme. Las palabras de Claire vinieron a mi mente. Mis sospechas hacia Jason fueron descargas, aquel chivo no conocía al sujeto que quiso abusar de mí, según lo que me dijo Clai, ella lo conoció en una página de citas en líneas, y luego descubrió que estudiaba en la preparatoria Trinity School que quedaba cerca de la nuestra. Jason fue quien se atrevió a escribirle y desde entonces conversaban muy menudo, de ahí que le comentó sobre mí y su plan de buscarme citas. La incertidumbre por descubrir cómo aquel hombre supo que estaría en la fiesta me estaba carcomiendo cada vez más. Él sabía que mi madre era abogada y trabajaba para uno de los mejore
—Pero, hoy no hay clases pollito.—Comenté terminando de comer.—Sí, ya lo sé. —Se subió al taburete tomando el cubierto.—Solo practicaba distintos peinados.Solté una sonora carcajada, mamá iba a decir algo pero su móvil sonó, contestó la llamada y fue al living.—¿Te gusta un chico? —aparté la vista de mamá y la posé en Jesse.—No, aún no a llegado mi príncipe azul. —Hice una mueca.—¿Por qué la pregunta?Le dio un mordisco a su tostada y bebió de su jugo de durazno.—Mamá dice que cuando te gusta a una persona, no dejas de mirarlo. —Habló con la boca llena. —Y estás mintiendo. —No lo hago, ¿qué te hace pensar que me gusta un chico?—Formulé.—El día que Asthon, el hermano de Matt cenó con nosotros, te observé mirarlo con ojitos de enamorada. —Insinuó Mis mejillas se encendieron, ¿Cómo este mocoso se dio cuenta?Más no le daría la razón, temía que a el pequeño travieso se le pudiera escapar decir eso delante de los hermanos Hartmann.—No me gusta Asthon, ni mucho menos estoy enam
—Nadie, no sabe lo que dice. —Tapé la boca de Jesse con mi mano al ver que iba a soltarle todo a Asthon.Lo fulminé con la mirada, Jesse se limitó a reírse. La camarera llegó con nuestra orden y agradecí por ello, suspiré aliviada. Nos dispusimos a comer y mi hermano no volvió a hablar, la comida era lo único que funcionaba para que guardara silencio.Decidí ignorar el mensaje que había recibido, sea quien fuera el sicópata, su jueguito no duraría mucho. Iba a investigar que quería aquel desconocido que andaba amenazando a mi familia. No permitiría que les hiciera daño a las personas que más amaba en el mundo, y si debía poner mi vida en peligro para poder protegerlos, correría el riesgo. ***Jesse obligó al pelirrojo a ver una película juntos, me encontraba en la cocina preparando palomitas de maíz, las coloqué en un bol y subí a la habitación del pequeño. Les tendí las palomitas y me acomodé al lado de Asthon debido que Jesse ocupaba el resto de la cama. —¿Qué película es? —Pregunt
—Bien chicos, esto es todo por hoy, pueden retirarse. —El director Lennon se marchó del aula de clases.Me apresuré a guardar las cosas en la mochila, había traído solo un cuaderno, debido a que las clases ya estaban por finalizar. La mañana la pasé en el campus dónde el equipo de fútbol americano practicaba, de vez en cuando sentí la mirada de Asthon sobre mí, y simulaba estar escribiendo en mi libreta. —Hola Jenna. —Giré viendo a George, el chico con el que compartía literatura.—¡Hola! —exclamé al tímido chico de gafas redondeadas.—Yo, venía a preguntarte si ya tenías pareja para el baile. —Dijo sin rodeo.—Oh, bueno, la verdad es que...—Irá conmigo —intercedió Asthon ingresando al aula. —Lo siento amigo, pero llegaste tarde.—Ah, n-no lo sabía... Y-yo, con permiso —terminó de decir y se marchó el pobre muy despavorido. Miré a Asthon con desaprobación, sonrió con inocencia. —¿Por qué hiciste eso? —recriminé viéndolo mal. —Pudiste ser más amable con él, y ¿Cuando me invitaste a
Pasé todo lo que quedaba de la semana en la biblioteca arreglando los estantes, llegué a un acuerdo con Asthon, y era que el pintara todas la paredes mientras yo ordenaba los miles de libros esparcidos en cada rincón de la biblioteca. Es que, ¿acaso les costaba tanto colocar los pinches libros en sus respectivos lugares?En el momento en que iba a pasar un montón de libros, perdí el equilibrio y cayeron inevitablemente al suelo. Quería morirme, ahora todo estaba disperso, y muchas hojas sueltas. ¿Es que el día no podía ser peor? Rugí, llena de ira. ¡Agh! Me agaché para recogerlos, los coloqué unos por uno encima de la mesa, la portada llamativa de un delgado libro llamó mi atención, lo tomé abriéndolo para ver de que trataba. 'El cuaderno de Noah' leí el título de portada. Lo guardé en mi mochila para leerlo al llegar a casa, al menos ya tenía con qué matar el aburrimiento. Iba a continuar arreglando el resto de libros que faltaban, pero las voces que provenían de